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La retirada de consejeros provocó la falta de quórum

La Universidad de Buenos Aires no pudo reformar ningún punto de su Estatuto

Fuentes: Radio UBA FM

Anteayer, la comunidad académica de la Universidad de Buenos Aires perdió una oportunidad histórica para reformar su régimen estatutario. Luego de una jornada de nueve horas, la sesión se suspendió cuando la Asamblea se dispuso a votar sus problemas presupuestarios. Ese fue el único punto de acercamiento entre los consejeros estudiantiles -que monopolizaron la palabra- y […]


Anteayer, la comunidad académica de la Universidad de Buenos Aires perdió una oportunidad histórica para reformar su régimen estatutario. Luego de una jornada de nueve horas, la sesión se suspendió cuando la Asamblea se dispuso a votar sus problemas presupuestarios. Ese fue el único punto de acercamiento entre los consejeros estudiantiles -que monopolizaron la palabra- y los consejeros pertenecientes a los otros claustros.

De los 201 asambleístas que dijeron presente durante la mañana, sólo quedaron 81 con voluntad política para continuar la sesión a última hora. El final anunciado se produjo tras un reiterado proceso de desgaste por votaciones nominales y una curiosa retirada masiva de consejeros, cerca de las 17 horas, que dejaron la sala con menos de los 119 votos necesarios para dar quórum.

El rector Rubén Hallú cerró el debate en medio de un sinfín de empujones y reproches, y en un escenario que estuvo marcado por permanentes cánticos e insultos entre las múltiples organizaciones estudiantiles ubicadas estratégicamente en los extremos del aula magna del Colegio Nacional Buenos Aires, según su pertenencia partidaria.

A la izquierda del estrado y, del lado de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), estaban las banderas del MST, PTS, PO, MAS, AGD-UBA (Conadu histórica) y del Movimiento 9 de mayo. A la derecha, las agrupaciones ligadas al kirchnerismo: Movimiento Evita, Simón Rodríguez, Causa K y Fórmula 9.

También estuvieron presentes no pocos integrantes de la comisión interna del Hospital de Clínicas, liderados por el gremialista Miguel Skandar, a quienes se les atribuyó el lanzamiento de huevos contra Hallú, pasado el mediodía.

La Asamblea no pudo iniciar el tratamiento de ninguna las modificaciones pautadas en comisión, cuyos ejes centrales estaban vinculados a la forma de gobierno de la UBA, el rol del Ciclo Básico Común, el proceso de jubilación y las categorías docentes.

El sector integrado por agrupaciones de izquierda sostuvo el pedido de un llamado a plebiscito de carácter vinculante, la resolución de los conflictos del Hospital de Clínicas y el pago de salarios a los docentes ad honerem, entre otros reclamos.

Pero el orden del día nunca llegó a tratarse, pues la agenda trastocó en una seguidilla de proclamas por la democratización de la UBA, luego de que el dirigente estudiantil Agustín Vanella reclamara reconsiderar la elección de Hallú, designado el 18 de diciembre pasado.

Lo cierto es que la compleja elección de Hallú -puesto al que llegó en medio de un caos constante y casi ocho meses de conflictos- tenía entre sus premisas el tratamiento de reforma del Estatuto; y que, una vez más, el grado de polarización en el seno de política universitaria impidió cambiar el rumbo programático de la casa de altos estudios, que de no abrir caminos de diálogo profundizará su estado cadavérico.