¿La vía electoral no está agotada? Después de 3 ó 4 megafraudes de Estado continuos en el neoliberalismo (con manipulaciones cibernéticas burdas o sofisticadas o con compras de votos o con compra de autoridades electorales combinadas con los procedimientos fraudulentos de viejo cuño como roba de urnas, alteraciones de padrones, «ratones locos», relleno y «tacos» […]
¿La vía electoral no está agotada? Después de 3 ó 4 megafraudes de Estado continuos en el neoliberalismo (con manipulaciones cibernéticas burdas o sofisticadas o con compras de votos o con compra de autoridades electorales combinadas con los procedimientos fraudulentos de viejo cuño como roba de urnas, alteraciones de padrones, «ratones locos», relleno y «tacos» en las urnas, hostigamientos y «acarreados» en las casillas, etc.) y cientos o miles de fraudecitos y chanchullos de toda índole por todos lugares por parte de autoridades electorales y partidos políticos oficiales en toda la República mexicana. Después de conocer con declaraciones y confesiones propias el cinismo de los funcionarios gubernamentales que informan de las intervenciones norteamericanas en asuntos políticos, militares, policíacos, de seguridad y de espionaje. Es decir, que los funcionarios norteamericanos están interviniendo, imponiendo, presionando y dirigiendo actuaciones de esos mismos funcionarios y de instancias gubernamentales.
¿La vía electoral no está agotada? Después de la implantación de las llamadas «reformas» re-neoliberalizadoras y entreguistas de Peña Nieto con aval de todos los partidos políticos por omisión, aceptación, falta de acción o inacción; incluido Morena, o más claro su dirigencia que sí las denunció y las cuestionó pero no actuó en consecuencia por darle prioridad a los trámites, gestiones y cuidados de garantizar su registro (¡que, ojo, Morena considera un triunfo histórico!) y por tanto por priorizar lo electoral. Si no recuérdese que pasó con la llamada e impugnada «reforma energética» donde en Morena (y en el PRD, que -por cierto- ambos nunca se pusieron de acuerdo sobre la misma iniciativa) sólo hicieron campaña de reunir firmas creyendo y confiando en que la suprema Corte de Justicia de la Nación (máxima instancia judicial del estado mexicano) iba a fallar a favor del plebiscito para que los ciudadanos votaran si se aceptaba la reforma energética o se rechazaba y por ende se revertía. Cuando está más que claro que todas (o casi todas) las instituciones son corruptas y cuando se ha evidenciado hasta el cansancio que existe un amafiamento entre todas ellas: presidencia, cámaras, partidos, tribunales, policía, ejército, agencias electorales, estructuras de los gobiernos de los Estados y municipios, etcétera.
Y sobre todo ¿la vía electoral no está agotada? después del parteaguas evidenciada del movimiento Iguala-Ayotzinapa de la podredumbre del régimen político completo (o casi completo). Precisamente del contubernio entre el crimen organizado, los funcionarios y los burgueses. De que hemos visto en estos 5 meses de que la oligarquía, los poderes establecidos (principalmente el Estado Forbes y necropolítico) y los fácticos no van a ceder para nada en sus formas y políticas de beneficio a los capitalistas nacionales e internacionales, y tampoco van a ceder a las demandas populares económicas, de justicia y de democracia, sino, por el contario, están dispuestos a utilizar toda la fuerza del Estado por defender esos privilegios, esas formas y esas políticas capitalistas salvajes hasta el grado de justificar y alterar las escenas de sus crímenes y aún aumentar la militarización y las represiones.
¿Qué significado, qué sentido y qué incidencia política moral y de conciencia ha tenido el verdadero «Somos Ayotzinapa» en los sectores populares, en las izquierdas y en el pueblo en general después de 5 meses de movilizaciones, acciones, recorridos, denuncias, participaciones, actos, manifestaciones, etc.? La llamada izquierda responsable o izquierda domesticada o, mejor, pseudo izquierda hace eco a Peña Nieto y sus corifeos en el llamado a «superar» Ayotzinapa; les incomodan las acciones, las denuncias en foros nacionales e internacionales, les estorba la agitación, la exigencia, la construcción de organizaciones populares no electoreras y verdaderamente de izquierda y antisistémicas. Porque esa izquierda y otras semejantes desde sus posicionamientos, desde sus negociaciones con el poder gubernamental y/o desde su visión electoralista en la que confían casi o totalmente de manera ciega e inamovible, «porque es la única vía pacífica y viable de transformar las instituciones», no quieren o no pueden darse realmente cuenta de hay un antes y un después de Iguala-Ayotzinapa.
Las elecciones de este 2015 están siendo aprovechadas para dar carpetazos, para volver a la normalidad electoral, para bombardear inmisericordemente, confundir y despilfarrar millones y millones de pesos mientras se reprime masiva o selectivamente «a los alborotadores» (es decir a los luchadores sociales), se recortan gastos y se posponen los ajustes económicos severos para después de las elecciones.
No es por antielectoralismo por lo que criticamos, denunciamos y nos oponemos hoy por hoy a la vía electoral, porque sabemos que este medio electoral ha funcionado en otros países latinoamericanos y europeos para poner algunos diques a las políticas capitalistas salvajes. No, no es por ello, es por análisis concreto de la realidad concreta de la situación mexicana. El medio electoral en México es ahora más que nunca un circo y un distractor en este 2015, con el bochornoso espectáculo de todos los partidos peleando canonjías, «huesos», puestos en sus reuniones internas y en el mismísimo Instituto Nacional Electoral donde la rebatinga está a la orden del día. Candidatos despechados, candidatos denunciados, candidatos que pretenden formalmente ser blindados de conexiones con el narco, candidatos chapulines de puesto a puesto o de partido a partido. En días recientes del PRD a Morena, de Movimiento Ciudadano a PRD, de PAN a PRI, del Partido Verde al PRI, etc. Nadie se salva de este reacomodo por deleznables conveniencias.
Y no bastan los sermones moralistas, preventivos, advertidores o caudillescos para vacunar estos vicios estructurales del régimen electoral y electorero que se han agudizado y que hoy en el contexto de la coyuntura Iguala-Ayotzinapa aparecen como ridículos y macabros. No votar por nadie, abstenerse o valerle «un pepino» las elecciones al común de los ciudadanos puede tener varias interpretaciones y consecuencias políticas y una de ellas puede ser favorecer al PRI o al gobierno. Pero boicots activos y autoorganizativos, boicots que prioricen la movilización, la discusión, la concientización y las acciones politizadoras puede funcionar como un antídoto frente a la idiotización y el simulacro electoral que genera angustias, incertidumbres, culpas y/o burlas de los televidentes, transeúntes o radioescuchas que reciben los mensajes machacadores de «hacerlo por México, por ti, por todos».
Lo que veo es que todos los oficiales y oficialistas llaman a votar, desde esos spots hostigadores y estupidizadores en los medios masivos del INE y todos los partidos incluidos los recién registrados que prometen ser diferentes o alternativos; hasta las declaraciones un tanto cuanto esquizoides de Andrés López Obrador (del que su partido y él mismo considero, en efecto, que son lo «menos peor» de los oficiales, pues yo mismo en 2012 llamé activamente a votar x él) que fustiga a los abstencionistas por ser ingenuos o hacerle el gran juego al PRI-Gobierno, pero al mismo tiempo truena y manda al carajo contra y a los tribunales, y a todas las instituciones y funcionarios corruptos y «maiceados». Entonces ¿porque confiar participar y hacerle el caldo bien gordo en y a esas instituciones, sus protagonistas, sus procedimientos, sus jurisdicciones y sus resoluciones?
En Morena claro que hay gente valiosa no solo dirigentes o miembros de la clase política sino luchadores, artistas, intelectuales como Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II, Héctor Díaz Polanco y Armando Bartra; y sobre todo sus activistas y sus bases. A propósito del debate abierto entre votar o no votar en esas elecciones intermedias en México entre destacados miembros de la izquierda latinoamericana, cabe señalar que este último intelectual ha escrito un texto a favor de votar y a favor de Morena y de López Obradori, pero ha recibido críticas valiosas y significativas, por ejemplo, de Gilberto López y Rivasii y Guillermo Almeyraiii. Y conviene recordar el panfleto firmado por organizaciones simpatizantes de la IV Internacional de que más allá de las votaciones o del votar o no votar existe una tarea y un compromiso más trascendental para la verdadera izquierda mexicana, sus luchadores, sus instancias y sus organizaciones: que es el de unificar y construir programas comunes de lucha, acción y compromisoiv
Propuestas
La cuestión medular en esta coyuntura y concretamente en este debate entre los significados y consecuencias de votar o no votar y específicamente en el caso de Morena y las organizaciones y movimientos a la izquierda de ese partido:
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No consiste -como creen varios compañeros y camaradas honestos- en votar por Morena para que el PRI y el peñanietismo no avance más y luego controlar o vigilar a Morena para que no se «perredice», sino exigirle a Morena ser consecuente en las luchas de a pie y no de curules. ¿Hay una política realmente comprometida de Morena o acaso está integrado este partido al Somos Ayotzinapa vs, gobierno peñanietista?
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No confiar ya más en que la vía electoral en analogía con otros países, puede generar en México un gobierno más honesto o menos neoliberal, o más nacionalista o popular a partir de supuestos candidatos honestos (y/o insaculados), y de que EUA, el gobierno y sus instituciones electorales van a «reconocer» o aceptar por esa única vía «pacífica y democrática» un triunfo significativo de la centro-izquierda. Y además no creer de que el mero voto urnífero, los mítines y asambleas de apoyo a candidatos menores y mayores pueden garantizar institucionalmente o cuantitativamente el triunfo de las luchas contra el neoliberalismo.
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Por lo tanto hace falta el debate, la discusión, las propuestas alternativas y/o, en todo caso complementarias, críticas y activas frente a los procesos electorales y electoreros actuales y los que se avecinan. Y, ¡claro!, frente a lo poselectoral y no electoral. En este sentido el movimiento, las construcciones organizativas, las iniciativas y en general, la coyuntura Iguala-Ayotzinapa y su lucha y realización por la auténtica verdad histórica son los referentes/ejes verdaderos, legítimos y potenciadores de las luchas por la justicia, la dignidad, la democracia, las luchas antisistémicas y de la izquierda consecuente en México. ¿Por qué?, ya lo hemos explicado en los artículos anterioresv: porque, por un lado, han puesto en evidencia el verdadero rostro necrófilo y putrefacto del neoliberalismo mexicano (y todas sus instituciones y actores) y, por otro, han abierto un espacio a la lucha, a la organización conjunta y confluyente y a la construcción de formas de gobierno y autogestión (y autodefensa) desde abajo y han señalado la necesidad de acabar de una vez por todas con el gobierno cínico (y sus aliados nacionales e internacionales) y con sus lastres expoliadores y opresores.
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¡Fuera Peña Nieto, abajo el neoliberalismo! ¡Vivos los desaparecieron, vivos los queremos, vivos ya!
Notas:
i Véase «Votar o no votar: ¿he ahí el dilema?», en www.jornada.unam.mx/2015/02/08/opinion/008a1pol
ii Véase «Votar o no votar: ¿es ése realmente el dilema de México?», 12-02-2015, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=195374
iii Véase «Sobre el boicot a las elecciones en Guerrero», en La Jornada, 8 de febrero de 2015. Y «Nuevamente sobre el boicot a las elecciones en Guerrero», en La Jornada, 15 de febrero de 2015.
iv Véase «¡Forjemos la Unidad, desterremos el sectarismo!», 15-01-2015, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=194320&titular=%A1forjemos-la-unidad-desterremos-el-sectarismo!-
v Véanse: «La Lucha por la verdad y la credibilidad», 09-02-2015, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=195214&titular=la-lucha-por-la-verdad-y-la-credibilidad-. «Los estudiantes y familiares de Ayotzinapa:Liderazgos críticos para la primavera vital», 27-12-2014, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=193676&titular=los-familiares-y-estudiantes-de-ayotzinapa:-liderazgos-cr%EDticos-para-la-primavera-vital-, «Peña Nieto (y Mancera) provocadores y escarmentadores del Estado represor», 28-11-2014, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192557&titular=pe%F1a-nieto-(y-mancera)-provocadores-y-escarmentadores-del-estado-represor-. «El Estado mexicano Forbes y el qué hacer en la coyuntura Iguala-Ayotzinapa», 18-11-2014, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192130&titular=el-estado-mexicano-forbes-y-el-qu%E9-hacer-en-la-coyuntura-iguala-ayotzinapa-. «Iguala, Ayotzinapa y la podredumbre del neoliberalismo en México», 23-10-2014, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=191158 , «La dictadura neoliberal y la situación de los jóvenes mexicanos», 13-10-2014, en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=190752.
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