El nulo deseo de saber, entre el conocimiento y la superstición elige la superstición. Pepe Rodríguez declara con palabra escrita que lo único que hace es mostrar, a quien su mente se lo permita, lo que dice la biblia como verdad recogida del autor divino. Así salió lo que las mentes más retorcidas dicen que […]
El nulo deseo de saber, entre el conocimiento y la superstición elige la superstición. Pepe Rodríguez declara con palabra escrita que lo único que hace es mostrar, a quien su mente se lo permita, lo que dice la biblia como verdad recogida del autor divino.
Así salió lo que las mentes más retorcidas dicen que creen.
Por parte de Pepe Rodríguez entendemos bien a las claras que no se trata de juzgar sino de exponer tal cual, de manera sencilla e ilustrativa lo que está escrito. Tanto es así que Pepe asevera: «¿cómo apartarnos de Dios si en todo este libro no haremos más que leer su palabra directa y eterna dándola por cierta?».
«Los pésimos ejemplos de Dios», se titula el libro que repasa la biblia, y, nuestro autor comienza por aclarar el significado y la procedencia del término «biblia», para, a continuación, explicar los diferentes contenidos de cada una de las biblias de cada una de las creencias: judíos, católicos, ortodoxos y protestantes, acompañándolos de la procedencia de sus escritos, y, señala en base a qué los diferentes traductores y correctores han hecho su tarea. Se detiene para indicar que tanto lo dicho y vigente en la creencia, en el Viejo como en el Nuevo Testamento, aunque contradictorio, los mandatarios religiosos consideran verdad divina, verdad absoluta.
Desgrana una tras otra las concepciones establecidas como inamovibles y eternas que forman un todo con amenazas y castigos, y, variaciones según intereses de los dirigentes gobernantes del momento.
Pepe Rodríguez nos muestra a los lectores las leyes divinas en las que el ser que se hace llamar misericordioso asevera que caerán todo tipo de males al que no le tema, y transcribe los mandamientos que titula «Dieciséis mandatos inmorales de Dios»: Los que dignamente se niegan a ser esclavos de quien manifiesta tener el mandato divino, serán pasados a cuchillo. Al hermano, hijo, mujer que adopta otra creencia: serán pasados a cuchillo. Si los habitantes de otra ciudad piensan de manera diferente: los pasarás a cuchillo… y prenderás fuego a la ciudad… Asesinar sin mandato divino no se ve muy bien, aunque se admite la esclavitud, y el apaleamiento a condición de dejar al esclavo mal herido y que muera al día siguiente.
Reproducción protegida: si se pega a una mujer embarazada y muere el feto, no pasa nada, pero si muere la reproductora, habrá más que palabras.
Pagar al padre por desvirgar a una joven.
El hombre puede repudiar a la mujer y divorciarse de ella, pero ella no puede hacerlo.
El principio es ir contra las mujeres, los homosexuales, y las gentes de color.
El reparto no equitativo de la riqueza crea ricos y pobres, y los pagos afianzan la injusticia, es tal y como quiere dios y esa es su palabra.
Usura, los intereses para cobrárselos al extraño.
A continuación unas páginas para sacar a la luz a cobardes, tramposos y ladrones premiados por Dios.
¿Cómo llamaría usted a Abraham, que traficó con su mujer para obtener fortuna y dejó que muriesen inocentes por su culpa? Pues el hijo, Isaac, hizo lo mismo, y fue bendecido por Yavé y le hizo muy rico. Pero la familia no descansa: Isaac conocerá, no verá por ser ciego, el engaño entre sus hijos Jacob y Esaú, y a él mismo, además de la venganza sangrienta por todo ello.
La lectura de la biblia por Pepe Rodríguez a ras de letra, es una entrega enormemente generosa para el lector de todo lo que no sabe porque no la ha leído. La iglesia ha conseguido entre prohibiciones y lecturas a su cargo, que la inmensa mayoría de los católicos, siendo su libro sagrado, no lo conozca.
Los valores que sus defensores han difundido son los valores de la sociedad que conforma el capitalismo en que vivimos, aunque, eso sí, para hablar en general los dos entes gobierno e iglesia se muestran muchas veces como órganos separados; la burla de la civilidad, el escarnio, el insulto a la razón la encontramos cuando al leer la biblia, de biblo, de bliblioteca, de libro, los brujos de la iglesia nos dicen por escrito que las desgracias nos suceden por mandato divino, y, robar, asesinar, violar, vender a las mujeres, hacer esclavos, enriquecerse a costa de otros, llevar la guerra a otras tierras,… todo está bendecido. Cualquiera diría que muchos de los gobernantes de la globalización capitalista siguen la biblia al pie de la letra, juran sobre ella, se hacen aconsejar por encargados divinos de su lectura, hacen y deshacen en su nombre, cumplen con tantos versículos que, como declara Pepe Rodríguez, así nos explicamos el éxito criminal.
Con la exposición detallada del contenido de la biblia queda meridianamente claro que sólo una sociedad laica puede ser mínimamente democrática, y que allí donde hay religión, lo hemos leído en la biblia, no hay libertad de conciencia. Por eso, que el Estado financie creencias religiosas, financie la libertad religiosa, financie los pilares de la injusticia social, es el equivalente de la protección que ejerce del liberalismo en economía -al que antes del fracaso de 1929 se llamaba capitalismo- o dicho de otro modo, la financiación de la religión por parte del Estado ataca la libertad de conciencia, así como sostiene la explotación social haciendo esclavos a los trabajadores, negándonos el derecho a la igualdad.
Tan unidas están religión e injusticia que podríamos dejar aquí la conclusión de un historiador, del que no recuerdo el nombre, usted me perdone, que tras estudiar las revueltas de los trabajadores en España contra su explotación, concluyó: «según las circunstancias históricas, los españoles van detrás de un cura con un cirio o con un garrote».
La lectura de Pepe Rodríguez de la biblia es meridianamente clara.
Título: Los pésimos ejemplos de Dios, según la Biblia.
Autor: Pepe Rodríguez.
Ediciones Temas de Hoy.