1. Hoy escuché a Enrique Krauze -entrevistado por Ciro Gómez- al presentar un libro de artículos y ensayos que escribió desde el gobierno de Miguel de la Madrid hasta la presidencia de López Obrador (1982 a 2021).
Este personaje, junto a Aguilar Camín, Jorge Castañeda y otros parecidos a ellos, hace mucho que –si tuvieran vergüenza por su entreguismo a todos los gobiernos, sumisión y oportunismo- deberían estar calladitos. Los tres son “intelectuales” con mucho dinero recibido de los gobiernos y los empresarios porque han sabido moverse en varios negocios como empresarios en libros, revistas, programas televisivos y el Castañeda como secretario de Relaciones Exteriores del gobierno derechista de Fox.
2. No me interesan sus relaciones familiares, pero políticamente los tres inteligentes en el “análisis de la realidad” –además de anticomunistas- han apoyado a los gobiernos en turno con sus consejos; por ello también los gobernantes han colaborado económicamente con los “intelectuales” en las ediciones de sus empresas, comprándoles decenas de miles de sus libros y revistas. Conozco gran parte de los libros y ensayos históricos de Krauze, he leído poco de Aguilar, pero de éste y de Castañeda conozco artículos, entrevistas y muchas declaraciones. Son personajes con pocas ideas, muy derechistas, que se colocaron en el mercado metiéndose mucho en programas televisivos donde lograron ser muy conocidos.
3. Los tres fueron “analistas críticos” de diferentes gobiernos con los que –al ser también sus consejeros- nunca se confrontaron porque siempre les otorgaron muy grandes subsidios. Los libros de Krauze que con más interés y entusiasmo leí fueron los “Caudillos culturales…” (1976) y los tres tomos de “Siglo de caudillos” (1994-1997). El libro que hoy presentó Krauze, como él mismo dijo, es una recopilación de sus principales ensayos que abarcan 40 años de gobiernos. Lo destacado en esa presentación no fue Krauze sino el periodista Gómez Leyva que repitió sus palabras fascistas de siempre demostrando con ello que derechistas López Dóriga y Loret de Mola le quedan chicos. Debe tener un hígado muy fuerte o a punto de estallar.
4. Ahora se publica que al fin el presidente López Obrador empezó a apretar con un “acuerdo de infraestructura para agilizar procesos” relacionados con las obras de gobierno. Con él busca evitar los amparos de grupos de interés que buscan hacer fracasar las obras, por lo que les pidió actuar con decencia. Y puso un ejemplo: “¿Se imaginan si a Claudio X. González, papá e hijo, junto con el ex ministro Cossío, se les ocurre que hay que meter un amparo para detener la obra porque está muy lejos el aeropuerto”? Meten un amparo que apoya un corruptísimo juez para frenar la obra y con ello ya no se terminaría, comentó a la prensa López Obrador.
5. De manera especial destacó que el acuerdo –que no decreto, precisó– ayudará para culminar las obras en tiempo. Por ese hecho casi todos los medios de información enemigos de López Obrador lo han estado calificando de dictador. Yo, al contrario, pienso que debe dar más fuerza a su gobierno blandengue para evitar que sus enemigos lo sigan montando a su gusto. Ya parece gobierno de “primero los ricos” porque ninguno de los 500 denunciados como ladrones, vendedor de concesiones y asesinos, va a la cárcel. ¿Por qué no se elevan los impuestos a los ricos y se les obliga a pagarlos? ¿Qué pasaría si como en El Salvador cesan de sus funciones jueces, magistrados, así como los que estén cobrando más que el presidente?
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