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Líbreme Dios de las fuerzas del cielo

Fuentes: Huella del Sur

Se ha vivido una semana agitada en la que la agenda electoral no consiguió la ocultación de variadas fuentes de controversias.

Logros” en la economía.

El gobierno ha reconstruido en estas últimas semanas el discurso triunfalista acerca de la marcha de la economía. Ya no es sólo el artilugio de presentar el apurado recurso al Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de un plan cuyas metas se hallaban establecidas desde meses antes. Algo carente de verosimilitud a la luz de los lineamientos anteriores de la política económica.

Nos referimos a que el índice de inflación de abril ha sido alto pero no se encaminó hacia el 5% o más que marcaban algunas predicciones. Ha sido del 2,8 % . El oficialismo puede así dar algo de aire a la “estabilización”, a la que lo ha apostado casi todo en materia de futuros éxitos electorales.

La evolución de los precios viene a complementarse con la moderada alza del dólar después de la flexibilización del “ancla cambiaria”, que ha quedado por ahora por debajo de los 1200 pesos.

Este comportamiento de la divisa estadounidense contrarió las premoniciones de una rápida elevación a la cota superior del sistema de bandas, establecida en 1400 pesos por dólar. La “alegría” en torno a la moneda preferida por muchos argentinos intenta ser reforzada con una “amnistía” general para el uso de dólares no declarados para operaciones de cualquier tipo.

Podría ser una vía libre para los dólares del narcotráfico, el contrabando, la trata y cualquier otra fuente ilícita. Se postergó el anuncio, de intención electoralista, porque en el gobierno estarían trabajando en el “encuadre jurídico” de la decisión.

La administración de Javier Milei ha conseguido recuperarse al menos en parte de la sarta de desaguisados que venían en curso desde el mes de febrero. Lo que no quita que este alivio puede ser muy pasajero.

La supresión de aranceles para la importación de celulares y otros artículos electrónicos entraña un golpe para los ensambladores de Tierra del Fuego. Y sobre todo marca una perspectiva de desempleo para varios miles de trabajadores que se desempeñan en la isla.

Las grandes empresas afectadas ya tienen en marcha mecanismos de compensación. Se diversifican en nuevas actividades dentro y fuera de la isla. Tratarán de caer parados. Pueden pasar a la importación directa de los celulares y otros artículos electrónicos como televisores y aires acondicionados, de modo de preservar sus ganancias en el mismo ramo.

De cualquier manera el gobierno abre un costado de conflicto con un sector de grandes empresarios. En parte para cumplir compromisos asumidos con el FMI) Y asimismo como recurso electoral, al presentarse en lucha contra los “privilegios” y a favor del consumo.

Una respuesta rápida ha provenido del sindicato metalúrgico de la provincia austral, que se ha lanzado a un paro por tiempo indeterminado.

Ataque y respuestas a trabajadores y jubilades.

Los conflictos ya desatados o latentes se acumulan. Esa dinámica no se ha detenido porque la CGT recayó en su actitud habitual de usar una medida de fuerza como válvula de escape, sin acompañarla con un plan de lucha.

No es novedosa la constatación de que el Estado “ultraliberal” se encuentra activo para enfilarse contra los intereses de los trabajadores. Con lineamientos que van desde la depreciación del salario hasta una “reforma laboral” que arrase derechos arraigados en la mayor medida posible.

En estos últimos días hubo avances en la desregulación de las relaciones de trabajo : El gobierno va por la abolición de la indemnización por despido, en cumplimiento del decreto 70/2023 y la llamada “ley bases”. Busca la plena potestad de las patronales para prescindir de los trabajadores sin ningún costo adicional.

Y del efecto disciplinador para los empleados. Quienes sabrán que pueden encontrarse con la cesantía en cualquier momento, sin sanciones para el patrón.

Se anunciaron nuevas “pisadas” a los convenios colectivos, como en el caso de la alimentación y los metalúrgicos, dos sindicatos “grandes” que seguirán al de comercio en el aplastamiento salarial. En apariencia se mantiene la actitud de las autoridades económicas de presionar a la secretaría de trabajo para que no otorgue aumentos superiores al 1% mensual.

Con una inflación que oscila en torno al 3% eso equivale a una desvalorización continua y considerable del poder adquisitivo de los salarios. Se ha generado una reacción en un sector del sindicato de colectiveros (UTA), que resiste una paritaria que juzgan desfavorable.

Lo de sobra evidente es que el elenco gubernamental sigue con empeño una tesitura que asumió desde el comienzo de su gestión: El único precio de la economía que no estaba atrasado ni requería de ningún “sinceramiento” era el salario. Por el contrario, si hay “sinceridad” es la del propósito de hacerlo disminuir en forma constante

Un asomo de conflicto de mayor alcance en torno a salarios se da en el campo universitario. Extendido a docentes, no docentes y estudiantes. Sus organizaciones harán la semana entrante una “visibilización” con diversas manifestaciones. La idea es converger en la tercera gran marcha universitaria hacia finales de este mes.

La movilización no se remite al debate de los convenios colectivos. Está pensada como respaldo a un nuevo proyecto de ley de financiamiento universitario. Y sobre todo como reingreso de la cuestión de las universidades al primer plano de la agenda pública, tal como ocurrió el año pasado.

Los gases de cada miércoles.

Se produjo un nuevo episodio de la represión semanal contra jubilados y jubiladas. Esta vez se sumaron a la movilización sacerdotes católicos y pastores evangélicos, que sufrieron también la represión. Por segunda vez ocurrió con el padre Paco Olveira, miembro de la agrupación sacerdotal ligada a la opción preferencial por los pobres.

Todo como demostración de fuerza del gobierno. Y en defensa de la marginación de millones de argentinas y argentinas que cobran un haber mínimo irrisorio y ven congelado el bono compensatorio que se le agrega. Sigue clavado en 70.000 pesos pese a su afectación por tasas muy elevadas de inflación.

El conjunto se completa con la supresión de la moratoria previsional. Un gran número de compatriotas verán así frustrado su acceso a la jubilación. Sólo podrán acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), más baja todavía que la mínima. Y sólo obtenible, en el caso de las mujeres, con 65 años cumplidos.

Un interrogante espinoso es por qué las manifestaciones de los miércoles siguen siendo muy acotadas, con unos pocos centenares de participantes. Los acompañamientos más numerosos han sido esporádicos. Así los que ensayaron las hinchadas de fútbol, algunas organizaciones sindicales e incluso la propia CGT. Ahora se han sumado grupos religiosos. Por el momento sólo en un pequeño número que no modifica la situación habitual.

La mayoría de las semanas el espectáculo es el de menos de dos centenares de personas hostigadas por un número varias veces mayor de integrantes de las fuerzas represivas.

Las “apasionantes” elecciones.

Los comicios locales en la ciudad autónoma han sido “nacionalizadas” a conciencia por las dos vertientes principales de la derecha. Tanto que buena parte de los candidatos ni siquiera se ocuparon de disimular su falta de interés o desconocimiento acerca de los problemas de la ciudad. Una muestra más, entre tantas, de desconexión entre la dirigencia política y la ciudadanía.

La Libertad Avanza (LLA) espera convertir a la votación porteña en un adelanto del ocaso nacional de PRO. Ganar en la Ciudad Autónoma a un partido que partió desde allí a consagrarse como fuerza nacional sería un veredicto ilevantable sobre el poderío de cada fuerza.

Y si se diera, lo que se supone que es menos probable, que LLA consiguiese el primer lugar por sobre el candidato del peronismo, tampoco se privarían de anunciar con toda la voz el comienzo de la extinción de la era K. Y el inicio de la hegemonía “libertaria”.

Este choque entre derecha extrema y “tradicional” con mejores perspectivas para la primera se completa con los desprendimientos de esta zona del arco político. Fragmentos del antiguo Juntos por el Cambio dan lugar a otras tres listas y una disidencia de LLA aporta una más. Así se llega a un total desmesurado de 17 nóminas.

El show de acusaciones cruzadas por el rechazo de la ley llamada de “ficha limpia” fue el prólogo del cierre de las campañas electorales. Los llantos “republicanos” tuvieron como contrapunto a los insultos del presidente y sus adláteres, imperturbables frente a las acusaciones de haber sido los verdaderos causantes de la no aprobación.

Una incógnita relevante es si las elecciones porteñas reproducirán los bajos niveles de asistencia de los electores que se observó hasta ahora en las votaciones provinciales, incluida la de un distrito “grande” como Santa Fe. Si CABA refuerza la tendencia ya podría hablarse de un nuevo piso de la participación electoral de un nivel antes desconocido.

El involucramiento de la ciudadanía en el funcionamiento de las instituciones políticas está por los pisos, eso es claro. La expectativa de sectores populares con el gobierno Milei se encuentran en un gradual descenso. Lo que no equivale a un vuelco a otras alternativas. El peronismo alicaído no despunta como muy atractivo. Y “centroderechas” y “centroizquierdas” padecen una prolongada anemia política, sin alternativas.

El gobierno ha esbozado medidas electoralistas de la llamada agenda “antiwoke”. Alcanzan a las mujeres y a los migrantes. Se supone que para regocijo de los varones jóvenes de propensiones machistas que formarían parte sustantiva de su electorado más fiel.

Se formalizó el cese de programas vinculados a derechos de las mujeres y les niñes. En los hechos ya se hallaban desfinanciados y desmantelados. La evaluación más extendida es que se lo publicita ahora con los mencionados fines electorales.

También se anunció legislación contra les residentes extranjeros y quienes buscan ingresar al país., Las nuevas normas facilitarían expulsiones. Y dificultarían ingresos bajo el pretexto de una mayor “seguridad” que proteja a la sociedad de delincuentes de fuera de las fronteras. Todo orientado a “perejiles” y no a la delincuencia de verdadera complejidad, que factura millones y actúa con “guante blanco”.

De ese modo el oficialismo busca un triunfo que acentúe aún más su deriva reaccionaria. Esa sedicente “libertad” que equivale a maniatar a la gran mayoría para que una pequeña minoría de acaudalados experimente la libertad de incrementar sus ganancias.

Algo interesante de las elecciones de este domingo es la posibilidad de que la izquierda tenga una buena actuación y supere el mínimo del 3% para acceder a una banca legislativa. La primera candidata es la dirigente del Partido Obrero Vanina Biasi. Como es sabido el cargo es rotativo entre las fuerzas de la coalición de izquierda, un buen gesto contrario a protagonismos excesivos. Y un modo de sostener la alianza.

Del resto de las fuerzas que se presentan, sólo llamó algo la atención de sectores más progresivos la nueva alianza Confluencia. Su primera postulante, María Eva Kousovitis al menos mostró motivación y conocimiento acerca de los temas de la ciudad, algo ausente en la mayoría de las otras listas.

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Hoy no puede esperarse otra cosa del gobierno Milei que la profundización del rumbo que en parte reflejamos más arriba. Lo hará lo mismo a caballo de un buen resultado electoral o como réplica a una votación deslucida. Utilizará su desbocado sentido de la persuasión o recurrirá a las acciones represivas como sustento privilegiado. Ni el Congreso, ni el voto, ni los reclamos judiciales son hoy mecanismos aptos para ponerle un freno.

La profundización y masividad de los conflictos es parte del camino. La construcción de una propuesta política dotada de amplitud y profundidad propositiva es un sendero de mayor alcance y dificultad. Sin el cual no hay probabilidad de triunfo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.