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López Mateos encarceló a Vallejo y Salinas a «LaQuina»

Fuentes: Rebelión

1. Aunque muy diferentes en ideología y comportamiento, Demetrio Vallejo y Joaquín Hernández Galicia (La Quina), siendo poderosos dirigentes sindicales de los obreros ferrocarrileros y petroleros, respectivamente, tuvieron que pasar muchos años en la cárcel porque los presidentes de la República en turno así lo quisieron y porque los obreros (amenazados y manipulados) nada pudieron […]

1. Aunque muy diferentes en ideología y comportamiento, Demetrio Vallejo y Joaquín Hernández Galicia (La Quina), siendo poderosos dirigentes sindicales de los obreros ferrocarrileros y petroleros, respectivamente, tuvieron que pasar muchos años en la cárcel porque los presidentes de la República en turno así lo quisieron y porque los obreros (amenazados y manipulados) nada pudieron hacer para arrancarlos de prisión. En 1958/59 Vallejo encabezó la lucha y las huelgas ferrocarrileras más importantes de la historia de México siendo encarcelado (junto a más de 10 mil obreros detenidos en locales sindicales) por órdenes del presidente López Mateos quien se autocalificaba de «izquierda». Exactamente 30 años después el presidente neoliberal Carlos Salinas metió a la cárcel a «La Quina» que, a pesar de ser un corruptísimo líder petrolero del PRI, se confrontó fuerte con el director de PEMEX y con el mismo Salinas.

2. Las organizaciones obreras mexicanas han sido corporaciones controladas por los gobiernos del PRI y de sus antecesores. Desde que en 1918 nació la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos (CROM) bajo la dirección de Luis Morones y el nacimiento de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) en 1936 bajo la dirección de Lombardo Toledano y Fidel Velázquez, los distintos gobiernos usaron a los obreros y demás trabajadores como simples instrumentos de voto y apoyo. Esas organizaciones y sus dirigentes fueron el brazo derecho del partido oficial. Velázquez estuvo en la dirección de la CTM desde su fundación y sólo la dejó al morir en 1997, es decir, casi 60 años. Fue tan grande el poder de este personaje que llegó a ser uno de los cuatro o cinco personajes que «destapaban» al candidato del PRI y seguro presidente. El sindicalismo independiente no representó ni el dos por ciento del sindicalismo oficial.

3. Vallejo y «La Quina» fueron líderes radicalmente diferentes. El primero era un auténtico obrero ferrocarrilero oaxaqueño de oposición política y sindical que comenzó su lucha en abril de 1958 con la creación de la Gran Comisión pro/aumentos de salario con delegados de todas las secciones del sindicato. Así surgió el Plan Sureste en Matías Romero con Vallejo a la cabeza. Mediante ese Plan se organizaron en junio paros escalonados de 2, 4, 6, 8, horas que funcionaron cronométricamente en el país obligando al gobierno a ofrecer un aumento de 215 pesos. Inmediatamente se organizó una Gran Convención para elegir nuevo secretario general nacional del sindicato de ferrocarrileros saliendo electo Demetrio Vallejo por unanimidad, pero la secretaría del Trabajo se negó a reconocerlo. En julio se organizó una enorme manifestación con la solidaridad de maestros, petroleros, electricistas, telegrafistas, estudiantes, etcétera.

4. Otra vez los ferrocarrileros convencionistas organizaron un Plan de paros escalonados para el reconocimiento de Vallejo, comenzando el 31 de julio de 2 horas, al día siguiente de 3 y luego de 5 horas. El gobierno no resistió y acudió a la represión. Agentes secretos, judiciales, policías, con apoyo del ejército, asaltaron locales sindicales en medio de una nube de gases lacrimógenos, golpeando e hiriendo a muchos trabajadores, encarcelaron a 200 y causaron la muerte de tres. A los pocos días de aceptó el registro de la candidatura de Vallejo y al realizarse las elecciones obtuvo la victoria con 59 mil 760 votos contra nueve de la planilla gobiernista o charra. La campaña anticomunista contra Vallejo arreció en todos los medios hasta llegar marzo/abril de 1959 que ante un planteamiento de huelga pendiente a favor de los ferrocarrileros del Pacífico y el Mexicano, surgió la represión brutal definitiva.

5. El caso de La Quina es diferente. Aunque ingresó al sindicato petrolero en 1945, diez años después aparece participando en grupos de líderes corruptos que buscan adueñarse de la dirección del sindicato de petroleros. Desde principios de los sesenta pertenece a la estructura charra de la CTM dirigida por Fidel Velázquez y mantiene amistad con todos los presidentes de la República del PRI. Su poder en estado de Tamaulipas fue total, así como en todas las regiones petroleras. La realidad mostraba que era un verdadero cacique sindical que se había hecho multimillonario (junto a sus incondicionales) de los negocios en PEMEX y de las cuotas sindicales. El desprestigio de la dirigencia sindical contaminó a todo el sindicato. Los gobiernos del PRI aprovecharon la podredumbre sindical para participar también ellos en el saqueo de la paraestatal. A pesar de ello PEMEX alcanzaba para todos, por eso la mala administración continúa.

6. Si dirigencia sindical, gobierno y PRI eran lo mismo, ¿por qué entonces surgieron los choques y el encarcelamiento de La Quina? Porque éste se atrevió a criticar, como si fuera de la oposición, la política económica del director de PEMEX, Mario Ramón Beteta, así como al presidente De la Madrid. Se acusó al dirigente de haber tenido entrevistas con Muñoz Ledo y con Cárdenas antes de las elecciones, así como haber contribuido a que en los distritos petroleros Cárdenas haya obtenido alta votación. Se le acusó de haber apoyado «la propuesta de la izquierda de mayor inversión en PEMEX» y que preparó una denuncia sobre el fraude en la bolsa de valores en el que intervinieron personas de alto poder. Aún más se acusó a La Quina de preparar una huelga si el gobierno intentaba privatizar la paraestatal. La realidad es que Hernández Galicia se convirtió en un peligro para el salinismo, por eso fue encarcelado.

7. En la represión contra Vallejo en 1959, que contaba con el apoyo probado de casi 60 mil ferrocarrileros, al gobierno de López Mateos no le tembló la mano. Con el apoyo de miles de elementos del ejército saltó todos los locales seccionales y encarceló a 0 mil obreros que salieron a defender a su sindicato. En el caso de La Quina tres camiones militares con un centenar de soldados rodearon su casa y algunos entraron como comando para detener, tirar al suelo y atar a los diez petroleros que estaban en audiencia. No sólo estaban preparados los reporteros sino que en ambos casos los medios de información pasaron horas y días completos justificando la represión. En el caso de los ferrocarrileros vallejistas la campaña anticomunista jamás cesó porque en esos meses había triunfado la revolución cubana y los estudiantes de América Latina protestaban contra el imperio yanqui, de manera especial contra el vicepresidente yanqui Nixon.

8. Como pasó en el caso del magisterio en que Salinas al desconocer a Jonguitud impuso de inmediato a su sustituta Esther Gordillo, en el caso petrolero organizó una tramposa elección para imponer a Guzmán Cabrera quien rápidamente declaró su total apoyo al gobierno de Salinas y al PRI. En el sindicato ferrocarrilero después de la represión de 1959 quedaron varios núcleos obreros que continuaron luchando contra el charrismo, pero a los pocos años se debilitaron. En el caso de los petroleros nunca se pudo consolidar un movimiento importante de oposición. Al interior del Sindicato de Maestros, el SNTE, existe una gran lucha de la Coordinadora (la CNTE) que abarca muchos estados de la República y se ha consolidado en ocho. El gobierno sigue contando con la gran fuerza de la policía y el ejército para desbaratar las luchas de los trabajadores y para encarcelar a sus dirigentes, pero por la falta de unidad.

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