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López Obrador, Marcos y el Papa, movilizando almas

Fuentes: Rebelión

  1. Todos los políticos y los que dicen que no lo son, como el papa y las personas más insignificantes, mueven almas, aunque sea por unos momentos. Cualquier discurso o consejo hace cambiar, por un tiempo breve a cualquier persona, aunque después sigan las cosas igual. López Obrador llegó el sábado 6 hasta el […]

 

1. Todos los políticos y los que dicen que no lo son, como el papa y las personas más insignificantes, mueven almas, aunque sea por unos momentos. Cualquier discurso o consejo hace cambiar, por un tiempo breve a cualquier persona, aunque después sigan las cosas igual. López Obrador llegó el sábado 6 hasta el municipio «más pobre» del estado de Yucatán, Tadziú, y más de 600 habitantes -quizá la mitad de la población- lo vio y aplaudió, pero el domingo sólo quedará el comentario y los recuerdos. El lunes la población volverá a su misma dinámica y como si nada hubiera en el pasado. La modernidad capitalista impuso su dinámica en el estado de Yucatán y en México hace muchas décadas y todo parece que debe seguir igual. Se otorgaron credenciales a muchas personas, pero casi nada los cambiará, seguirán pensando igual que antes.

 

2. En la última parte de su gira el domingo siete por 25 municipios, López Obrador, después de recorrer cientos de kilómetros con la tensión en las horas, de pronunciar un discurso de 30 o 40 minutos por municipio y de mil y un saludos de mano, etcétera, se le veía agotado. El último día recorrió los municipios ex henequeneros de Tepakán, Huhí, Hocabá, Homún, Cuzamá y Tecóh. La respuesta fue entusiasta pero, por falta de trabajo político anterior, la asistencia fue de sólo unos tres mil. ¿No estará equivocada esa estrategia de que AMLO dedique sus esfuerzos a abrir brecha cuando el mismo partido no ha realizado un trabajo anterior? Pienso que había que emplazar a las cuatro corrientes yucatecas del PRD para que discutan sus diferencias a fondo, firmen acuerdos y se pongan a trabajar. Pero tampoco puede olvidarse que es un reflejo nacional.

 

3. Hace un año estuvo Marcos en Yucatán. Con enorme paciencia escuchó a más de 150 oradores que hablaron, en un 90 por ciento, de problemas archiconocidos. Marcos intervino como si fuera un moderno dios y todos escucharon «su palabra». Después de un año el zapatismo en Yucatán sigue igual o peor. Pero también vino el papa a México por lo menos en cinco ocasiones en 10 años. Millones y millones de fieles lo siguieron en pueblos y ciudades, pero los católicos son cada día menos; aunque por el gran poder del papado, apoyado por el imperio norteamericano y el capital financiero internacional, la iglesia sigue contando con un gigantesco poder en cada país. Al papa le sirven las giras porque contribuyen a unir más a los grupos financieros de poder, pero en la izquierda se requiere desarrollar antes otras estrategias de discusión y análisis político.

 

4. Muchos dirían, como en los sesenta y setenta, que «ya basta de discutir y hablar y que lo que se requiere es trabajar con la gente o con las masas». Sin embargo la realidad es que desde 1977 -cuando el gobierno por su profunda crisis política le abrió la puerta electoral a la izquierda- se abandonó un tipo de reflexión teórica para dar prioridad al pragmatismo y a la habilidad política. Los militantes y los partidos comenzaron a cumplir otras tareas, tales como las afiliaciones partidarias y la administración de los procesos electorales. La discusión teórica, filosófica y política se hizo a un lado para dar paso al pragmatismo, a la solución inmediata de los problemas para facilitar las cosas electorales y de administración. Eso dio lugar -así tenía que ser- a la búsqueda del poder a través de cualquier negociación, alianza o acuerdo en beneficio del partido. Los principios se hicieron a un lado.

 

5. Hoy nadie, o casi nadie, analiza o discute acerca del tipo de sociedad por la que se lucha, si otro mundo es posible, si el socialismo está contemplado entre los objetivos de las luchas de los trabajadores y sobre las experiencias en otros países. ¿Qué pasó con los llamados socialismos de Europa, Asia y América? ¿Qué ha pasado con las vías electorales, los movimientos de masas y las vías armadas? Parece que el pragmatismo sólo alcanza mirar los procesos electorales, hablar sobre buenos y malos candidatos o buscar la oportunidad para ganar espacios dentro del aparato de gobierno. Y si acaso se llega a plantear la lucha anticapitalista, ésta se convierte en una frase de batalla muy poco explicada y comprendida porque las tareas inmediatas, concretas, más redituables, aparecen en cada momento. Lo electoral garantiza subsidios y financiamientos.

 

6. Se necesitan movilizar almas, entusiasmar a las audiencias para lograr sus aplausos y su aprobación; es lo que han hecho desde hace muchas décadas los candidatos de todos los partidos para ganar votos. Ganar el ánimo de los compradores con anuncios superficiales y manipuladores es lo que hace la TV para que se vendan los productos que promueven. Emociones para unos días o unas cuantas horas que se renuevan con publicidad diaria que enriquece a vendedores y empresarios de TV y radio. La política para los trabajadores debe ser otra cosa: cambiar la conciencia impuesta por el sistema de opresión mediante la educación política e ideológica con el conocimiento reflexivo de la realidad que viven. Uno o dos discursos son nada si los comparamos con su cultura religiosa tradicional, el permanente bombardeo de los medios y su realidad concreta.

 

7. La giras, cuando más, provocan entusiasmo y arrancan aplausos cuando el orador es inteligente, pero muy poco sirven para educar políticamente a la gente y hacer crecer o consolidar una organización. Para esto se requiere un trabajo permanente y profundo, en el que «los análisis concretos de la situación concreta» es indispensable para entender porque se lucha. ¿Cómo aprender a reflexionar (conciencia), hacer propuestas y difundir las ideas para derrotar a los enemigos del pueblo? Mientras Calderón, el presidente usurpador, ha recibido 701 mil 815 horas en TV y radio para tiempos oficiales, con las que podrá posicionar y consolidar toda su política y sus programas de gobierno, López Obrador es boycoteado por todos los medios y apenas pudo comprar media hora a la semana en horario de 1 a 1.30 de madrugada. Pareciera que estamos jugando a la oposición.

 

8. La única manera de enfrentar y derrotar a la derecha, al neoliberalismo y al capitalismo es mediante la lucha social de los trabajadores. Los procesos electorales son sólo una forma que, no solo no debe bloquear los otros métodos de lucha: movimientos de masas en las calles, huelgas, bloqueos, etcétera, sino abrir espacios para debatirlos como estrategias de lucha e incluso contribuir en su desarrollo. Pareciera que López Portillo y Reyes Heroles, al implantar la reforma política de 77, lograron meter en jaula de oro a los partidos políticos oportunistas desesperados por salarios y cargos políticos. La izquierda tiene que ser otra cosa porque nació comprometida con los trabajadores y no puede convertirse en más de lo mismo. El PAN y el PRI son partidos de los empresarios explotadores; el PRD no puede caminar por el mismo rumbo. Por eso es urgente su reencauzamiento a partir de su reeducación.

CE: [email protected]