La prensa alineada con el Gobierno de facto en Bolivia, que fácilmente supera el 90 por ciento, en esta etapa post-golpe, ha desatado una monstruosa campaña de manipulación. Tergiversando hechos, invisibilizando obras del anterior Gobierno y satanizando la figura de Evo Morales. Siendo que durante la gestión del primer presidente aimara, Bolivia alcanzó un grado de desarrollo, histórico e inédito en lo económico, político y social.
Es así que Luis Arce Catacora, candidato presidencial del Movimiento Al Socialismo, denunció durante una entrevista en un conocido medio de información a la presidenta de facto, Jeanine Áñez, de no dar uso a 12 hospitales nuevos construidos en los últimos meses de la gestión de Evo Morales, mismos que -según el candidato- deberían ser parte de la lucha contra el coronavirus.
Arce Catacora especificó su denuncia, sobre el infame abandono y ocultamiento de modernos hospitales tercer nivel en distintas regiones del país construidos en los últimos años, entre ellos los nosocomios de Montero (Santa Cruz), El Alto Sur, Cobija (Pando), Potosí, Sucre, Villa Tunari y Sacaba, ambos en Cochabamba, así como los hospitales de segundo nivel, también construidos recientemente, en Yacuiba (Tarija), Challapata (Oruro), San Buenaventura (La Paz), Riberalta (Beni), Aiquile, Punata y Capinota, en Cochabamba, entre otros.
“Nos dicen que no hemos invertido en ningún hospital ni nada. En este momento hay más de 12 hospitales que están listos para ser equipados y entregados para poner a disposición del pueblo boliviano y así operar en este tema del coronavirus”, sostuvo Arce en una entrevista de Radio Fides.
Precisamente, como parte de esta manipulación mediática, se está utilizando la misma estrategia de Mauricio Macri y Lenin Moreno, quienes difamaron públicamente hasta el cansancio a Cristina Fernandez y Rafael Correa respectivamente, antes de solicitar millonarios préstamos, con altísimos intereses, de un buitre conocido como es el FMI. Créditos que dejaron endeudados a argentinos y ecuatorianos por varias generaciones. En Bolivia ya están en curso esta línea de créditos usureros por parte del Fondo Monetario Internacional, solicitado por el Gobierno de Jeanine Añez.
La actual crisis mundial que desató el Covid-19, ha caído como anillo al dedo para fines políticos del Gobierno transitorio en Bolivia. Es así que han desplegado una avalancha de desinformación a través de los medios de información a su servicio, sobre un supuesto estado de deterioro en el que se encontraba el sistema de salud, producto de la gestión del Gobierno de Evo Morales. ¡Mentira más grande no puede existir! Y a las pruebas me remito.
Lo que estos deshonestos señores ocultan, es que el presupuesto en Salud en el año 2005, era un paupérrimo monto de Bs 2.773 millones, mientras que el 2018, alcanzó a Bs 18.805. Es decir, 7 veces más.
Es imprescindible también conocer, que producto de 181 años (1825-2005), en el país existían 2.870 centros de salud. El Gobierno de Evo construyó en tan solo 12 años (2006-2018), 1.032 nuevos establecimientos de salud. Lo que significa el 30 por ciento de la infraestructura hospitalaria (3.902 hasta el 2017), construida en toda la historia de Bolivia.
Asimismo hasta el 2005, existían en Bolivia, tan solo 558 ambulancias. Lo que equivale a decir que muchísimos municipios carecían de este servicio. Sin embargo, el Gobierno de Evo cuadriplicó el número de estos vehículos de asistencia médica, de 558 a 2.072. Entregando absolutamente a todos los municipio de los 9 departamentos del país ambulancias de última generación. Pero por si fuera poco, Evo Morales implementó en once años (2006-2017), 16.686 items en salud. Muchos más que los gobiernos de derecha, que en setenta años (1936-2005), crearon a duras penas, 15.475 items.
También es oportuno recordar, que el PIB del país el año 2005, después de 181 años de existencia, alcanzaba un risible monto de 9.574 millones de dólares y la deuda externa del país sobrepasaba el 50 por ciento del PIB. Después de 14 años de gestión del Movimiento al Socialismo, el PIB creció casi 5 veces, superando el 2019, 43.000 millones de dólares, reduciéndose además, la deuda externa a 24 por ciento del PIB, la más baja de la región.
En esa época histórica que vivió Bolivia de la mano del primer mandatario indígena, producto de un modelo económico que sorprendió a todos los organismos económicos continentales y mundiales, 3 millones de pobres alcanzaron la clase media económica. Bolivia se había convertido en líder en crecimiento económico de América del Sur, por seis años, algo que antes del 2005 era simplemente inimaginable.
¡La memoria colectiva intacta!