¡Murió por la Patria! gritaron los cadetes del Heroico Colegio Militar en el tradicional pase de lista en la conmemoración de la gesta heroica de los Niños Héroes. Un pase de lista limitado y mediocre, que volvió a negar con la omisión y el silencio, la participación de héroes indígenas en la defensa heroica de Chapultepec como la del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl el 13 de septiembre de 1847, que al mando del Batallón Activo de San Blas con más de 400 efectivos también defendieron el Castillo.
Por supuesto se sigue ocultando el hecho de que este héroe de ascendencia nahua fue acribillado por el ejército estadounidense defendiendo la bandera de México y muriendo envuelto en ella en la capilla del Castillo. Lábaro Patrio manchado con su sangre que hoy descansa refundido en un rincón de la ignominia del Museo Nacional de Historia-Castillo de Chapultepec.
Pero es la constante de esta ya vulgar reconfiguración de la historia nacional que pregonan los patrioteros desde Palacio Nacional. Y que para sumarle dos días después, entre los vivas del tradicional grito de Independencia, siguen confirmando que los indígenas mexicanos y los pueblos originarios solo son un ariete de la simulación sobre el respeto y la inclusión para ocultar la verdadera naturaleza racista y neocolonial de un gobierno que se ostenta de izquierda y navega con bandera falsa. En Palacio Nacional volvieron a ratificar que lo único que les importa es el indígena muerto y las culturas antes de la colonia y no las culturas vivas ni el indígena actual y para muestra el abominable: “¡Vivan las culturas del México prehispánico!” A caso las actuales ¿no? Los pueblos originarios, las luchas y resistencias indígenas actuales le están estorbando al desarrollismo y la ruta neoliberal y neocolonial de la 4T.
Y mientras los patrioteros de Palacio Nacional pregonan por las culturas y la resistencia indígena en una plaza vacía y secuestrada, escondidos en la pandemia, paramilitares financiados con programas sociales, protegidos y en complicidad con la Guardia Nacional y el Ejército, hostigan y secuestran a militantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, bases de apoyo, comunidades autónomas en el estado de Chiapas y persiguen y asesinan a defensores de la tierra por todo el país, y aunque no le parezca a las voces más aletargadas y conservadoras de la 4T y la horda de crédulos que se tragaron el binomio decimonónico de “liberales y conservadores”, el EZLN, las bases de apoyo y las autodefensas de las comunidades autónomas siguen siendo los únicos que han podido mantener a raya al narcotráfico y el crimen organizado, brazos armados del capitalismo.
Y las voces patrioteras de la vorágine cuatrotera, que afortunadamente cada vez son menos, insisten y ahora se vanaglorian de los beneficios, por ejemplo, del Tren Maya donde la gente en la región ahora es “feliz, feliz” porque “hay trabajo”, “las rentas y los materiales han subido”, “está en apogeo”. Y hasta tienen el atrevimiento desde su arrogancia propia de una amplia ignorancia, de decir que no se ha puesto peligro a “ninguna especie” cuando la realidad es que el territorio que había recuperado el jaguar ahora está partido en dos.
Un proyecto que habían prometido parar como otros, pero que se cambiaron por la moneda de la traición y hoy se llevan a cabo con vehemencia y sobre quien sea. Esos mismos patrioteros que aplauden la “felicidad” no se enteran que los pueblos originarios nos solamente están siendo desplazados, sino que ahora comienzan ha ser los nuevos peones de los mismos hacendados de siempre, del gobierno y el capitalismo; que las infraestructuras que están proyectadas en los territorios usurpados por supuesto no están a su nombre ni son accionistas ni lo serán; que esta nueva nomenclatura “mágica-maya-turística” traerá consigo la devastación de la tierra como sucede en los “pueblos mágicos” y que encima es la continuación del proyecto de saqueo y colonialismo más grande proyectado en América Latina y del que México forma parte: el Plan Puebla Panamá o Proyecto Mesoamérica.
Estos ensoberbecidos patrioteros que se apantallan con las modernas cuentas de vidrio piensan que México es uno y no muchos; que la diversidad cultural tiene que ver con las artesanías en la variedad de mercaderías mexican curious de la Ciudadela y no con los territorios, los usos y costumbres, el pensamiento y la cosmogonía de los pueblos y lo establecido en la Constitución de México, convenios y tratados internacionales sobre los derechos de los pueblos originarios.
Es decir, su educación racista, colonialista y hasta pequeño burguesa ni siquiera los deja razonar, mucho menos hacer un análisis que les impida aplaudir como zombis ese patrioterismo que ahora llegó con mandato divino y mesiánico en un país laico, henchido de héroes que pelearon y dieron sus vidas para que esto no se volviera a repetir, poco faltó para que la noche del 15 de septiembre del 2021 se dijeran vivas a Cristo Rey, pero “¡viva la hermandad universal!” no tiene ni madre, ni nombre, ni Patria.