Mario Hernandez (MH): Estábamos escuchando un audio con declaraciones de uno de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, México, en el estado de Guerrero. Para profundizar sobre este tema estamos en comunicación Con Guillermo Almeyra. Mencioné 43, pero ahora son 42, ya que el Equipo de Antropología Forense argentino ha podido identificar […]
Mario Hernandez (MH): Estábamos escuchando un audio con declaraciones de uno de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, México, en el estado de Guerrero. Para profundizar sobre este tema estamos en comunicación Con Guillermo Almeyra. Mencioné 43, pero ahora son 42, ya que el Equipo de Antropología Forense argentino ha podido identificar a Alexander Mora Venancio.
Al respecto, me llamó la atención la nota que sacó el lunes Clarín titulada: «El gobierno mexicano confirmó la identificación de los restos», sobre todo el final que afirma: «La noche del 26 de setiembre pasado un grupo de policías locales dispararon contra decenas de alumnos de esa institución educativa por orden del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ataques que dejaron seis personas muertas y otras 25 heridas…», y acá viene lo más interesante: «Además, los policías capturaron a los 43 jóvenes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, que se encargó de asesinarlos e incinerarlos para no dejar rastros».
¿Esto está confirmado?
Guillermo Almeyra (GA): Eso fue lo que dijo el Procurador General de la República, pero lo niegan terminantemente, tanto los padres como las organizaciones sociales de Guerrero, que dicen que no se sabe dónde los llevaron, sí que la Policía Municipal intervino en la matanza, pero no dónde lo hicieron.
Para muchos, lo más probable es que fueron a parar al Batallón de Infantería que está ahí nomás, que supuestamente no intervino y luego desaparecieron. Hoy uno de los padres dice que los restos identificados los han sembrado en el basural donde la Procuraduría sostiene que fueron quemados todos los demás.
MH: Entonces, los restos de Mora Venancio fueron «plantados».
GA: Así parece.
MH: El domingo pasado, al cumplirse los 100 años del histórico encuentro en la Ciudad de México entre Emiliano Zapata y Francisco Villa, hubo una nueva e importante movilización reclamando la aparición con vida de los estudiantes y la renuncia del Presidente Peña Nieto. Lamentablemente, sus pronósticos de nuestra última conversación hace un par de semanas, se han cumplido. La Cámara de Diputados aprobó el martes 2 de diciembre una reforma constitucional que autoriza al Estado a restringir la libertad de expresión, reunión y manifestación, argumentando algo que nos toca de cerca a los argentinos y a los porteños en particular, el derecho a la movilidad universal.
GA: Efectivamente, este no es solo un privilegio mexicano, aunque es la primera vez que incorporan en la Constitución un artículo fascista de este tenor. En Italia, en los ’80, pretendían obligar que las manifestaciones se hicieran fuera de la ciudad y a partir de las 22:00. Por supuesto, no pasó. Aquí también ha habido proyectos para restringir las manifestaciones. No es algo nuevo en la mentalidad de los gobernantes, sí lo es la falta de conciencia cívica, el cinismo espantoso con que introducen en la Constitución en nombre de los derechos de movilidad, la supresión de la libre manifestación, dejando en manos de la policía qué se puede hacer o no.
MH: Estamos hablando de restricciones a uno de los Derechos Humanos de primera generación, los que tienen vigencia desde la Revolución Francesa, los derechos de reunión, de libertad de expresión, etc. ¿Por qué renuncia el Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (DF), Jesús Rodríguez Almeida?
GA: Este señor encabezó una represión fuerte con la policía del DF haciendo lo mismo que la de Peña Nieto, entonces hubo una indignación muy grande porque se supone que el gobierno del DF es autónomo y en manos del PRD que supuestamente es opositor. Este señor debería, por lo menos, haber sido un poco diferente de la política represiva oficial. Lo obligaron a renunciar por la presión popular. Incluso intervino el gobernador del DF, Mancera, el más importante de México con 30 millones de habitantes.
MH: No le pido que haga futurología, pero ¿cómo ve la perspectiva de este conflicto?
GA: La movilización popular sigue, el odio popular se profundiza, los padres y buena parte del movimiento desconocen al gobierno, funcionan como Consejo Municipal en Guerrero, agarraron al gobernador interino y lo tuvieron durante horas manifestándose junto a ellos, es decir, hay una movilización importante pero, desgraciadamente, no hay una coordinación, una dirección y un objetivo.
Estos déficits permiten al gobierno continuar con la represión y aumentarla, porque no tiene otro sostén más que la fuerza bruta. Aislado cada vez más de la sociedad, incluso con una crisis en los sectores gobernantes, discusiones entre los banqueros, con la Unión Industrial, que están preocupados, entre otras cosas, por el 50% de la caída del turismo y la inseguridad que también los afecta, la caída de las remesas de los emigrantes, etc.
Hay crisis arriba, pero no quién le dé el empujón, una dirección que unifique y movilice nacionalmente por un objetivo que es común: ¡Fuera Peña Nieto!
El que tendría más posibilidades de hacerlo, el Morena de López Obrador, que sacó 15 millones de votos en las últimas elecciones y tiene 3 millones de afiliados, no lo hace porque está esperando un regalo de los Reyes Magos, que caiga el gobierno por una presión interna de los sectores capitalistas y Obama lo abandone, pero eso no va a pasar porque no se juegan al vacío y menos en la situación actual.
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