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Los ricos despojan de sus tierras a ex ejidatarios de Yucatán

Fuentes: Rebelión

    1. La detención y arraigo penal del ex director de la Cousey, Carlos Guzmán Alcocer, puso al descubierto un gran fraude al patrimonio estatal por más de 500 millones de pesos, y que durante la gubernatura de Patricio Patrón Laviada se despojó de sus tierras a cientos de campesinos para beneficiar a empresarios, […]

 

 

1. La detención y arraigo penal del ex director de la Cousey, Carlos Guzmán Alcocer, puso al descubierto un gran fraude al patrimonio estatal por más de 500 millones de pesos, y que durante la gubernatura de Patricio Patrón Laviada se despojó de sus tierras a cientos de campesinos para beneficiar a empresarios, intermediarios y colaboradores del ex mandatario panista. Los abusos contra agricultores derivaron en la estafa de 300 hectáreas del ejido Chablekal, poblado cercano a Mérida, donde se construye un lujoso complejo con campo de golf, viviendas, tiendas departamentales y otras comodidades de primer mundo, entre ellas un helipuerto. El Partido Acción Nacional (PAN) y el ex gobernador dicen ser víctimas de una «cacería de brujas», y Guzmán Alcocer dice ser un «preso político». La gobernadora priísta, Ivonne Ortega, respondió: «El ex funcionario que trabajó bien no tiene nada qué temer; el que causó daño recibirá el peso de la ley».

2. Lo condenable sería que las investigaciones (tal como sucedió durante todo el sexenio del gobierno de Fox) no llegaran al fondo y sólo se convirtiera esto en otra más, de las mil una «llamaradas de petate». En México la gente se ríe y se burla de estas «investigaciones» porque todas terminan en acuerdos «tras bambalinas», es decir, en diálogos de políticos donde se intercambian favores. Por ejemplo: Calderón ordena a un miembro de su gabinete reunirse con la gobernadora para ofrecerle algunos millones para construir alguna obra notable o para asegurarle el «triunfo de sus candidatos priístas» en las próximas elecciones. No hay nada en lo que no puedan llegar a acuerdos el PRI y el PAN. ¿Puede acaso olvidar el PRI que Calderón apoyó con todas sus fuerzas a los gobernadores priístas de Oaxaca y de Puebla? Ni Fox y Patrón Laviada podrán ir a la cárcel, a pesar de que gobernaron en beneficio de sus familiares y amigos.

3. Pero el despojo de tierras que hoy sale a la luz es sólo uno de tantos que se han registrado en los alrededores de Mérida, la ciudad capital de Yucatán. El gobierno yucateco de Patrón Laviada despojó hace dos años de más de 1500 hectáreas a los ex ejidatarios de Hunucmá, Caucel, Oxcum con el pretexto (imitando a su jefe Fox) de construir un aeropuerto. (Fox, en 2001, quiso hacer un enorme negocio multimillonario expropiando miles de hectáreas a la población de San Salvador Atenco, Estado de México y sus alrededores, con el objetivo de construir un aeropuerto. Ofrecía unos cuantos centavos por metro cuadrado creyendo que los humildes campesinos rápidamente aceptarían algunos miles de pesos. Los atenquenses respondieron defendiendo sus tierras, diciendo que nos las vendían por ningún precio porque son herencia de sus abuelos y debe quedar como patrimonio de sus hijos.)

 

4. Mérida, como dirían por allí, es «la joya de la corona». Mérida cuenta con 900 mil habitantes, mientras las otras ciudades y poblaciones de Yucatán (las más habitadas) apenas llegan a 60 mil. En Mérida (la ciudad colonial, pero desde fines del siglo XIX con arquitectura predominantemente porfiriana, en «la blanca», pero injusta ciudad) se concentra toda la clase política, empresarial, la alta jerarquía clerical, los profesionistas y universitarios, viviendo en el Norte (precisamente por el rumbo del principal puerto: Progreso) con enormes mansiones, grandes avenidas, plazas comerciales y centro de diversión. Pero es al mismo tiempo Mérida es la ciudad de más de 500 mil pobres y miserables que viven en el sur, oriente y poniente de la capital en viviendas deficientes, calles descuidadas, carente de suficientes parques e inadecuados servicios. Pero no importa, el turismo sólo lo pasean por el norte de Mérida y se va a la playa.

 

5. En la historia de Yucatán se han registrado muchos despojos de tierras. Los propietarios originales fueron los mayas, quienes cultivaron sus tierras de manera colectiva. Sin embargo, a mediados del siglo XVI, con el dominio de los españoles, comenzaron a crearse los latifundios privados y, asimismo, surgió el primer gran despojo: los españoles y criollos se adjudicaron gigantescas extensiones de tierras que fueron convirtiendo en encomiendas con mano de obra esclava, estancias y haciendas maicero/ganaderas. Durante 300 años los mayas, antiguos propietarios, fueron sometidos sin piedad. Pero a mediados del siglo XIX, con la Independencia de México y la aparición comercial del henequén, los hijos y nietos de aquellos españoles y criollos que seguían siendo dueños de haciendas ganaderas, fueron transformando sus fincas en henequeneras porque ya los EEUU se habían convertido en el gran mercado de la fibra.

 

6. Las haciendas ubicadas en el territorio del estado de Yucatán, según la investigadora García Bernal, por su número, se ubicaban en los siguientes municipios según el censo de 1862: Mérida tenía 264 haciendas, Izamal 242, Motul 203, Maxcanú 98, Ticul 76, Tekax 52, Espita 42, Sotuta 34, Valladolid 22, Tizimín 7 y Peto 2. Eran en total 1042. El 84 por ciento tenía menos de 100 habitantes; el 11.5 % entre 101 a 200 habitantes; el 2.1 % de 301 a 400 habitantes y el 2 % restante más de 400 habitantes. (Ver mi libro: Las Haciendas Henequeneras a través de la Historia, Premio Ensayo, del Instituto de Cultura de Yucatán, 2005) Como podrá verse en el municipio de Mérida se registraba el mayor número de haciendas y la ciudad estaba rodeada por esas extensas fincas en propiedad privada. Comenzarán a perder poder después que se introdujo la Revolución a Yucatán y al decretarse, en 1937, su expropiación por la reforma agraria cardenista.

 

7. Fue en esta última fecha cuando los campesinos mayas al fin recuperaron las tres cuartas partes de las tierras de las haciendas, mismas que fueron convertidas en ejidos colectivos. Durante 40 años (1937/77) los dueños de los ejidos (los campesinos) dependieron de la producción, desfibración, industrialización y comercio del henequén, pero a partir de fines de los setenta con la continuidad de la corrupción gubernamental institucionalizada, el desplome de los precios y la introducción de la fibra sintética, vino el desplome y los ejidatarios fueron abandonando sus ejidos. Desde años antes se registró compras de tierras ilegales, pero a partir de 1992, con la contrarreforma agraria salinista, se autorizó la venta de las tierras colectivas a particulares. Mérida, rodeada por miles de hectáreas de tierras ejidales de miles de campesinos ex ejidatarios, se convirtió en el centro más ambicionado de los más poderosos «compradores o despojadores de tierras.

 

8. Los gobiernos priístas siempre fueron muy corruptos, pero en 2001 se hizo de la gubernatura el panista Patricio Patrón Laviada. Siete meses antes el PAN se había convertido en gobierno nacional con Vicente Fox. Pues ambos gobernantes, incluso muy parecidos en orígenes, estatura física e ignorancia política, en lugar de demostrar que eran superiores en honestidad y buen gobierno, resultaron igual o más corruptos que los gobiernos del PRI. En el congreso nacional de diputados se ha formado una segunda gran comisión para investigar a Fox y sus familiares porque la primera comisión fue bloqueada y «no pudo hacer nada». En el caso de Yucatán se ha iniciado la investigación contra la corrupción del gobernador y los miembros de su gabinete. La realidad es que el pueblo se ríe y se burla. Sabe que todos los partidos están mamando de la ubre del presupuesto y no quieren dejar de hacerlo. ¿Será otro engaño más?

 

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