1. Hay cientos de precandidatos presidenciales para 2018, pero sólo uno verdadero en cada partido. En el PRI los hay de todas las categorías, pero el canciller pro yanqui Videgaray no parece tener competencia, sobre todo porque dependen de él todas las jugadas con Trump de comercio y relaciones internacionales. En el PAN todo depende […]
1. Hay cientos de precandidatos presidenciales para 2018, pero sólo uno verdadero en cada partido. En el PRI los hay de todas las categorías, pero el canciller pro yanqui Videgaray no parece tener competencia, sobre todo porque dependen de él todas las jugadas con Trump de comercio y relaciones internacionales. En el PAN todo depende de su presidente Anaya. La Calderona Margarita es nada sin su marido y éste (Felipe Calderón) está muy desprestigiado por los más de 100 mil muertos en su sexenio. Moreno Valle se ha derrumbado como candidato porque en su gobierno en Puebla salieron a relucir espionajes y muchas denuncias.
2. Miguel Mancera, que tanto se ha destapado para ser candidato presidencial del partido que sea, no lo podrá ser ni del PRI ni del PAN; sólo podrá serlo del PRD si le gana al gobernador Graco de Morelos, Aureoles de Michoacán, al excandidato del Estado de México y a otros «chuchos» que aspiran al mismo cargo. ¿O le pedirían a Cuauhtémoc Cárdenas, Muñoz Ledo, Ifigenia o Encinas? El único candidato presidencial seguro, sin la menor competencia, es López Obrador; trabajó para construir un partido que en menos de tres años ha pasado a ocupar el segundo lugar electoral en la República y el primero en la ciudad de México.
3. Así que tendremos al frente entre algunos meses a cuatro candidatos presidenciales (PRI, PAN, PRD, Morena) y posiblemente a otros cuatro candidatos queriendo ser «independientes» sin ninguna posibilidad en este país de cerca de 124 millones de habitantes. En tanto «todo el mundo» dice odiar al PRI por su dictadura electoral de 75 años y al PAN porque durante 12 años en la Presidencia gobernó peor o igual que el PRI. La realidad es que todo el aparato político se volcará contra López Obrador porque en sus discursos ha prometido acabar con la corrupción, reducir los altísimos salarios, atemperar las grandes ganancias y aumentar los salarios mínimos.
4. Uno a uno se han acercado a Morena y a López Obrador personalidades desprestigiadas por su anterior militancia en el PRI, el PAN y el empresariado. AMLO ha recibido muchas críticas por aceptarlos o por lo menos darles entrada encontrándose en dos preguntas: a) Se le da entrada a cualquiera para ayudar a ganar aunque luego Morena se convierta en más de los mismo o, b) Se les rechaza como se hizo con la Gordillo y el SNTE en 2006; nos quedamos sin ganar, pero seguimos puros. Necesitamos una respuesta bien meditada que ayude a liberar y a hacer menos pobre y miserable al 80 por ciento de nuestro pueblo.
5. La política no es simplemente jugarla; es, por el contrario una enorme responsabilidad porque define programas y caminos de la población mayoritaria. Por ello en política no solo deben castigarse los grandes fraudes y saqueos, sino también las decisiones políticas que dañan directamente a la población. Pero dado que el nivel de participación del pueblo ha sido siempre muy baja, los partidos y políticos siguen determinan y haciendo lo que les venga en gana. Hay que impulsar con más fuerza la información y la participación de la gente en todos los procesos como una garantía de que sea responsable en las decisiones que le afectan.
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