1. El secretario de la SEP, el tal Nuño, es lo mismo que el déspota Chuayffet; la jefa de la PGR, es lo mismo que el mentiroso jefe anterior; si renunciara Peña, Videgaray o Chong, sólo se cambiarían nombres porque el sistema capitalista está tan estructurado que sólo grandes movimientos de masas y revoluciones pueden […]
1. El secretario de la SEP, el tal Nuño, es lo mismo que el déspota Chuayffet; la jefa de la PGR, es lo mismo que el mentiroso jefe anterior; si renunciara Peña, Videgaray o Chong, sólo se cambiarían nombres porque el sistema capitalista está tan estructurado que sólo grandes movimientos de masas y revoluciones pueden removerlo a fondo. Por ello Nuño ha ordenado descontar salarios a los maestros de la Coordinadora (la CNTE) que falten tres días al trabajo, pero le importa un bledo que el sindicato (el SNTE) mantenga a 10 mil comisionados ayudando al PRI en campañas.
2. No sé dónde está reglamentado, desde hace muchas décadas, que las directivas de sindicatos deben tener comisión sindical para servir a sus representados; incluso cuentan las directivas con varios sindicalistas para que hagan gestión sindical en beneficio de 20 mil, 60 mil o 100 mil afiliados. Si el SNTE y otros sindicatos tienen comisionados, la CNTE también puede tener los suyos y la SEP tiene obligación de pagar a sus suplentes; si a la CNTE se le prohíbe tenerlos entonces ningún sindicato puede contar con ellos. Pero, obvio, tratan de destruir a la CNTE.
3. La consigna criminal del gobierno es acabar -a como dé lugar- con la CNTE, particularmente con los maestros luchadores sociales de Oaxaca, Michoacán y Guerrero. Señala que son esos maestros -originarios de los internados rurales campesinos, creados en los años treinta- los que siempre se han opuesto a la «modernización» educativa. ¿Qué ha significado la «modernización», señalan los maestros, sino una privatización educativa al servicio de los más ricos? Ha significado el retiro de presupuesto en las normales rurales y al mismo tiempo que los padres paguen la educación.
4. Los 400 mil maestros de la CNTE tienen la convicción de que la defensa de la educación pública, gratuita y laica para que la educación esté al servicio del pueblo trabajador es su batalla más importante; pero paralelo a ello luchan contra los dirigentes del SNTE porque desde 1943 han estado al servicio del gobierno, de los empresarios y el Estado. La CNTE no ha podido concientizar al millón y medio de afiliados del sindicato por éste controla 200 millones de pesos al mes en cuotas, porque el gobierno se ha encargado de reprimir las luchas de la CNTE y porque los medios de información mienten.
5. Las leyes y el legalismo en México me enferman del estómago porque desde hace más de 50 años aprendí el significado profundo de las clases sociales y de la lucha de clases. No sé si haya un país del mundo donde las leyes tengan validez haciendo a un lado a la fuerza económica, política o social de determinados personajes o grupos de poder. En México, por lo menos desde hace dos mil años, las leyes y los encargados de aplicarlas, son sólo adorno. La ley, como se ha dicho, es elástica porque se estira y se afloja según el cliente. Joden al pueblo por débil y respetan al rico por fuerte.
6. El 99.9 por ciento de los encarcelados y asesinados en México son de familias campesinas, obreras o miserables; el 0.1 por ciento es un rico que a los pocos días obtiene su liberación. Así es y así será mientras subsista el capitalismo. (Hoy se publicó que los cuatro militares del ejército acusados de intervenir en la matanza de 23 campesinos en la población de Tlatlaya, estado de México, fueron liberados) ¿Es que en la sociedad capitalista, donde manda y ordena un puñado de multimillonarios puede haber leyes, abogados, jueces que impartan justicia?
7. Los gobiernos cuentan con el poder del dinero, del ejército, de los jueces; pero los maestros cuentan con el apoyo de sus pueblos y la razón. Ante las amenazas de descuentos, evaluación y ceses, lo maestros de la CNTE con décadas de experiencia política y sindical sabrán cómo responder. Además de salir a la calle, quizá habría que poner clavos y espinas contra los «manotazos» del gobierno. Pero muy pronto cambiará la correlación de fuerza porque esté gobierno parece haber fracasado rotundamente en su política económica. No hay mal que dure mil años ni sociedad que lo aguante.
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