1. Poco más de un centenar de campesinos chiapanecos -según publica hoy La Jornada- cansados de pedir, luego exigir, la construcción de obras sociales y la reinstalación de siete carretilleros expulsados hace dos años del Mercado Popular del Sur (Merposur), entre otras demandas, se reunieron, analizaron la situación, vieron sus posibilidades de triunfo y tomaron […]
1. Poco más de un centenar de campesinos chiapanecos -según publica hoy La Jornada- cansados de pedir, luego exigir, la construcción de obras sociales y la reinstalación de siete carretilleros expulsados hace dos años del Mercado Popular del Sur (Merposur), entre otras demandas, se reunieron, analizaron la situación, vieron sus posibilidades de triunfo y tomaron la determinación de que ya no podían esperar más, que les estaban viendo la cara de tontos y cobardes y que si no iban a la acción directa, nunca les harían caso. Entonces decidieron actuar y reivindicarse como hombres dignos de trabajo y de lucha.
2. Publica La Jornada que «los indígenas y campesinos se posesionaron del edificio el miércoles por la mañana para exigir la construcción de obras sociales y la reinstalación de siete carretilleros expulsados Al tomar el edificio antes de las 11 horas, quedaron retenidos unos 60 trabajadores municipales, pero luego de la intervención de autoridades estatales y municipales, por la tarde fue liberado un grupo de mujeres. El resto, alrededor de 35 varones, salieron a las 23.30 horas, cuando se acordó la reunión en la capital del estado». Sabían que el gobierno buscaría reprimirlos y luego encarcelarlos, pero tomaron todas las precauciones.
3. Luego de acordar la realización de una reunión con autoridades estatales, integrantes de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP) liberaron a unos 60 empleados municipales retenidos la mañana del miércoles en la Unidad Administrativa Municipal, donde funciona la alcaldía de San Cristóbal de las Casas, informaron fuentes oficiales. Los inconformes accedieron a liberar a los trabajadores pero decidieron continuar con la toma del edificio, en espera de los resultados del encuentro programado con el secretario de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, para hoy a las 12 horas en Tuxtla Gutiérrez.
4. No me olvido de otra estrategia de acción directa de los profesores y estudiantes de arquitectura de la UMAN antes de la huelga de 1976: La rectoría amenazó con expulsar a tres destacados profesores que preparaban la huelga; se propuso en el SPAUNAN que el abogado pusiera una demanda en defensa de los profesores que podría tardar en resolverse; en el autogobierno de Arquitectura se determinó un paro inmediato y extender automáticamente el movimiento; al otro día se retiró la amenaza represiva. Esto es lo que se llama «acción directa» que no pasa por ningún trámite, ningún abogado, ninguna gestión.
5. En las luchas sociales, en particular, la más importante, los más de 30 años de los maestros de la CNTE, los diálogos de Gobernación -así como con otras secretarias de Estado- sólo han servido para debilitar y tratar de enterrar a los movimientos. Los empresarios jamás se han puesto a dialogar y mucho menos han tenido que asistir a 10 o 20 sesiones de «dialogo»; ellos simplemente ponen sus condiciones e inmediatamente les resuelven porque son la misma clase social y los mismos intereses. A quien indudablemente se joden con los diálogos -particularmente de Gobernación- es a los trabajadores, cesados, inconformes.
6. Por ello el ejemplo, lo que nos han mostrado los humildes campesinos de Chiapas, es la «neta», el modelo, que debemos seguir. Si tomamos un edificio como Gobernación, la SEP o de agricultura, el gobierno y los empresarios -con su ejército- nos acordonarían y nos dejarían morir adentro sin comida, agua y electricidad; si nos apropiamos de una explanada (zócalo, un parque, también nos dejarían morir por cansancio junto a nuestras banderas) Si, por el contrario, bloqueáramos por algunos días carreteras, aeropuertos, bancos, plazas comerciales, medios de información y glorietas de la ciudad, además de lanzarnos el ejército, es posible que resuelvan por miedo a su extensión y a la revolución social.
7. Para poner en práctica la «acción directa» se requiere mucha conciencia, experiencia y no tener muchos temores; pero lo más importante es tener convicción de que no nos han dejado otra salida. Las acciones por décadas de los maestros de la CNTE, tales como los paros, bloqueos y las manifestaciones son de acción directa porque no le piden permiso a nadie, son acciones que los trabajadores toman por acuerdo de sus asambleas. Por ello los empresarios, los gobiernos y los políticos buscan reglamentar todo para justificar cualquier amenaza, represión, encarcelamiento y asesinato contra los trabajadores. Contra esas leyes represivas hay que luchar siempre por la libertad, la justicia y la igualdad.
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