La Red Nacional de Refugios (RNR), a través de sus más de 75 espacios de protección, redes sociales y líneas telefónicas, atendió a 11.132 mujeres con sus hijas e hijos; 75 por ciento de las víctimas fueron agredidas por sus parejas o exparejas, de septiembre del 2020 al 28 de febrero de este año, durante la campaña #DistanciaSeguraySinViolencias.
Como reflejo de la impunidad, el machismo y falta de acceso a la justicia, el 27 por ciento de los agresores de las mujeres que solicitaron apoyo a la RNR tenían antecedentes penales, 29 por ciento usaban armas de fuego y el 14 por ciento contaba con vínculos militares o políticos. Muchas acudieron a instituciones oficiales, donde hasta el 36 por ciento no recibió ni escucha, ni ayuda.
En los últimos dos meses de 2020, cada hora una mujer se comunicó con la RNR para pedir apoyo ante una situación de violencias y riesgo, de las cuales cuatro de cada 100 mujeres reportaron intentos de feminicidio.
El incremento de las violencias de género en los hogares también es una problemática que afecta a la infancia, en los espacios de protección de la RNR se detectó que las hijas e hijos de mujeres víctimas de violencias familiares también habían sufrido diversos tipos de agresiones, entre ellas, física con un 27,94 por ciento, psicológica con 28,36 por ciento, patrimonial con 21,24 por ciento, trata con 16,50 por ciento y sexual con 5,65 por ciento.
A la atención de la RNR se suma el acompañamiento a 530 mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencias a través de asesorías gratuitas vía telefónica por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y católicas por el Derecho a Decidir como resultado de la campaña #DistanciaSeguraySinViolencias¡Por una nueva normalidad sin violencias!
Las violencias psicológicas, sexuales, físicas o económicas fueron perpetradas en primer lugar por la pareja y familiares, también por personas desconocidas, personal escolar y servidoras y servidores públicos, tanto en el ámbito familiar como laboral.
También se atendieron diversos casos de desaparición de mujeres, niñas y adolescentes, así como casos de feminicidio por desconocidos, lo que evidencia que la violencia comunitaria prevalece a pesar de la pandemia por covid-19.
Las edades de las mujeres, niñas y adolescentes que fueron acompañadas oscilaron entre uno y los 76 años de edad, lo que da cuenta de que las violencias ocurren en todos los momentos del ciclo de vida de las mujeres. Aun así, la mayor parte de la población atendida se encuentra en el rango de los 30 a los 40 años.
De las 530 mujeres, niñas y adolescentes asesoradas, el 11 por ciento se identifica como perteneciente a un pueblo originario y 7,74 habla alguna lengua indígena.
Jalisco, Chiapas y Aguascalientes fueron los estados en donde se atendieron a más mujeres. Aunque también se reportaron casos en 22 entidades como son Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
De acuerdo con las estadísticas, se atendieron la mayoría en poblaciones urbanas, unos 3.755 casos, 85 casos eran en zonas semiurbanas y 70 casos en zonas rurales.
De las mujeres acompañadas 24,29 por ciento se dedican a las actividades del hogar; 22,22 por ciento con actividades profesionales; 19,96 por ciento al comercio; 14,88 por ciento son estudiantes; 0,38 por ciento a la agricultura, entre otras actividades.
De acuerdo con los registros de atención, 211 mujeres refirieron haber acudido a otras instancias o instituciones, donde el 57,79 por ciento de ellas, fueron escuchadas, pero no se dio solución, en tanto que el 33,67 por ciento no fue escuchada ni atendida, y sólo el 8,54 por ciento estimó que fue escuchada y la situación se resolvió satisfactoriamente.
Las organizaciones informaron que la campaña fue realizada con el apoyo del Fondo Canadá para Iniciativas Locales y la Unión Europea, y reiteraron su compromiso para continuar con su labor en defensa de los derechos humanos y por la erradicación de la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes en México.
Estos hallazgos generan información valiosa para que las autoridades impulsen, de manera urgente y coordinada, acciones que puedan inhibir la prevalencia de la violencia de género, promoviendo políticas públicas intersectoriales con perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad.