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Más de 300 trabajadoras y estudiantes en el Encuentro Regional de Pan y Rosas

Fuentes: Rebelión

El Encuentro Regional de Pan y Rosas (Capital, Gran Buenos Aires y La Plata) comenzó con la llegada de las compañeras que están poniendo en pie una Comisión de Mujeres de FATE, a quienes esperábamos ansiosas. Ellas venían de realizar, junto con sus compañeros trabajadores del neumático, un acto – festival en San Fernando resistiendo […]

El Encuentro Regional de Pan y Rosas (Capital, Gran Buenos Aires y La Plata) comenzó con la llegada de las compañeras que están poniendo en pie una Comisión de Mujeres de FATE, a quienes esperábamos ansiosas. Ellas venían de realizar, junto con sus compañeros trabajadores del neumático, un acto – festival en San Fernando resistiendo los más de 150 despidos de FATE, Firestone y Pirelli.

Con más de 300 trabajadoras y estudiantes, el Encuentro arrancó cuando Lía Pesaresi -trabajadora de la Agrupación Marrón de ATE – INDEC y Cecilia Mancuso -estudiante de C. Política, militante de Pan y Rosas- propusieron la presidencia honoraria de la jornada a las mineras y amas de casa de Huanuni que, junto a sus compañeros, están luchando por salarios y jubilación y han sido reprimidos, recientemente, por el gobierno de Evo Morales, que se cobró la vida de dos jóvenes y decenas de heridos.

Se encontraban presentes trabajadoras de las más importantes fábricas de la alimentación de Capital y la zona norte del GBA, trabajadoras telefónicas, del INDEC y otras dependencias del Estado, trabajadoras de la salud de hospitales de Capital y La Plata, metalúrgicas, compañeras despedidas del Casino, trabajadoras tercerizadas de empresas de limpieza, del Correo Argentino, del Laboratorio Fresenius de Planta Pilar, docentes de La Plata, Capital, Tigre, Pacheco, San Martín, Quilmes y Lomas de Zamora, estudiantes universitarias del CBC, de Sociología, Cs. Económicas, Trabajo Social, Psicología, Cs. de la Comunicación, C. Política y Filosofía y Letras. También participaron compañeras universitarias de La Plata, Avellaneda, Pacheco, San Martín, estudiantes del Profesorado Joaquin V. Gonzalez y del terciario de Campana, las compañeras de Contraimagen y profesionales egresadas de la UBA.

Después de la presentación de todas las delegaciones de compañeras, Virginia de Pan y Rosas – UBA abrió el debate refiriéndose a la situación política nacional. Hizo especial énfasis en el prolongado conflicto que enfrentó al gobierno con las entidades patronales del campo y en cómo las mujeres no podemos esperar nada del gobierno de Cristina Fernández -durante el cual se ha retrocedido en muchas de las cuestiones que son reclamos permanentes del movimiento de mujeres- y mucho menos aún de la derecha que salió relativamente fortalecida de este enfrentamiento, que es retrógrada y profundamente clerical.

María Chaves, dirigente universitaria de En Clave Roja y una de las fundadoras de la agrupación Pan y Rosas, continuó planteando las perspectivas hacia el próximo XXIII Encuentro Nacional de Mujeres, que se realizará en Neuquén la semana próxima. Ella planteó que, lamentablemente, algunos partidos que se dicen de izquierda, como el PCR, «saltaron la tranquera» alineándose con la Sociedad Rural y que, frente a esta situación, tenemos que redoblar el llamado que ya hemos hecho en reiteradas oportunidades a establecer un bloque para la intervención común con las compañeras del Partido Obrero y otras agrupaciones, que fortalezca la voz de quienes no estamos ni con el gobierno ni con el campo.

Después de su intervención, se abrió el debate en el que participaron muchas compañeras que contaron sus experiencias en las fábricas y otros lugares de trabajo. Las compañeras de la Comisión de Mujeres de Mafissa dirigieron un especial saludo a las mujeres de FATE, impulsándolas a que se organicen en apoyo al conflicto de los trabajadores del neumático y poniéndose a disposición de ellas para ayudarlas en el armado de una red solidaria.

También hablo una trabajadora metalúrgica de la zona sur del Gran Buenos Aires, que contó su lucha contra el acoso moral que ejercían los jefes y de cómo, esta experiencia personal, la impulsó a reflexionar y adherir a la lucha por los derechos de las mujeres. También intervinieron una docente de la Corriente «9 de Abril» y una trabajadora despedida del Casino Flotante.

Las compañeras de FATE, también tomaron la palabra, para contarnos cómo había sido el acto en la puerta de la fábrica, pasar una alcancía para colaborar con el fondo de lucha de los trabajadores del neumático y explicarnos por qué están decididas a fortalecer la solidaridad con la lucha de sus esposos, novios, hermanos.

Entre otras, también hablaron compañeras inmigrantes de Paraguay, una trabajadora del Hospital Durand de Capital y las compañeras de la Agrupación Nosotras, de la zona norte del Gran Buenos Aires.

Después del debate, las compañeras de Contaimagen sintetizaron, en un breve video, la joven historia de Pan y Rosas que arrancó hace poco más de cuatro años, con imágenes de la participación en los Encuentros Nacionales de Mujeres, de las compañeras obreras y estudiantes en distintas reuniones y movilizaciones…

Enseguida retomó la palabra María Rosa Solinas, obrera y delegada de la Comisión Interna del Laboratorio Fresenius e impulsora, junto con Catalina Balaguer, delegada de Pepsico Snacks, de la agrupación de mujeres «Nosotras», que reúne a decenas de compañeras trabajadoras y estudiantes de la zona norte del Gran Buenos Aires, quienes publican una hoja de la que se reparten más de 4 mil ejemplares en todas las fábricas y establecimientos donde hay mayoría de mujeres trabajadoras y que, luego, circula de mano en mano, por el barrio, entre amigas y familiares.

Llegó el turno también de hablar de Universidad y para eso tomó el micrófono Jesica Calcagno, Presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, integrante de Pan y Rosas. Ella planteó que venimos organizándonos en distintas facultades, impulsando la lucha por los derechos de las mujeres, pero también «participando y apoyando la lucha de las trabajadoras, como la de las compañeras de Fresenius, del Casino, de la Comisión de Mujeres de Mafissa.» Agregó que también realizamos charlas y seminarios y que, en los últimos meses, empezamos a publicar un suplemento mensual del periódico La Verdad Obrera, que tiene mucha repercusión entre las estudiantes, donde abordamos temas como la trata de mujeres, el derecho al aborto y la maternidad, el trabajo doméstico y la doble jornada laboral.

Finalmente, cerrando este Encuentro Regional de Pan y Rosas, recibimos el saludo de Antje, de Berlín, quien recientemente participó de la Conferencia realizada en Buenos Aires por la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional y que nos emocionó citando a Clara Zetkin, la gran luchadora por los derechos de las mujeres y el socialismo, de Alemania. También nos dirigió la palabra José Montes, obrero del Astillero Río Santiago y dirigente nacional del PTS que planteó por qué es fundamental que la clase trabajadora combata la opresión patriarcal, los prejuicios y el sexismo para fortalecer la unidad de las filas de todos los explotados en su lucha contra el sistema capitalista.

Y por último, Andrea D’Atri, dirigente nacional del PTS y también una de las fundadoras de Pan y Rosas contó brevemente la historia de la revolucionaria Rosa Luxemburgo, de Nadezhda Joffe, oposicionista soviética al régimen de Stalin que vivió durante más de treinta años en campos de trabajo forzoso y de las trotskistas norteamericanas Marvel Scholl y Clara Dunne, que tomaron la iniciativa de organizar el comité auxiliar de mujeres en la famosa huelga de los camioneros de Minneapolis, en 1934. Planteó cómo estas luchadoras, como otras tantas que ha habido en la historia, no se conformaron con «lo posible», sino que trascendieron lo inmediato para luchar por la perspectiva revolucionaria, por un cambio radical de esta sociedad de opresión y explotación. «La atmósfera ideológica predominante es la que dice que ya no hay perspectivas para la revolución social, que hay que aceptar lo que se puede conseguir, pequeñas reformas… ¡Las mismas ideas que enfrentaba Rosa Luxemburgo hace más de un siglo!»

Finalmente, el Encuentro terminó entre fuertes aplausos… con renovadas y mayores convicciones de que no pedimos… ¡exigimos!… nuestro derecho al pan, pero también a las rosas.