1. La responsable de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Josefina Vázquez Mota, quien lleva casi un año de estar en el cargo (según se ha publicado) está a punto de renunciar a ese puesto por incapacidad. Aunque es lo mismo que se dice del secretario de Gobernación que «no da pie con bola» […]
1. La responsable de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Josefina Vázquez Mota, quien lleva casi un año de estar en el cargo (según se ha publicado) está a punto de renunciar a ese puesto por incapacidad. Aunque es lo mismo que se dice del secretario de Gobernación que «no da pie con bola» porque sólo le alcanza su «inteligencia» para reprimir y amenazar. La señora Vázquez, además de ser muy ignorante de los asuntos educativos tiene al frente a la poderosa líder del magisterio, Elba Esther Gordillo, con más de18 años dominando al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), organismo que cuenta con aproximadamente millón y medio de afiliados pagando puntualmente sus cuotas. El gobierno de Calderón, por fuertes presiones de la iglesia y empresarios, impondría un proyecto para profundizar la privatización dando continuidad al de 1992, pero parece que su amiga Josefina no le sirve.
2. El 18 de mayo de 1992 se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica. Fue ordenado por el presidente Carlos Salinas, pero los personajes centrales fueron el secretario de Educación Ernesto Zedillo y sus asesores Olac Fuentes Molinar y Gilberto Guevara Niebla, por un lado, y la líder del SNTE, Esther Gordillo, por otro. El acuerdo contenía «una radical descentralización del sector, cambios en los materiales educativos y una «revaloración» del magisterio». Además de Zedillo y Gordillo, firmaron el acuerdo los 31 gobernadores, dado que se les entregaban «los establecimientos escolares con todos los elementos de carácter técnico y administrativo, derechos y obligaciones, bienes muebles e inmuebles, así como los recursos financieros (16 billones de pesos) utilizados en su operación. Aquel acuerdo fue anunciado como un gran triunfo del régimen y le sirvió a Zedillo para llegar a la Presidencia
3. Explicaron entonces los asesores Fuentes Molinar y Guevara Niebla que la SEP elaborará los programas generales que deberán impartir los maestros y, al mismo tiempo, cada estado enviará a la SEP su propuesta de educación regional que será sancionada por la Secretaría para integrar un solo programa. Dijeron que su aplicación incluía una variante: los mentores serán libres de aplicarlos o impartirlos de acuerdo a sus propios criterios. La realidad es que después de 15 años que Zedillo puso en práctica la «modernización educativa» (incluso fue presidente de la República en 1994/2000) la educación en el país no solo no mejoró sino empeoró. Fox y su secretario de Educación, con mayor ignorancia, continuaron con la «modernización» privatizadora zedillista. Ahora la educación se maneja descentralizadamente por los gobernadores de los estados, quienes pactan con las secciones sindicales del SNTE, para empeorar todo.
4. La realidad es que aquel plan salinista, que Zedillo desde la SEP hizo firmar, fue uno de tantos encaminados a la urgente privatización a que obligaba el Fondo Monetario Internacional. Formó parte del ciclo de la llamada Reforma Agraria privatizadora (noviembre 1991) que meses después liquidó los ejidos, del establecimiento de relaciones con la iglesia (diciembre) y de la venta del Canal 13 y el diario El Nacional (abril 1992) El acuerdo de modernidad educativa, como podrá verse, al centrarse en «la enseñanza de lo básico: español y matemáticas», respondía y daba un fuerte golpe a los programas que aún mantenían varias horas de enseñanza de la historia, la geografía y el civismo y que se mantenían en las áreas de ciencias sociales. Al parecer este plan educativo era un retorno a los viejos planes que se impusieron en 1943 y que estuvieron vigentes hasta 1970, cuando Echeverría los declaró obsoletos para imponer el propio.
5. El movimiento estudiantil de 1968 fue la demostración más evidente de que aquella educación, que esencialmente Torres Bodet había puesto en práctica en 1943 con la reforma del artículo tercero constitucional ( con el objetivo de sustituir la llamada «educación socialista» que se puso en práctica durante el sexenio de Cárdenas) La educación había fracasado a pesar de que el mismo Torres Bodet quiso revivirla con el Plan de once años (1959/70) Con esa base surgió el plan educativo del presidente Echeverría Álvarez que se ha oscurecido por el papel que jugó como represor del movimiento estudiantil. Sin embargo, por aquel movimiento de 1968, fue durante su sexenio cuando más se invirtió en educación y mayor crecimiento de la matrícula hubo. El especialista Pablo Latapí escribió un libro: Análisis de un sexenio de Educación en México, 1970/1976, donde abunda con datos al respecto.
6. Escribe Latapí que la política educativa puso «especial atención a su relación con la producción, que sería fuertemente nacionalista y enfatizaría los valores de la «apertura»; se presentaría como «democrática» ofreciendo oportunidades a todos por igual y se utilizaría como elemento dinámico en la movilización popular». Más adelante dice Latapí:»El crecimiento de la matrícula en conjunto de la educación superior fue impresionante. La matrícula de la licenciatura creció de 256,752 a 545,182 alumnos. La del bachillerato de 278,404 a 607,058. El primer ingreso de 81,256 a 162,662 y el número de egresados pasó de 25,793 a 52,185.» Ya Gabriel Said escribió en un estudio que fueron las universidades las que ganaron por el movimiento de 1968 al recibir gigantescos presupuestos en el echeverrismo. Yo que fui profesor del CCH/UNAM de 1972/85 pude constatar los 75 mil estudiantes de los cinco planteles.
7. Desde que José Vasconcelos fundo en 1921 la SEP e impulsó la centralización educativa, la escuela rural y las misiones culturales, en México han surgido mil proyectos que se han quedado en el papel. Durante el callismo «la educación del progreso»; durante Cárdenas «la educación socialista»; después, en un breve período, «la educación del amor»; con Torres Bodet en 1943 «la educación democrática»; con Alemán «la educación urbana». Con Torres Bodet en 1958 «el Plan de once Años», con Echeverría «la educación nacionalista revolucionaria»; con Salinas y Zedillo «la modernización y la descentralización educativa» y con Fox y Calderón la profundización de la privatización educativa». Sin embargo los maestros han seguido trabajando, «muy a su manera», porque saben que la SEP al principio de sexenio hace reformas que después olvida por negociaciones y conveniencias con el SNTE.
8. ¿Qué otra cosa puede ser el plan educativo del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón sino la continuidad del proceso de privatización que se inició en 1992 con la «modernización y la descentralización educativa» impulsada por Salinas por indicaciones del FMI y de los grandes empresarios que apoyaron su campaña? Desde hace ya 25 años las matrículas en la educación pública no aumentan porque cientos de miles de estudiantes son rechazados con exámenes manipulados por la empresa privada Ceneval. Muchos estudiantes se ven obligados a ingresar a las escuelas de paga o de plano a dejar de estudiar para siempre por no tener para pagar sus estudios. Hace 30 años la educación pública atendía al 95 por ciento de los estudiantes, hoy sólo atiende al 60 por ciento. El negocio de la educación privada ha hecho multimillonarios a dueños de escuelas, mientras un gran porcentaje de niños y jóvenes deja los estudios.