1, «México no está ni de cerca en riesgo de afrontar una crisis de finanzas públicas». No está en crisis ahora ni lo estará en lo que resta del gobierno del presidente Peña Nieto. La afirmación es de José Antonio Meade, quien asumió como secretario de Hacienda el 7 de septiembre pasado, un día antes […]
1, «México no está ni de cerca en riesgo de afrontar una crisis de finanzas públicas». No está en crisis ahora ni lo estará en lo que resta del gobierno del presidente Peña Nieto. La afirmación es de José Antonio Meade, quien asumió como secretario de Hacienda el 7 de septiembre pasado, un día antes que el gobierno entregara al Congreso su propuesta económica para 2017. Y así lo repiten todos los funcionarios de gobierno, así como los militantes del PRI. Coño, ni un asomo de autocrítica para que, según ellos, el pueblo no pierda las esperanzas y siga confiando en el gobierno de Peña; pero el pueblo no es idiota y sólo se ríe de esos argumentos sin sustento alguno.
2. Esa posición de Meade es mentirosa y ridícula; si México no estuviera en medio de una fuerte crisis económica no se devaluaría la moneda, no habría aumento de precios de artículos, no se obligaría a la reducción de presupuestos, no habría desempleo, no se pagarían salarios de hambre, no se registraría un enorme aumento de la deuda ni tampoco de hablaría de rebajar un 10 por ciento a los abultados salarios de los funcionarios y, por último no hubiesen renunciado al secretario Videgaray. ¿Por qué no quiere reconocerse que la economía y la política del actual gobierno y de los inmediatamente anteriores han sido un fracaso por hacer más miserables a los pobres y millonarios a los ricos?
3. Señala Meade que nadie pone en tela de juicio los esfuerzos por combatir violencia y corrupción, dos temas sobre los que instancias e inversionistas internacionales han llamado la atención en tiempos recientes. A México le va a ir bien. Es un país donde los esfuerzos que está haciendo se ven, se palpan las reformas y se sienten en las calles, aseguró en una entrevista con La Jornada el secretario Meade en su despacho del Palacio Nacional. Y aprovechó para asegurar que no tener ninguna ambición distinta a sacar bien el paquete económico, cuando es interrogado respecto del proceso electoral de 2018, cuando será renovada la Presidencia.
4. Meade no quiere, no puede o de plano no le es conveniente decir lo que realmente sucede. Pensé que al ser nuevo funcionario de Hacienda explicaría con inteligencia lo que estaba sucediendo realmente: la caída del precio del petróleo, la devaluación monetaria, el recorte presupuestal y con ello iniciaría su pre campaña presidencial. Creí que con él se haría la componenda PRI/PAN para la presidencia. Pero resultó tan idiota «el pinto como el colorado». Si México está «a toda madre» y no está «ni cerca la crisis» entonces no hay que pedir más préstamos ni hacer recortes presupuestales en salud, educación e inversiones sociales. ¿Para qué soportar manifestaciones de empleados y campesinos?
5. El secretario Meade, a partir de este jueves realiza una visita de trabajo a la ciudad de Washington, D.C. Aunque lo niegue, se le ve muy preocupado y desesperado por encontrar ayudas que le permitan al gobierno mexicano salir de sus enormes dificultades. En esa ciudad participará en las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El titular de Hacienda participará en las reuniones de ministros de finanzas y gobernadores de Bancos Centrales del Grupo de los 20 (G-20) así como en las reuniones organizadas por el Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI.
6. Estando ya en Washington, Meade se ha apresurado a abordar temas de economías de los países emergentes, tales como las perspectivas de bajo crecimiento mundial y los efectos que ello genera en la economía mexicana; acerca de las políticas adecuadas para elevar el crecimiento económico y las alianzas entre los gobiernos y el sector privado para trabajar en colaboración y promover un mayor impulso económico a nivel internacional, al tiempo que se revive la colaboración internacional y el comercio global; abordó con homólogos y gobernadores de bancos centrales los retos de largo plazo que implican menor productividad y crecimiento.
7. Mientras Meade señala que «México vive su mejor momento porque el impulso a las reformas estructurales detonarán mayor crecimiento», según encuestas, el 80 por ciento del pueblo mexicano rechaza gobierno de su jefe Peña Nieto. Mientras tanto se han organizado dos o tres manifestaciones exigiendo la renuncia del Presidente e de su equipo de gobierno. Por ello los gobiernistas como Meade, que no dejan de repetir que todo va bien en México, cada día son más repudiados. ¿Será que los priístas hayan llegado a un arreglo con el PAN y los empresarios para alternar el gobierno? La realidad es que hay muchas señales que van por ese sentido.
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