1. Es raro que el caso Humberto Moreira en España no se haya arreglado para evitar que el gobierno mexicano del PRI sufra más desprestigio y más desplome del que es público. Con diplomacia, como se arreglan todas las cosas: basta con un telefonema o una reunión de embajadores de España y EEUU con el […]
1. Es raro que el caso Humberto Moreira en España no se haya arreglado para evitar que el gobierno mexicano del PRI sufra más desprestigio y más desplome del que es público. Con diplomacia, como se arreglan todas las cosas: basta con un telefonema o una reunión de embajadores de España y EEUU con el gobierno de México para que baje la publicidad hasta que desaparezca el caso. Si Moreira llegó a ocupar el máximo cargo del partido en el poder quiere decir que es muy poderoso. Estas cosas se remedian en unos cuantos minutos de gobierno a gobierno, al mismo ritmo que México ha entregado a decenas o cientos de luchadores sociales vascos al gobierno semi fascista español. ¿O es que hay justicia en el capitalismo?
2. La Fiscalía Anticorrupción y la policía españolas están centrando la investigación abierta contra Humberto Moreira, ex presidente nacional del PRI y ex gobernador de Coahuila, en sus presuntos vínculos con el narcotráfico y la supuesta relación que tendría con el cártel de Los Zetas. El diario digital El Español publicó que el político mexicano está en el punto de mira de los servicios de inteligencia internacionales por las actividades delictivas relacionadas con el tráfico de drogas, incluso sospechan que el asesinato de su hijo, José Eduardo Moreira, fue un ajuste de cuentas de los propios cárteles de droga porque había decidido operar en solitario y al margen de la estructura criminal tejida alrededor del cártel del norte de México.
3. Mientras tanto en México, políticos de alto nivel del PRI se han reunido varias veces para analizar la situación de Humberto Moreira y del país para saber qué es lo que más conviene y definir una determinación: a) abandonarlo a su suerte en manos del gobierno español, b) intervenir fuerte con muchos millones de dólares para liberarlo, c) inventarle «una ley fuga» para desaparecerlo o d) culpar a otros (los narcos) de todo lo sucedido. El gobierno mexicano es decisivo en este problema y se está jugando prestigio, inversiones, devaluación monetaria. ¿Puede olvidarse la publicidad que desató que el dictador chileno Augusto Pinochet fuera apresado en Inglaterra en 1998 por órdenes del juez español Baltazar Garzón?
4. El caso Moreira se puede enredar y el gobierno mexicano tiene que intervenir para silenciarlo. Moreira sabe mucho y puede decir cosas. Si está embarrado con los Zetas seguramente cuenta con una lista de sus compadres. ¿Puede olvidarse que la llamada «globalización» capitalista significa que todos los problemas tienen que arreglarse con la participación de todos los interesados, sobre todo si pertenecen al mismo bloque de países del mundo occidental? El dictador Pinochet se había retirado en 1998 del poder cuando lo aprehendieron, pero en realidad al llegar a Chile nada le pasó pues ya gobernaba Patricio Aldwin. Sólo llegó a morir cómodamente después de ser uno de los gobiernos asesinos más grandes del mundo.
5. ¿Será necesario que por tiempos surjan escándalos como el del Chapo, el de los artistas, el de Moreira, para desviar la atención del pueblo de los verdaderos problemas nacionales como la devaluación, la inseguridad, las desapariciones, los asesinatos, la inflación, en síntesis, el mal gobierno? ¿No se imaginan que decenas de asesores del presidente, del secretario de Gobernación y Hacienda, sólo se reúnan para inventar sucesos, golpes, aconteceres, que obliguen a la gente a desviar la atención hacia sus falsas o exageradas creaciones con el fin de que no se den cuenta que el gobierno está desplomándose por problemas que quiere tapar y no puede? Moreira y muchos más deben estar en la cárcel, pero no están.
6. Nunca he pensado que los gobiernos estén conformados por un solo bloque y que carezcan de pequeñas oposiciones que siempre están en movimiento. Sin embargo la experiencia me enseña que siempre hay un bloque hegemónico que resulta determinante. En España después de la dictadura asesina de Franco (1939-75) surgió una competencia de dos partidos PSOE, que de centro-izquierda se transformó en derecha y PP que nació de derecha y bajo la sombra del franquismo supervisados por una monarquía hereditaria. México con dos partidos de derecha (PRI y PAN) que dominan totalmente la política y la economía; ¿puede hablarse entonces de que no son bloques monolíticos si ellos determinan todo tipo de gobierno?
7. Por ello pienso que en tanto no haya una poderosa fuerza de oposición en las calles, los campos, las fábricas, las universidades, esos grupos hegemónicos seguirán imponiendo sus políticas. Creo que muy pronto se verá a Moreira en México después de ser liberado «por falta de pruebas suficientes». Por ello en mi pasado artículo hablaba del «cañonazo obregonista de 20 mil pesos o 20 millones» que siempre ha sido efectivo en la política capitalista mexicana y de otras naciones. Jamás creeré en la justicia o la democracia electoral o popular en un país desigual en los que siempre los poderosos determinan todo. Espero que algunos «loquitos» conserven con mucho brillo su independencia y dignidad. Vislumbro que es muy difícil para la mayoría.
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