Una vez desmentido el mito del «fracaso» del neoliberalismo, y habiendo restituido el rango que le corresponde, esto es, el de una política con un extenso historial de éxitos para los detentadores del poder, y después de haber expuesto, por otro lado (acá sí), el fracaso categórico de la oposición formal-institucional (PRD, y socialdemocracia en […]
Una vez desmentido el mito del «fracaso» del neoliberalismo, y habiendo restituido el rango que le corresponde, esto es, el de una política con un extenso historial de éxitos para los detentadores del poder, y después de haber expuesto, por otro lado (acá sí), el fracaso categórico de la oposición formal-institucional (PRD, y socialdemocracia en sus heterogéneas manifestaciones) en la contención de este proceso de reconstitución de un dominio casi irrestricto del capital (neoliberalismo), cabe ahora hacer un recuento de los formidables daños a modo de diagnóstico, y en aras de la construcción de un programa que consiga sepultar terminantemente este episodio de ebriedad proto-supremacista.
Y aunque acá la codiciada supremacía no trata de una cuestión de raza, sí en cambio involucra a un acotado grupúsculo obsesionado con imponer la ley del más rico, aún a expensas de los mercados que retóricamente alegan proteger. Porque el neoliberalismo tiene una relación sólo colateral, no sustantiva, con los mercados: si bien es cierto que el liberalismo clásico apuesta por un mercado libre de los controles autoritarios del Estado, el neoliberalismo, práctico e ideológico, apunta más bien al uso restrictivo-selectivo de ciertos mercados, y a la configuración de aparatos estatales altamente autoritarios y represivos, orientados casi exclusivamente a tareas de extorsión y garrote. En los círculos académicos de habla inglesa, esta formación estatal histórica se conoce como «Estado-niñera conservador» (Conservative Nanny State).
Vulgar y falsa es la premisa que sugiere que un Estado con fuerte vocación asistencialista-desarrollista promueve el parasitismo ciudadano-laboral-productivo (en Estados Unidos, esta perogrullada con aspiraciones teóricas goza de una amplísima aceptación, y en México cobra cada vez más fuerza, máxime en esta coyuntura de progresivo desmantelamiento de todo el piso de derechos conquistados -sociales, civiles, humanos, políticos). Es más bien el actual modelo estatal «niñera-conservador», característico de los Estados neoliberales, el que paraliza, aliena, desvaloriza, todas las actividades vitales de una sociedad. Nunca el desempleo-subempleo había alcanzado tasas tan altas (que entraña un despilfarro incuantificable de las reservas de fuerza productiva), acaso equiparable sólo con los años de la Gran Depresión. Nunca las juventudes o generaciones tempranas habían presentado un cuadro de estancamiento, parálisis, quietismo productivo e intelectual, tan alarmante (en México reciben el desdeñoso apelativo de «ninis» -ni trabajan ni estudian). Y nunca las élites en el capitalismo tardío habían acusado un carácter tan obscenamente parasitario e ignorante.
El neoliberalismo es el gobierno de los ciegos dirigidos por otros más ciegos. Es la degradación del Estado a condición de niñera de los ricos, ahorrándoles los riesgos de sus especulaciones e inversiones (rescates de las bancas –bailouts en inglés), con base en la conocida fórmula de «conversión de deuda privada en deuda pública»; y a calidad de gendarme, militarizando y paramilitarizando todas las esferas de la vida pública, para la contención de grupos que resisten o se oponen a este flagrante atraco, amparándose en el clásico cuento chino de la amenaza extraña, llámese comunista, terrorista, narcotraficante, anarquista, o incluso ahora en México, maestro.
En fin, sírvase el presente recuento de daños (que tomará prestado fragmentos de otros artículos de reciente factura), para la elaboración de un diagnóstico que redunde preferentemente en la articulación de un programa de acción política radical, esto es, eficaz e incorruptible.
Corrupción y desprotección a la alza
«Una persona que trabaja en Sedesol, narró a un servidor el siguiente evento (omitiré referencias específicas, pero dejo el anécdota para una eventual profundización en el caso): En una comunidad al norte del estado de Veracruz, un padre de familia acudió a una oficina de la secretaría para solicitar apoyo, tras el desgajamiento de un cerro que sepultó a su familia y su escaso patrimonio. Salvo el más pequeño de sus hijos, todos los demás miembros familiares perecieron en el incidente: esposa, primogénito, madre, hermanas, cuñados, sobrinos. En las oficinas de la dependencia, lo recibieron con la explicación oficialista habitual: es un problema de la naturaleza, no del gobierno, acá no se puede hacer nada, es una pena. Pero según sospechas de los pobladores (aquí es donde cabría una investigación más exhaustiva), el deslave no ocurrió por causas naturales o extrapolíticas, como alegan las autoridades. Al parecer, hace algún tiempo el gobierno federal otorgo licencia a una empresa privada para dinamitar el cerro, con el fin de extraer recursos minerales, aún sabedores de la alta vulnerabilidad y la exposición de la comunidad referida (atrapada exactamente en el medio de dos cerros)…» (http://lavoznet.blogspot.mx/2013/09/las-ficheras-de-cabaret-o-las-tormentas.html).
Monopolización con base en la confiscación de patrimonios públicos
«Telmex [a diferencia de Pemex] sí es un monopolio, porque monopoliza la renta de la empresa nacional [¡nacional!] de telecomunicaciones. Telmex -que atravesó en 1990 un proceso de privatización análogo al que se trata de imponer ahora a la industria petrolera- sí es oneroso: secuestra la renta de un patrimonio nacional, y destina a las arcas de hacienda tan sólo el 6% de sus ingresos anuales (mientras que PEMEX traspasa el 67.4% de sus entradas totales)…» (http://lavoznet.blogspot.mx/2013/08/mas-sobre-pemex-de-la-expropiacion-la.html).
Vuelta al capitalismo primitivo: acumulación por desposesión
» En realidad, el capital foráneo -representado esta vez por la tríada Royal Dutch Shell-ExxonMobil-British Petroleum (aunque la parasitaria Repsol también se frota las manos)- va tras los recursos y reservas [de Pemex] … Específicamente, las transnacionales buscan apoderarse del usufructo de aguas profundas, pozos transfronterizos, y la obtención-comercialización de hidrocarburos no convencionales, en particular el famoso gas esquisto, cuya extracción, cabe recordar, está terminantemente prohibida en múltiples países europeos (Francia, Bulgaria etc.), a causa de los ingentes daños ambientales que acarrea esta aparatosa técnica de explotación, más conocida como fracking o fractura hidráulica (utilización de extraordinarias cantidades de agua, químicos de alta toxicidad, extensas perforaciones del territorio y de formaciones rocosas de difícil acceso)… Vuelta al colonialismo. La reforma a la que se le ha endilgado la etiqueta de ‘ transformacional ‘ , apunta en la práctica a una regresión bien conocida: a saber, la de la expoliación, devastación y desestabilización de la nación. Vuelta al saqueo imperial…» (http://lavoznet.blogspot.mx/2013/08/mas-sobre-pemex-de-la-expropiacion-la.html).
Desnacionalización, descapitalización y desmantelamiento
«En 2005, el gobierno de Vicente Fox desnacionaliza Mexicana, y traspasa la aerolínea a precio de tianguis -165 millones de dólares- a Grupo Posadas, cuyo decano era Gastón Azcárraga, primo de Emilio Azcárraga Jean. En lo que parece un record guinness en la ruina financiera de una empresa, la conducción de Grupo Posadas supuso una suerte de harakiri empresarial, al acumular una deuda de 900 millones de dólares (repartida entre mil 300 acreedores) en un margen de cinco años… En 2007, Aeroméxico pasa por un nebuloso proceso de desincorporación estatal. Este año, el gobierno de Felipe Calderón vende el 90% de las acciones de la aerolínea a Grupo Financiero Banamex, subsidiaria de Citibank, en cuya junta administrativa aparece otra vez el entusiasta multipropietario: ¡sí! Emilio Azcárraga. Las rutas que abandona Mexicana, ahora las acapara Aeroméxico…» (http://lavoznet.blogspot.mx/2013/07/mexicana-de-aviacion-no-se-olvida-la.html).
Colofón: la ruina de la educación
«… Si se quiere conocer el contenido pedagógico de la iniciativa [de reforma educativa], es preciso mirar la baraja de agrupaciones que impulsan los ‘lineamientos’, ‘medidas’, ‘directrices’ y ‘criterios de evaluación’ de la ‘transformación educacional’ (sic). La revista Proceso documenta: ‘Los documentos de la OCDE Mejorar las escuelas: estrategias para la acción en México (2010)… Getting it right: una agenda estratégica para las reformas en México (2012)… así como el estudio Ahora es cuando: Metas 2012-2014, elaborado por Mexicanos Primero, confirman acuerdos y reflejan directrices de la reforma educativa y las acciones que en esa materia ha asumido el gobierno federal’… El artículo de Proceso también desvela la identidad de este cónclave patronal -Mexicanos Primero: ‘Los patronos del organismo son… Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa; Claudio X. González, ex vicepresidente corporativo de la fundación de esa mismo empresa… Carlos Hank González, director general del Grupo Financiero Interacciones, nieto y homónimo del ex gobernador priista del Estado de México, etc.’… La dimensión pedagógica de la reforma tiene, en suma, dos vértices: 1) la incautación de la instrucción académica, ahora en manos de organismos empresariales y; 2) la conversión de la educación pública en centros de transmisión de ‘valores’ técnico-empresariales y capacitación de la fuerza laboral… En síntesis, la defunción de la educación» (http://lavoznet.blogspot.mx/2013/09/el-abc-de-la-reforma-educativa-la-ruina.html).
Fuente: http://lavoznet.blogspot.mx/2013/11/mexico-neoliberalismo-para-principiantes.html