Traducción de Ana Herrera. Antoni Bosch editor. Barcelona, 2018.
Bastantes de los jóvenes politizados en los años 60 y 70 en España fuimos marxistas sin haber leído demasiado a Marx. Lo fuimos básicamente por dos líneas de influencia: la directa de Manuel Sacristán y la indirecta de Lois Althusser. Sacristán influyó directamente a través de su palabra y sus escritos. Sus simpatías pasaban por el llamado marxismo analítico, de raíz anglosajona. Pero era desde sus lecturas directas de Marx desde las que hablaba. Althusser llegó a nosotros a través de las traducciones y de sus seguidores, pero sobre todo a través del libro de Marta Harnicker Los conceptos elementales del materialismo histórico. Y con la misma pasión que muchos se hicieron marxistas, luego se hicieron antimarxistas. Un mundo de filias y fobias, muy maniqueo, quizás marcada por la ascendencia católica de todos nosotros. Algunos intentos interesantes, al margen de los sacristanistas y althusserianos, vale la pena señalarlos, como La filosofía de «El capital» de Felipe Martínez Marzoa.
Quizás lo que toca ahora es leer a Marx y olvidarnos de marxistas y antimarxistas. Pero se agradecen libros como el que nos ocupa. El autor, Peter Singer, es uno de los filósofos morales más celebrados, que se inscribe claramente en la tradición utilitarista. Nada que ver con el marxismo. Pero sabe hacer una lectura fresca e inteligente, sin prejuicios, del legado de la obra de Marx. El libro lo publicó en una primera versión original inglesa en 1980 y lo reeditó ampliado en el año 2018. La editorial Antoni Bosch ha hecho una edición en castellano, con una excelente traducción de Ana Herrera.
El ensayo hace un recorrido por el trayecto biográfico-filosófico-político de Marx, expresado de manera sintética y bien articulada. Va desde el joven filósofo hegeliano Karl Marx hasta su madurez comunista y revolucionaria, pasando por sus análisis de la historia y de la economía capitalista. El resumen es claro y mínimamente riguroso, siempre en los límites de su valor introductorio. El punto de vista de Peter Singer, evidentemente discutible, es que no nos interesa el Marx economista ni el científico social sino el Marx filósofo. Peter Singer niega el valor científico que pueda tener la teoría económica de Marx o su concepción de la historia. Lo cual no le lleva a negar que haya aportado ideas interesantes a las ciencias sociales. Singer, como buen utilitarista, sitúa la problemática filosófica en el terreno práctico de la ética y la política como teorías normativas. Pero lo más interesante son los dos últimos capítulos, en los que abre un debate sereno y matizado sobre su legado a partir de dos preguntas: ¿Tenía razón Marx? y ¿Sigue siendo relevante Marx?.
La valoración que hace Peter Singer respecto a la primera pregunta es ambivalent, tirando más bien a negativa. No considera a Marx como un científico social y por tanto no le parece que tuviera elementos consistentes para sus previsiones futuras. Cita como ejemplo su idea de que la revolución se haría en los países industrializados, de que aumentarían las desigualdades en los países capitalistas y de que el capitalismo caería por sus propias contradicciones, con lo que se haría inevitable la revolución proletaria. Aquí hay mucho que discutir. El primer punto es evidente, pero tiene un carácter mucho más secundario que los otros dos, que Marx sí planteaba claramente como definición de la dinámica necesaria de su análisis del capitalismo. La reflexión sobre estos puntos es compleja y nos plantea además la pregunta de quienes son los científicos sociales capaces de hacer previsiones ciertas sobre las dinámicas futuras. Aunque, como plantea Singer, sí podemos intentar contrastar lo que plantea sobre el futuro de los procesos sociales un supuesto científico social del siglo XIX. Aquí hay un profundo debate en el que aquí no puedo entrar pero que cuestionaría la afirmación tajante de Singer de Peter Singer de que Marx se equivocó en estos dos puntos. En todo caso lo que sí reconoce el filósofo británico es que apuntó sugerencias fecundas al respecto. Sobre todo en la importancia que supo señalar tanto de la naturaleza histórica como del papel básico de la economía en la sociedad humana. Lo que resalta Singer de Marx está justamente en la línea de considerarlo un filósofo político y en su crítica al liberalismo. Considera que Marx es, sobre todo, un defensor de la libertad humana. Y que justamente lo que critica al liberalismo es su manera individualista y abstracta de entender la libertad, olvidando el marco social-económico que la posibilita para todos. Insiste en el concepto de alienación que aparece en los manuscritos juveniles y en su fecundidad como crítica de la manipulación de la sociedad consumista.
Respecto a la segunda pregunta, sobre si Marx sigue siendo relevante, Peter Singer comienza señalando algo indiscutible: la enorme influencia que Marx ha tenido en el siglo XIX y XX. Sobre todo en los movimientos políticos, las revoluciones y los Estados que se han formado bajo su influencia. Singer se para en el caso de China y entra en unas consideraciones que me parecen muy polémicas, como es la simple caracterización de la República Popular China como un país capitalista bajo un régimen autoritario que se autodenomina marxista. En todo caso, Peter Singer concluye que no es en su promesa revolucionaria, que en contra de lo que planteaba Marx no es ni deseable ni necesaria, sino en sus ideas y críticas al sistema capitalista donde podemos recoger visiones y propuestas políticas que nos permitan afrontar mejor las transformaciones de un sistema que no parece que tenga un final próximo. Veremos.
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