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No son de izquierda, son arribistas que firman pactos con la derecha del gobierno PRI-PAN

Fuentes: Rebelión

1. La izquierda en México (la que pensaba y buscaba hacer una revolución socialista encabezada por los trabajadores) está dispersa en pequeños grupúsculos y casi muerta. En 1977, el PRI, Reyes Heroles y el presidente López Portillo -con una «reforma político-electoral» les prometió y otorgó cargos políticos, millonarios subsidios y apariciones en Televisión- haciendo que […]

1. La izquierda en México (la que pensaba y buscaba hacer una revolución socialista encabezada por los trabajadores) está dispersa en pequeños grupúsculos y casi muerta. En 1977, el PRI, Reyes Heroles y el presidente López Portillo -con una «reforma político-electoral» les prometió y otorgó cargos políticos, millonarios subsidios y apariciones en Televisión- haciendo que sus corrientes más oportunistas brincaran de alegría y aceptaran aprobar todo. La izquierda honesta se aisló y casi desapareció; en adelante todo se convirtió en «socialdemocracia electoral» cuya misión fue marchar tras el gobierno, el PRI y el PAN. Decir que son de izquierda los que firman pactos y acuerdos con gobierno y derecha hoy, es una vil tontería u oportunismo político.

2. Una izquierda honesta tendría como enemigo al sistema de explotación capitalista o, por lo menos a toda la derecha: gobierno, empresarios, medios de información, PRI, PAN y todos los partidos sumisos. Estar solo contra el PRI es sólo un vil oportunismo; se busca olvidar que el PAN estuvo 12 años en el gobierno y gobernó igual o peor que el PRI. El PRD ha tenido en sus manos más de 10 gobiernos en los estados (DF, Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Morelos) y no ha hecho nada, más que obras caritativas o de servicio social diferente a las del PRI, nada que hagan avanzar los procesos de cambio. Rosa Luxemburgo escribió en 1900 su libro «Reforma o Revolución» para demostrar el oportunismo reformista de la socialdemocracia alemana.

3. Yo no sé si entre algunos años estudios profundos demuestren teóricamente errores u oportunismos de López Obrador porque hoy no son evidentes y con su intenso trabajo político opaca cualquier argumento; pero hoy se podría decir que es el único político decente y honesto, incomparable con políticos de partidos que se autocalifican de «izquierda», que durante más de 30 años (como aquel viejo Fidel Velázquez, líder al servicio de todos los gobiernos) han brincado en los cargos de diputados, senadores, asambleístas o dirigentes de partido. Así como en el PRI y el PAN, si hiciéramos una lista de políticos del PRD veríamos que tampoco tienen llenadera. ¿Por qué no les quitan en 70 por ciento de lo que cobran para emplear en capacitación política?

4. Uno de los terribles errores de López Obrador es no movilizar al pueblo contra el fraude electoral claro y evidente como fue en las presidenciales de 2012 y de hace unos días en el Estado de México. No tendré autoridad para criticar su intenso trabajo, pero es evidente que si tiene miedo a los empresarios, a los medios de información y a la deformada opinión pública por el «qué dirán», pues no podrá ser nunca un buen presidente porque siempre estará temeroso a esas masas tontas, embrujadas, derechizadas por los medios de información. Así se han jodido a muchos movimientos de los trabajadores: amenazándolos, calumniándolos y organizando el gobierno grupos de choque armados como los usados en la brutal represión del 10 de junio.

5. Nadie puede superar o igualar a López Obrador en su trabajo y honestidad, pero es obvio que si le tiene miedo a la clase dominante no resistirá ninguna presión de ella; siempre buscará pretextos para no enfrentarla. Estoy de acuerdo que el político honrado no esté permanentemente poniendo el juego su prestigio por todo en las batallas en las calles que se desatan contra la corrupción y los engaños, pero hay momentos en que en necesario actuar para que las masas no nos tilden de cobardes e irresponsables. No olvido que Marx en 1871, ante los levantamientos obreros en la Comuna de París, señaló que si los obreros se habían lanzado a una revolución había que apoyarlos hasta para tomar el cielo.

6. La socialdemocracia electorera mexicana -así como se ve en el PRD- no pelea o lucha a favor de los trabajadores y la transformación del país, sino entre ella misma para lograr fuerza propia, así como cargos y financiamiento. La representación política en el PRI, PAN, PRD y los demás partidos son hoy un maravilloso negocio de los políticos. En vez de poseer un trabajo honrado de 15 o 20 mil pesos mensuales, los políticos «se llevan la maleta» cobrando entre 250 mil a 600 mil pesos al mes. Nuestro grito en las manifestaciones contra los caciques del PRI en los años sesenta y setenta -porque se pasaban de 30 a 50 años cobrando fabulosos salarios, hoy se pueden usar contra PRI, PAN, PRD y todos los políticos. Hoy la política es un negocio de mucho dinero.

7. Si este último año López Obrador no se dedica a apoyar las luchas sociales, a unificar a los trabajadores y no pierde el miedo al «desprestigio» por acompañar a los luchadores sociales en las calles, entonces valió un carajo. Si donde estuvo más que evidente el triunfo de Morena (el Estado de México) dejó todo en las manos de las funestas instituciones, puta pues ya nada se puede esperar de 2018; le harán lo que les han hecho siempre: un fraude descarado y brutal. Pero además es muy posible que la gente más valiosa y luchadora se desanime. ¿O estará ya en proceso de conversión en un partido más como todos los que han traicionado? Ya lo veremos en menos de un mes. Parece que el capitalismo y la derecha se re fortalece en América Latina.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordprees.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.