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MORENA en la encrucijada

Notas sobre un ética militante de izquierda

Fuentes: Black Magazine

La elección de candidatos es uno de los momentos más conflictivos de toda organización política. Es un momento en el que se observan las más bajas pasiones, mostrando los vicios de la política mexicana. El oportunismo, la corrupción, la mentira, el dinero y pactos secretos, son parte del arsenal utilizado comúnmente a fin de hacerse […]

La elección de candidatos es uno de los momentos más conflictivos de toda organización política. Es un momento en el que se observan las más bajas pasiones, mostrando los vicios de la política mexicana. El oportunismo, la corrupción, la mentira, el dinero y pactos secretos, son parte del arsenal utilizado comúnmente a fin de hacerse de una candidatura, medio de llegar a un cargo, con los beneficios que acarrea.

MORENA que nace postulando una nueva política, una nueva ética política, que haga de la política un oficio noble, se encuentra actualmente en la encrucijada de la elección de sus candidatos. Encontrando un punto de contradicción, entre una política nueva y los vicios de la política de siempre. El oportunismo, los pactos secretos, la simulación, la mentira, están presente en este proceso. Mientras el tiempo avanza de prisa, sin oportunidad de modificación ante la inminencia del 2018.

La esperanza de México, es asediada. Se lee en diversos medios de comunicación adhesiones masivas de figuras de la vieja política, militantes de MORENA empiezan a aceptar ciertas prácticas como un mal necesario, otros no tienen más objetivo que su ambición de poder. La mística, compromiso y crítica presente adquiere un lugar secundario ante los tiempos urgentes, y la gran batalla del 2018.

Más allá de las estrategias que MORENA hace a fin de controlar este proceso de elección de candidatos (como el consenso y el papel de los consejos estatales), se presentan las viejas lacras de la política. Una señal de alerta, ante un peligro interno que puede dar al traste con un proyecto que es la culminación de múltiples luchas. Recordemos que el PRD igualmente nació aglutinando lo mejor de las luchas sociales, y que en menos de tres décadas se convirtió en un instrumento de dominación.

La democracia en lo interno parece ser la gran ausente y, tal vez, la vacuna para no extraviar el camino. Sin embargo, hay una debilidad propia, una carencia en muchos militantes de una ética de izquierda (o revolucionaria). Tal vez, la herencia más ruin del sistema político mexicano es impregnar de una cultura política corrupta a grandes capas de la población. De ahí la necesidad de una formación política en las bases que modifique una cultura arraigada. Desculturizar la política de su herencia de dominación y corrupción, es una lucha urgente y necesaria para la construcción de la esperanza.

Esta lucha pasa por cambiar formas de proceder en la acción política, por quitarnos costumbres y modos de ser, por defender una ética militante de izquierda. A fin de iniciar un debate presento notas dispersas referidas a acciones que son ejemplo de la permanencia de una cultura política de dominación en MORENA que tiene que cambiarse.

  • La división entre base y dirigencia (la estructura) es un problema serio, que le quita mística a la lucha política. Los comités se vuelven en muchas ocasiones la estructura de trabajo de un plan elaborado a sus espaldas. En los eventos de MORENA cada vez adquieren más preponderancia las vallas que dividen a los invitados especiales de los militantes de a pie. Esta división violenta, como lo son las vallas o muros, es una muestra de una separación que es también de clase. Donde la dirigencia y los cuadros más relevantes del partido son ocupados por aquellos que tienen la posibilidad de dedicarse a la política con soltura.
  • Hablar con la verdad a los compañeros. El militante de base sabe de las contradicciones que implica la lucha electoral y la búsqueda del poder, entiende de estrategias y tácticas. Pero muchas veces la contradicción se oculta, los motivos se ocultan y se disfrazan con discursos y retórica. Recordemos que «la verdad es revolucionaria».
  • La crítica es necesaria. No se puede llamar a silenciar discursos críticos y mucho menos presentarlos como un ataque a MORENA y al proyecto de cambio. Los consejos deben ser lugares de discusión y no de aprobación. La crítica debería de ser uno de los valores que se busque en nuestros líderes, ya que implica valentía y pensamiento, es contraria a la pleitesía y a la fidelidad personal.
  • El uso de los títulos académicos o cargos para referirse a los liderazgos es una costumbre que crea jerarquías, separa por medio del cargo o del grado académico. No más «el licenciado tal» o «el diputado tal», la igualdad se concibe y se afianza en el trato de iguales. Volvamos al asambleario «compañero» y «compañera», y nunca más al también recurrente «compañeritos» el diminutivo que recrea la dominación.
  • Basta de la idolatría de cualquier dirigente, es penoso la centralidad que adquiere para algunos militantes una foto con prominentes compañeros y compañeras. La selfie como medio de sentirse militante de altura, es una muestra de ello. El entender la acción política a partir de integrarse a algún equipo de algún dirigente es parte de la vieja política. Igualdad y democracia son parte de una misma ecuación.
  • Basta de buscar el cargo como recompensa y honores, este debe entenderse como sacrificio, como entrega, o como la posibilidad de servir por el conocimiento y vocación que se tiene, por ser útiles y no porque se trabajó para ello.
  • La honestidad es también reconocer el trabajo de los otros, reconocer lo que se ha hecho sin exagerar, reconocer quien ha estado a la vanguardia y apoyarlo. Es vergonzoso las filas de militantes formados para inscribirse en la búsqueda de una candidatura, muchos sin tener un trabajo de base, sin el reconocimiento de sus propios compañeros, otros buscando arreglos cupulares y apoyos de sus padrinos y amigos.

Ser de izquierda es un compromiso fuerte, que implica una ética distinta, sin ella los riesgos de naufragio son enormes. Recordemos que múltiples procesos de transformación han fracasado por una quiebra moral. La formación política y la democracia son el camino para avanzar con pasos solidos hacia una transformación.

Publicada por primera vez en Black Magazine: http://www.blackmagazine.mx/morena-en-la-encrucijada-notas-sobre-una-etica-militante-de-izquierda/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.