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Amaury Pérez y Vicente Feliú, cantautores cubanos

«Nuestro deber como artistas es estar allí donde el dolor es más agudo»

Fuentes: La Jiribilla

Amaury Pérez y Vicente Feliú son dos nombres imprescindibles a la hora de hablar de la historia musical cubana contemporánea, trovadores que han transgredido épocas y derrumbado las barreras de varias generaciones. Sus canciones, junto a las de Silvio, Pablo, Noel y muchos otros cantautores, conforman el espectro vital del legendario Movimiento de la Nueva […]

Amaury Pérez y Vicente Feliú son dos nombres imprescindibles a la hora de hablar de la historia musical cubana contemporánea, trovadores que han transgredido épocas y derrumbado las barreras de varias generaciones. Sus canciones, junto a las de Silvio, Pablo, Noel y muchos otros cantautores, conforman el espectro vital del legendario Movimiento de la Nueva Trova. Su compromiso con las ideas más nobles y las causas justas de la Revolución se ha hecho fehaciente a lo largo de sus vidas y obras. Ahora, una vez más guitarra en ristre, continúan al lado de la trinchera y parten, como muchos otros artistas, a las zonas devastadas por el huracán Gustav en la occidental provincia de Pinar del Río. Conforman una de las siete brigadas artísticas que asisten a lugares casi inaccesibles, intentando llevar a tantas personas afectadas un pedacito de luz y canción, de esperanza y solidaridad.

Antes de la partida, ambos, en conversación para La Jiribilla, nos dieron sus impresiones sobre esta idea de cooperación cultural con las víctimas del poderoso fenómeno natural que azotara la Isla en los días recientes.

Amaury Pérez:

«Las brigadas artísticas son un aporte en realidad pequeño en cuanto a la eficacia concreta, pero en contraposición son una inmensa contribución, porque significa llevarle un poco de alegría a tanta gente que está damnificada. Estuve hace unos días con el ministro de Cultura, Abel Prieto, generando esta idea allí mismo, en el municipio de Consolación del Sur, en una visita que realizó Abel como diputado por esa región, y allí planteamos la idea. Había que ver cómo los pobladores pedían: «¡que vengan, que venga tal artista o aquel otro!», sus artistas más populares, y como estaban dispuestos a compartir con ellos, sin audio, en las condiciones más difíciles. Y aquí estamos los artistas, llevando nosotros mismos nuestros insumos, transmitiéndoles un poquito de alegría a gente que no tiene electricidad hace muchos días, que no tiene agua, que no tiene gas, gente que en su mayoría no tiene casa, no tiene techo…»

«Conlleva que ellos tengan la oportunidad de ver a sus artistas más queridos, a Haila, a Ulises Toirac, a Gustavito, a músicos tan queridos como Liuba María Hevia, que van allí a cantar sin micrófonos, a echar su garganta, a realizar tres o cuatro actividades en el día. Creo que es algo extraordinario. Yo me siento muy feliz de hacerlo, de ir, pero además me siento profundamente orgulloso de que el ciento por ciento de nuestros artistas se autopropusieran: actores, pintores, repentistas, humoristas, músicos…, es impresionante la respuesta que dieron. Todos dispuestos no solo a ir y actuar, sino a llegar y quedarse, y poner techos, y ayudar.»

«Es una nueva Expedición, donde otra vez voy con Vicente Feliú -somos expedicionarios los dos-, y siempre estaremos dispuestos. Yo lo dije cuando la Expedición con Silvio por las prisiones, y lo repito ahora: el principal deber, por lo menos mi deber como artista, es estar allí y cantar allí donde el dolor es más agudo, donde la gente pasa más trabajo. Ese ha sido mi credo, yo no doy prácticamente conciertos en ninguna parte, pero estoy dispuesto siempre a cantar donde hay un problema, y allí estaré, y allí voy, y conmigo toda la gente buena, fíjate que está todo el mundo aquí.»

Vicente Feliú:

«Esto me acuerda un poco, por la situación angustiosa que tiene la población de Pinar del Río, de la Isla de la Juventud, la experiencia que tuvimos en Angola, donde cantamos junto a los soldados y al pueblo en un estado de guerra y desolación. Sé que la situación va a ser tremenda porque muchas de estas personas afectadas por el huracán están a punto de la depresión, lógicamente. Es decir, están vivos, pero hay muchos sin hogar, sin sus objetos personales, sin nada… Gente que tiene que empezar de cero. Y creo que esto que estamos haciendo por lo menos va a aliviar un poquito esa angustia inevitable. Creo también que hay que seguir, como hicimos cuando la guerra de Angola, hay que mantenerse allí, ir constantemente, porque no tendrán casa, no tendrán pertenencias, pero por lo menos tienen apoyo, saben que tienen el soporte además de la cultura en un momento tan difícil como este.

«Leí algunos fragmentos de la carta de Kcho, publicados en días recientes, en la ‘Reflexión de Fidel’, y supongo que exista, debe existir la idea de ir también a la Isla de la Juventud. A mí todo esto me ha tomado un poco de sorpresa porque llegué prácticamente el día del ciclón a Cuba y no tuve teléfono hasta ayer, pero me avisaron y aquí estoy como soldado, como artista, como siempre, en la primera línea…»