1. El domingo 23 quedó integrada, en la ciudad de México, la Nueva Central de Trabajadores (NCT); aglutinará al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a la Alianza de Tranviarios y al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam), entre muchos […]
1. El domingo 23 quedó integrada, en la ciudad de México, la Nueva Central de Trabajadores (NCT); aglutinará al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), a secciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a la Alianza de Tranviarios y al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (Situam), entre muchos otros gremios. Pero la mala noticia fue que coincidió con el festejo del 78 aniversario de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) fundada en los mejores años del cardenismo y luego convertida en una central oficial -de tres millones de asociados- directamente al servicio de los siguientes 14 gobiernos de la burguesía.
2. La fundación de la Nueva Central es muy buena noticia para los trabajadores organizados de manera independiente que han estado sufriendo despidos, represiones y amenazas del gobierno, Estado y empresarios; puede ser un centro de conjunción y agrupamiento de los trabajadores del país para la defensa de sus intereses; pero también -y aquí está el peligro- puede convertirse en una organización más de otras de las 20 que se han creado en los últimos años y han desaparecido. Y no ha sido por traición de sus dirigentes sino por falta de claridad ideológica, por intervención gubernamental para dividir, por miedo de los propios trabajadores y por falta de financiamiento.
3. En otros momentos se vieron muy comprometidos el FAT, los telefonistas, los empleados del IMSS, los trabajadores de la UNAM, los de Pascual, los mineros, trabajadores del Metro, etcétera; juraron en los días de fundación que era la alternativa independiente, pero a pesar de esas enormes voluntades los gobiernos han seguido reprimiendo y cesando de su trabajo a decenas de miles de obreros y no ha habido una organización fuerte para responder. Puedo concebir que se vayan a la calle 8,500 trabajadores de Mexicana, que el gobierno deje abandonados a decenas de mineros enterrados, que se despidan a 500 profesores pero despedir a 46 mil electricistas no me cabe en la mente.
4. Los electricistas, por lo menos en sus últimos veinte años como SME, encabezaban todas las marchas del 1 de mayo y de protesta en el DF; laboraban en un sector estratégico de la política; junto con los petroleros eran pilares de la economía, ¿cómo fue posible que un gobierno de derecha, empresarial, muy ignorante en movilización, haya cesado con la mano en la cintura a miles y miles de trabajadores? Puta, 46 mil obreros y otros 20 o 30 mil aliados, pudieron paralizar la ciudad de México y el país usando el poder de la electricidad. Si hubiese sido el gobierno del PRI le hubiera reconocido su enorme capacidad manipuladora; pero el gobierno del PAN que siempre creí de imbéciles me demostró lo contrario.
5. La clase dominante no descansa; debe estar buscando en todo momento la mejor estrategia para dividir y debilitar a esta Nueva Central que anuncia -como en muchas otras ocasiones- que tendrá una dirección colectiva integrada por los secretarios generales de los gremios que están en el proyecto; busca el gobierno cómo intervenir para influir en el plan de acción y movilizaciones que se han fijado la realización de marchas el próximo 18 de marzo y 1º de mayo, como arranque de acciones conjuntas. Espero, tengo mucha confianza, en que ningún nuevo dirigente de la NCT acepte diputaciones o cargos en partidos políticos (sea del PRI, PAN, PRD o Morena) porque con ello comenzaría el desprestigio y la falta de confianza que tanto ha matado la unidad.
6. Los trabajadores electricistas, así como los ferrocarrileros y del magisterio, vienen de lejos en sus luchas: de los primeros años de la revolución. Una revolución de las clases medios que mutaron en gran burguesía. Así que también la burguesía, la clase dominante viene de lejos creando sindicatos, organizaciones patronales y leyes para conciliar los intereses de unos y otros. Por ello en 1918 creó la CROM, en 1936 la CTM, en 1966 el Congreso de Trabajo (CT) y las leyes del Trabajo con las que ha controlado durante más de un siglo la «lucha de clases». No ha sido nada fácil cuestionar seriamente su poder. Por eso hay que seguir ensayando hasta derrotarla.
7. Esta nueva organización tendrá que ser una coordinadora de movimientos para evitar que el centralismo la rompa en unos cuantos meses. Tendrá que estar abierta a toda clase de críticas distinguiendo a las que llegan de la derecha, del gobierno y de los medios que buscan destruirla de los críticas de izquierda que buscan consolidarla como una organización clasista. La NCT debe educar ideológicamente a sus asociados mediante la discusión de asuntos básicos y lecturas, así como con las movilizaciones en torno a los mil problemas que tienen los trabajadores. Hay que prohibir las reuniones en lo oscuro, las entrevistas particulares con funcionarios e impulsar que en cada una de ellas acuda la dirección colectiva con un grupo de vigilancia.
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