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Nueva victoria obradorista

Fuentes: Rebelión

En la ruda lucha contra la oligarquía, López Obrador acaba de apuntarse una nueva, veloz y contundente victoria: en sólo dos semanas resolvió el problema del desabasto de gasolina. Un desabasto generado por las medidas gubernamentales para combatir, atenuar y eliminar el robo generalizado y masivo de combustibles. Ese desabasto produjo dos notorias reacciones sociales. […]

En la ruda lucha contra la oligarquía, López Obrador acaba de apuntarse una nueva, veloz y contundente victoria: en sólo dos semanas resolvió el problema del desabasto de gasolina. Un desabasto generado por las medidas gubernamentales para combatir, atenuar y eliminar el robo generalizado y masivo de combustibles.

Ese desabasto produjo dos notorias reacciones sociales. Una por cuenta de la derecha y del antiobradorismo más primitivo e irracional, que calificaba la situación de auténtico caos social y hasta de apocalíptica, con estridentes llamados a López Obrador para realizar cambios en el gabinete y para su propia e inmediata renuncia a la presidencia de la república. Y no faltaron algunos energúmenos que se atrevieron a insinuar la necesidad de un golpe de Estado para derrocar al gobierno.

Y una segunda reacción, ésta de carácter popular, que entendiendo la situación decidió apoyar el combate contra el robo de combustibles y particularmente a López Obrador, lo que condujo a un aumento de 20 puntos (de 70 por ciento a 90 por ciento) en la popularidad y en el apoyo social al mandatario y a sus políticas anticorrupción.

Hasta ahora, la oposición y las censuras a López Obrador habían sido sólo verbales y de carácter mediático: rumores, calumnias, propaganda negra, desinformación. Pero esta vez la oligarquía decidió pasar a las vías de hecho. Y acudió a las técnicas del sabotaje de las instalaciones petroleras. Sólo que la rápida e inteligente respuesta del gobierno nulificó el esfuerzo saboteador.

Era y es tan grande y decidido el apoyo social y popular a López Obrador, que el combate al robo de combustibles, que aparecía en el horizonte como una descomunal batalla, terminó siendo una fugaz escaramuza.

Pero no sólo creció el respaldo popular a López Obrador. También creció su prestigio político. Y han crecido igualmente las posibilidades de grandes ahorros económicos que posibilitarán el rápido cumplimiento de las promesas obradoristas de mejoría de la situación económica de la población del país, hoy severamente empobrecida.

Y también sus promesas de mejorar en el tema de la seguridad nacional. Esta última victoria augura indudablemente nuevos triunfos. Ya está a la vista la creación de la Guardia Nacional. Y si bien hasta el momento la derecha logró descafeinarla, pronto se verá que terminará siendo creada según el criterio del presidente. Y esto, al contrario de lo que dicen sus críticos, no será una imposición, sino un resultado lógico y natural del masivo, expreso y activo apoyo popular del que goza López Obrador.

Blog del autor: economiaypoliticahoy.wordpress.com

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