1. Cuando pienso en autogestión o gobiernos libertarios se me presenta en mente la Comuna de París de dos meses de 1871 analizada por Marx; pero también las experiencias de Los Caracoles creados en 2003 por el EZLN en Chiapas como comunidades autónomas zapatistas donde funcionan Juntas de Buen Gobierno (JBG) vigiladas por las comunidades. […]
1. Cuando pienso en autogestión o gobiernos libertarios se me presenta en mente la Comuna de París de dos meses de 1871 analizada por Marx; pero también las experiencias de Los Caracoles creados en 2003 por el EZLN en Chiapas como comunidades autónomas zapatistas donde funcionan Juntas de Buen Gobierno (JBG) vigiladas por las comunidades. Entre las tareas de las JBG está la de coordinar la ayuda y apoyo entre comunidades y distribuir de manera más adecuada la ayuda exterior; sus funcionarios de gobierno son rotativos y revocables y, al parecer no cobran salario alguno. Obvio, Oaxaca es una cosa distinta: es un estado con casi cuatro millones de habitantes con 570 municipios donde funcionan partidos, sindicatos, agrupaciones campesinas, poderosos millonarios con enormes propiedades y medios de información comerciales. Pero pienso en la fuerza de las luchas de los oaxaqueños y en la posibilidad de que sus gobiernos los obedezcan.
2. Después de observar en Oaxaca las grandes batallas de 2006 que duraron de mayo a noviembre, y ahora las de 2013 que son la continuidad y van excelentemente bien, puede adelantarse que los 60 mil maestros de la sección 22 de Oaxaca, más el pueblo de ese estado que los apoya, pueden crear la única democracia directa, la entidad autogestiva de México y del mundo. Sería -como han difundido los anarquistas y zapatistas- el único lugar donde los funcionarios estatales -también federales en el Estado- tienen que «gobernar obedeciendo al pueblo». El gobernador de Oaxaca Gabino Cué, aunque por sus orígenes pertenezca a la burocracia política (PRI, PAN, PR), está obligado a obedecer al pueblo representado por los maestros, a analizar las propuestas discutiéndolas, porque de lo contrario sería un gobernante funesto como Ulises Ruiz y los otros.
3. Oaxaca, junto con el estado de Guerrero, es en México la entidad que más batallas ha dado en defensa de los intereses del pueblo. Los maestros se han distinguido más, pero no solo ellos porque el siempre aguerrido pueblo los ha acompañado. Estos estados, junto a Chiapas, Morelos, Michoacán, Veracruz, Tlaxcala e Hidalgo, han conformado un grupo de entidades con historias indígenas, campesinas, rurales, con economías predominantemente agrarias, que no terminan de acomodarse a eso que llaman «México moderno, urbano e industrial». No es un problema de «atraso cultural y económico», sino la reafirmación de una cultura que ha sido agredida por todas partes y que no está dispuesta a morir o ser sustituida por valores capitalistas que no le pertenecen. Quizá ello explique la causa de sus luchas: las de hoy, las del pasado y de de las años por venir.
4. Aunque el liberalismo oaxaqueño produjo muchos personajes como fueron Benito Juárez y Porfirio Díaz, que como gobernantes produjeron grandes polémicas, así como posiciones confrontadas, de esas mimas tierras surgió un personaje gigantesco de la historia mexicana, el más grande luchador social: Ricardo Flores Magón quien durante más de 24 años batalló como nadie publicando el periódico Regeneración, los círculos obreros libres, las huelgas de mineros e hiladores y en las cárceles yanquis, por el liberalismo puro y luego por el anarquismo. Además de las propias condiciones económicas y geográficas de los oaxaqueños, ¿puede soslayarse esa gran herencia de personajes como Flores Magón? Por ello en Oaxaca los profesores y el pueblo -sabiendo que tienen una gran responsabilidad histórica- están a la vanguardia de los movimientos nacionales.
5. ¿Quién sabe más de educación y de los problemas más sentidos o sufridos por los oaxaqueños, sin tener intereses políticos y económicos particulares que defender, que los maestros que llevan un promedio de 20 años viviéndolos y observándolos? ¿Puede un político profesional de partido, de esos que conocemos hace décadas que obedece consignas y líneas, además de ser corruptos, defender los intereses del pueblo? ¿Puede un secretario de Educación, un alto dirigente sindical -rodeados de cientos de asesores bien pagados- presentar una ley de educación que beneficie al pueblo explotado y miserable? Los oaxaqueños de la Coordinadora (CNTE), así como los guerrerenses, michoacanos, chiapanecos o del DF, han demostrado en sus múltiples seminarios. congresos y foros educativos, que poseen todo el nivel para elaborar sus ideas y sus propuestas.
6. Estoy seguro que la propuesta educativa que presentará la sección 22 de Oaxaca será 10 veces mejor que la de la SEP-SNTE y espero que sin trabas sea aprobada inmediatamente en el congreso de diputados del estado. Esa ley podría convertirse en el documento base que guíe a toda la CNTE, así como en la alternativa de la ley educativa nacional aprobada. Será la de Oaxaca una ley respaldada por todo un pueblo porque recogerá los problemas básicos de los niños y su comunidad. Pero también estarán ahí los intereses de más de 60 mil maestros esencialmente de origen rural; siempre vigilados y evaluados por la población que se identifica con ellos. Por ello muchos maestros, ante las presiones dicen: estamos dispuestos a una evaluación; pero antes preguntan: ¿Quién evalúa a los evaluadores y con qué criterios imponen su autoridad lo podrán hacer?
7. Los medios de información, con el apoyo de los empresarios y el mismo gobierno federal, han buscado desprestigiar a los maestros de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas, pretextando el argumento del abandono de sus escuelas y de los niños; sin embargo la realidad es otra: no quieren que los profesores defiendan sus derechos y menos los del pueblo que representan. No hablarían mal esa clase dominante de los maestros si éstos fueran unos agachados lamiéndoles las botas al sistema económico y político de dominación, aunque no den clases o éstas sean deficientes. Lo que realmente persiguen los capitalistas es que en las escuelas se creen técnicos, se prepare mano de obra barata que produzca riqueza; que no piensen, no protesten, no se organicen. ¿No es acaso el objetivo y contenido de la evaluación que buscan imponer para seleccionar a «su personal»?
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