La reorganización y concentración de programas para atender la violencia contra las mujeres, sin análisis, sin diagnóstico y sin tomar en cuenta las evaluaciones, profundizará las violencias feminicidas.
Hasta abril está paralizado el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), el único programa para la prevención de la violencia contra las mujeres, evaluado sistemáticamente como positivo por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y cuyo presupuesto apenas significa el 0,15 por ciento de lo asignado al ramo 20 de Bienestar Social.
Mujeres trabajadoras del PAIMEF, la ex presidenta de la Cámara de Diputados Dulce María Sauri y la diputada de Movimiento Ciudadano, María Elena Limón García, la información del Presupuesto de Egresos de la Federación Ejercicio Fiscal 2022 y las evaluaciones del Coneval esclarecen las sospechas de que hay una intención de subsumir el Programa, en las políticas zigzagueantes de gobernación sobre la violencia contra las mujeres.
Los recursos del PAIMEF se destinan a las 32 entidades del país, no obstante, tras la desaparición del Instituto de Desarrollo Social (Indesol) el 31 de diciembre de 2021, según decreto publicado en el Diario Oficial, hoy día sus instalaciones han sido desmanteladas, el personal adscrito no conoce qué le pasará y las Reglas de Operación para asignar los recursos -publicadas también el 31 de diciembre- tampoco son claras.
Por ello desde el 22 de febrero y sin respuesta, la diputada emecista María Elena Limón García ante las confusiones de las reglas de operación y los recursos asignados, exhortó a Secretaría de Bienestar para que haga públicas las estrategias necesarias para dar cumplimiento al PAIMEF y el Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, que dependían del INDESOL, funcionaron y contribuyeron en la protección a las mujeres en el país.
Esas reglas de operación señalan que el programa se destinará en las entidades federativas aplicables exclusivamente para la población en condiciones de pobreza, vulnerabilidad adultos mayores de rezago y de marginación de acuerdo con los criterios que defina el Consejo Nacional de Población y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en los programas que resulte aplicable y la declaración de las zonas de atención prioritaria formulada por la Cámara de Diputados mediante acciones que promuevan la superación de la pobreza.
El PAIMEF, tradicionalmente, se operaba por los institutos o secretarías de la mujer estatales para el funcionamiento de 410 Unidades de atención especializada.
En 2021 atendió a 138.561 mujeres y a 11.290 niños y niñas de seis a 13 años de edad, en 1.548 municipios, según la ficha de monitorio del Coneval, que titula su última evaluación como un programa en Riesgo Permanente y sostiene que las acciones del PAIMEF se alinean con el Programa Nacional de Desarrollo 2019-2024, en sus puntos I «Política y gobierno, libertad e igualdad» y II «Política Social, Cultura de Paz, para el bienestar y para todos»; con el Programa Sectorial 2020-2024, en su objetivo 5 «Contribuir a una cultura para la paz para incidir en la disminución de la violencia en comunidades y territorios»; y con la Agenda 2030, en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 5 y 16.
La ex presidenta de la Cámara de Diputados Dulce María Sauri Riancho, en entrevista, consideró que este desaire no se entiende, cuando estamos hablando de un magro presupuesto -alrededor de nueve millones de pesos (450.000 dólares) en promedio por estado-, pero que muchas veces representa lo único disponible para ejecutar acciones desde los institutos estatales de la mujer, que en su inmensa mayoría sólo reciben recursos para sus gastos de operación más básicos.
Agregó que los centros de Justicia para las Mujeres creados el sexenio pasado, dependientes de la Secretaría de Gobernación, han tenido en el PAIMEF su único apoyo institucional para poder lograr sus metas de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres.
En el PAIMEF se entiende a la violencia como resultado del escaso o nulo poder de las mujeres en materia económica, social, cultural y política; por tanto, su propósito fundamental es empoderar a las mujeres al igual que a las niñas.
Además de este programa han derivado proyectos ejecutados por organizaciones sociales y no gubernamentales, todos bajo la responsabilidad de las instancias de mujeres de cada estado.
Recordó que el PAIMEF nació bajo el signo de la coordinación y la concertación, trabajando INDESOL con estructuras gubernamentales y con organizaciones de la sociedad civil, «esa que tantos ataques ha recibido del actual gobierno».
Los cambios por la desaparición del INDESOL, declaró una de las «angustiadas» trabajadoras -nos reservamos su nombre- son contundentes: «mis temores se hicieron realidad, al desaparecer Indesol todos sus programas desaparecen. Su nueva sede, el Conavim, no iniciará funciones hasta que no tenga presupuesto fundamentado en un proceso normativo nuevo».
Es decir, este año -2022- no habrá recursos para los Refugios de mujeres víctimas de violencia y de otros tantos programas para las mujeres como el PAIMEF, Enapea y programas y apoyos para organizaciones de la sociedad civil, coinversión.
Los programas de coinversión no existen desde 2019. Sobre ello, Dulce María Sauri señala que, a casi 30 años de la conformación del Fondo de Coinversión Social, antecedente de Indesol, ya era una amenaza de destruir o anular al PAIMEF, tal como lo analiza Coneval. Señala que es o era el único programa con resultados medibles en materia de violencia contra las mujeres, más que la Conavim, aparente entidad receptora del PAIMEF, que carece del presupuesto necesario para poner a operar plenamente los Centros de Justicia para Mujeres.
Si el PAIMEF irá a parar a Conavim, bajo la razón de compactar estructuras institucionales y presupuestos, sería un error enorme diluir o «colonizar» PAIMEF por sus nuevas amas, de la Conavim. Al parecer, esta compactación o reestructuración de gobernación, anunciada hace un año por la periodista Martha Anaya, aún no está clara y las instituciones de la mujer en los estados no tienen fondos para la prevención de la violencia.
Para la ex presidenta de la Cámara de Diputados, tal como se ve el panorama a cuatro meses de iniciado 2022, diluir las actividades del PAIMEF «sería enorme pérdida que, en los afanes de austeridad de la actual administración, se perdería un esfuerzo de más de 15 años, que no es del gobierno federal, sino de los estados y que representa logros con recursos muy reducidos frente a la magnitud de otras asignaciones que no tienen ni remotamente los mismos resultados que PAIMEF.
Coneval consigna que el PAIMEF ejerció 0,15 por ciento del presupuesto para Bienestar, y los recursos asignados en el PEF de 289 millones de pesos (14 millones 450.000 dólares), casi la mitad de lo asignado a los Refugios – que tampoco han recibido recursos- también en teoría trasladados al control de Conavim, no hay claridad para la supervivencia de la política de prevención y atención a la violencia.
Coneval, luego de explicar que el PAIMEF está totalmente desligado de las acciones punitivas, propias de instancias de seguridad, deja en claro que a partir de 2016 hubo una redefinición de la población potencial y de la población objetivo calculándose a partir de los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2011 de INEGI.
En este sentido, en 2019 para la actualización del diagnóstico, se revisó la información a partir de la ENDIREH 2016. Asimismo, la relación entre población potencial y objetivo se incrementó en un 5,6 por ciento promedio anual hasta llegar al 38,18 por ciento en 2020, con una evaluación de actividades muy positiva.
Por ello, una nube de responsables de las instituciones de la mujer en las entidades del país, coinciden: pongámonos como tarea fundamental preservar el programa de PAIMEF, con la conciencia y convicción que irradia su buena semilla a espacios de la administración pública en sus tres órdenes, que difícilmente podrán ser conquistados con una estrategia distinta al PAIMEF, tal como lo escribió en noviembre la doctora en Historia Dulce María Sauri Riancho.
O como dice la diputada emecista María Elena Limón García, desde el 22 de febrero se exhortó a Secretaría de Bienestar para que haga públicas las estrategias necesarias para dar cumplimiento a los Programas de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas y al Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus hijas e hijos, realizados por el Instituto Nacional de Desarrollo Social a fin de contribuir en la protección a las mujeres en el país.