Recomiendo:
0

Partidos y clase política buscan frenar la lucha campesina

Fuentes: Rebelión

1. Los campesinos están en la calle protestando, indignados por la miseria en que viven. Piden apoyo a su lucha. Mientras tanto los legisladores del PRD «van de culo». La Jornada publica: «la propuesta inicial del Congreso, que buscaba exigir al presidente Felipe Calderón la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de […]

1. Los campesinos están en la calle protestando, indignados por la miseria en que viven. Piden apoyo a su lucha. Mientras tanto los legisladores del PRD «van de culo». La Jornada publica: «la propuesta inicial del Congreso, que buscaba exigir al presidente Felipe Calderón la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), quedó en un exhorto para que se instale una mesa de diálogo con organizaciones campesinas. Una negociación de última hora entre legisladores del PRI, PAN y PRD, derivó en este punto de acuerdo precedido por la presentación de un diagnóstico sobre el campo y advertencias acerca de la crisis social que generará la apertura total del renglón agropecuario». Se respondió que el exhorto no es suficiente, pero la clase política tuvo miedo y prefirió la instalación de una mesa para tratar de engañar a los campesinos. ¿Hay que entender que el PRD no es oposición sino gobierno?

2. Así actúan las centroizquierdas, los «socialistas» o socialdemócratas en el mundo. Desde 1889, cuando se fundó la Segunda Internacional, han puesto en primer lugar el sistema parlamentario y los acuerdos con el gobierno en turno. Han apoyado la teoría de la evolución, de la trasformación lenta de la sociedad; por eso fueron enemigos de la revolución, mucho más de la revuelta o el pensamiento anarquista. Los partidos «socialistas» como el francés de Miterrand, el PSOE de Felipe González y Zapatero, los socialdemócratas de la Alemania de Willy Brand, de Olor Palme de Suecia o de Bruno Kreisky de Austria jamás se les pasó en la mente una transformación revolucionaria porque sus metas eran los acuerdos parlamentarios y elecciones burguesas. Al parecer es el camino que escogió Nueva Izquierda para encaminar a su partido; pero fuera de problemas personales o de método, la amplia mayoría del PRD estaría de acuerdo.

3. Decenas de organizaciones campesinas de México y EEUU, activistas sociales y en defensa de los derechos humanos, iniciaron movilizaciones en todo el país a partir de las 23:59 horas del próximo 31 de este mes en protesta por la apertura total de las fronteras nacionales a la producción de maíz, frijol, caña de azúcar y leche en polvo de Estados Unidos y Canadá, como parte de la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) firmado en 1993. Informaron que el gobierno federal y el Congreso de la Unión se han negado a modificar el acuerdo comercial. Como respuesta las fuerzas campesinas han acordado movilizaciones al cierre de 2007 y en las primeras horas de 2008 en puentes internacionales. Indicaron que se trata de acciones coordinadas de resistencia y protesta contra el desinterés gubernamental por sacar del rezago al campo mexicano.

4. El gobierno ilegítimo del derechista Calderón, que durante 13 meses sólo autorizó altos aumentos salariales al ejército para luego usarlo como fuerza de ocupación «en busca de narcotraficantes y bandas organizadas» (mismas que han penetrado a gobierno y ejército, actuando en convivencia con ellos) que no captura ni podrá nunca acabar. Este desgobierno de Calderón, tan irresponsable y reaccionario como los anteriores presidentes: Fox y los priístas, ha recibido serios análisis, demandas, peticiones (desde hace 15 años) para que se someta a revisión los capítulos del TLC, en particular el agropecuario, por el daño profundo que haría a los seis millones de familias campesinas miserables del país. Los gobernantes han respondido que «no es el TLCAN es responsable de la pobreza del campo sino que es un problema estructural antiguo». Para ellos los campesinos nacieron miserables y así seguirán con TLCAN o sin él.

5. Pero Calderón, después de firmar en Yucatán el pasado marzo el Plan México, se siente plenamente apoyado por el ejército mexicano y más comprometido con el gobierno de Bush. Su gobierno ha declarado que si somete a revisión el capítulo agropecuario, EEUU tendría derecho a exigir la revisión de otros capítulos para hacer reformas en su beneficio. Entonces, dicen los calderonistas: «mejor no lo tocamos». Así que continuaremos viviendo una abierta competencia desleal frente a productos yanquis y canadienses que se producen a menor costo en esos países tecnológicamente más desarrollados y con subsidios gubernamentales diez veces superiores a los que México otorga a sus agricultores cuando puede y quiere hacerlo. ¿Qué sucede en el mercado sino una gran desventaja para nuestros agricultores y demás productores que hacen esfuerzos valerosos para competir frente a poderosos monopolios extranjeros?

6. La CIOAC declaró que los agricultores de Estados Unidos reciben 340 dólares per cápita y los mexicanos 77 dólares; rendimientos en frijol de 1.8 y en maíz de 8.4 toneladas por hectárea en Estados Unidos contra 0.6 y 2.5 toneladas en México, respectivamente. El PIB del medio rural mexicano se ha mantenido estancado, ya que su tasa de crecimiento ha sido de 2 por ciento a partir de la década de los años 90, cuando en otros periodos llegó a tener tasas por encima de 5 por ciento. En 1993 se importaban 156 mil toneladas de maíz y en este año se estima cierre en 10.8 millones de toneladas, es decir, un crecimiento de 6 mil por ciento en los 13 años del TLCAN; actualmente más de 22 por ciento del grano que se consume es importado, en el caso del trigo es de 55 por ciento, sorgo 35, soya 95, arroz 72, frijol 9, cebada 22 y algodón 55 por ciento. Desde el inicio del TLCAN a la fecha se han comprado 127 mil millones de dólares en alimentos y México ha vendido un total de 106 mil millones de dólares. (La Jornada)

7. Según el gobierno empresarial de Calderón, si se pide la revisión de capítulos en el TLCAN podría enojarse el gobierno de Bush y México podría perder mucho más. Se boicotearían más artículos mexicanos en EEUU y parte de los 10 millones de trabajadores mexicanos que venden sus brazos como «ilegales» a empresarios gringos podrían ser expulsados de ese país y causar una nueva revolución en México uniéndose a los millones de desocupados y los 40 millones de salarios mínimos. Es preferible para el ilegítimo que surja una protesta que, por más grande que sea a las pocas semanas se hace pequeña hasta desaparecer. Los consejeros ultraderechistas de Calderón, que conocen a los campesinos en números estadísticos, saben que los movimientos pueden durar incluso meses y mueren por falta de financiamiento y de conciencia necesaria. Yo prefiero un movimiento de un día o dos que paralice carreteras, bancos y todo.

 

8. Y no es difícil cuando las organizaciones de izquierda y los movimientos de masas llegan a acuerdos. Solamente los lópezobradoristas movilizaron una tarde a más de un millón de personas; los zapatistas pueden mover a unos 200 mil, los electricistas, telefonistas, la APPO y la CNTE, otra cantidad, etcétera. Con contingentes de mil personas en cada caseta de entrada a la Ciudad de México, en cada banco, embajada y principales avenidas, ni ejército ni policía podrán disolver la protesta. Por el contrario si se hace un plantón para escuchar música, repartir unos cuantos volantes y para jugar cartas como entretenimiento, aunque permanezcamos cien años, no pasa nada. La burguesía se reirá como siempre de nosotros y no resolverá nada. ¿Por qué las organizaciones no llegan a acuerdos? Por el caudillismo y el deseo de montarse en los movimientos. ¿Por qué no emplazar para el 7 de enero a la solución de demandas y libertad a todos los presos políticos?

 

9. Los campesinos mexicanos que hasta la década de los cuarenta representaron la fuerza productiva más importante de México, que sobre sus espaldas descansó todo el desarrollo urbano e industrial del país, ahora representan el 25 por ciento de la fuerza productiva viviendo en condiciones igual de miserables que hace 100 años. El proceso de urbanización que se impulsó al finalizar la segunda guerra dio paso al retiro de apoyo gubernamental y de inversiones en la agricultura para atender la industria y los servicios en las ciudades. El gobierno sólo apoyó la gran agricultura capitalista de exportación, los llamados «agricultores Nylon», asociados con los EEUU. Comenzó entonces la enorme migración campo/ciudad, el abandono del campo por falta de inversiones y trabajo, así como el gigantismo urbano que tanto ha perjudicado las relaciones humanas y el medio ambiente. También apareció el «bracerismo» hacia los EEUU.

 

10. A pesar de funesto comportamiento de legisladores, las organizaciones campesinas deben buscar acuerdos con organismo nacionales de lucha. Las batallas aisladas, de sector o gremio, no son suficientes para obtener victorias frente a los poderosos. ¡Basta ya de luchas testimoniales de unos cuantos heroicos solitarios que sólo provocan la risa de los opresores! En lugar de diez o veinte salidas a la calle preparemos una contunde que obligue ese mismo día a resolver las demandas. Los campesinos, después de vivir toda su vida en la miseria, merecen todo nuestro apoyo para salir de su situación. Enero tiene que ser un mes de lucha intensa contra la carestía que provocó desde noviembre el anuncio del gasolinazo, contra el ingreso de artículos agrícolas subsidiados por EEUU, por la libertad inmediata de todos los presos políticos, por la renuncia de funcionarios corruptos como el secretario del Trabajo, de Agricultura y la Reforma Agraria.

 

[email protected]