1. Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha sido, por lo menos desde 1938 (que fue nacionalizada por el gobierno de Lázaro Cárdenas) la empresa más importante del país. Después de ella estarían otras empresas públicas o paraestatales hasta los años setenta: Comisión Federal de Electricidad, Conasupo, Teléfonos de México, Ferrocarriles Nacionales, Bancos, Siderúrgicas, y demás. Antes las […]
1. Petróleos Mexicanos (PEMEX) ha sido, por lo menos desde 1938 (que fue nacionalizada por el gobierno de Lázaro Cárdenas) la empresa más importante del país. Después de ella estarían otras empresas públicas o paraestatales hasta los años setenta: Comisión Federal de Electricidad, Conasupo, Teléfonos de México, Ferrocarriles Nacionales, Bancos, Siderúrgicas, y demás. Antes las empresas petroleras estaban en manos de compañías extrajeras encabezadas por Inglaterra y los EEUU, pero luego PEMEX se convirtió en la «vaca lechera» del presupuesto publico que sirvió en centros de salud, escuelas, carreteras, además para desfalcos. El problema fundamental es que el Estado -por no querer hacer una reforma tributaria justa que obligue a los más poderosos capitalistas a pagar los impuestos que les corresponde- ha despojado a Pemex de sus gigantescas ganancias llegando al grado de no invertir en la empresa para su desarrollo o restauración.
2. Pemex es una empresa sumamente rentable y es sin duda esta verdad es la que ha despertado a los grandes inversionistas a intervenir. ¿Puede ser lo contrario? Se informa que desde el punto de vista contable, el año pasado (2012) logró ventas de bienes y servicios por un billón 933 mil 711 millones de pesos (compuestas por ventas externas de un billón 699 mil 755 millones, e internas por 696 mil 605 millones) además de ingresos por 233 mil 956 millones derivados de un concepto definido como otros y en el que se incluye el efecto de tasa negativa de IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios), donde se contabiliza el subsidio otorgado al precio de las gasolinas automotrices. ¿Por qué venderse una empresa a inversionistas, que arroja enormes ganancias, que sólo requiere mucha mayor atención y honradez? La realidad es que en la cantidad de inversiones está el gran negocio de los gobernantes que no pueden dejar escapar.
3. Lo que Pemex aportó al gobierno rebasó el billón de pesos en 2012, lo que provocó una pérdida a la petrolera por 33 mil 974 millones de pesos, se revela. El balance negativo ha ocurrido por cuarto año consecutivo. La paraestatal ha mantenido «pérdidas» año tras año acumulando 163 mil 696 millones de pesos. Obtuvo en 2012 un balance primario antes de impuestos, derechos y aprovechamientos por un billón 72 mil 258 millones de pesos, de los cuales pagó al gobierno un billón 67 mil 767 millones por obligaciones fiscales, es decir, 99.5 por ciento de su rendimiento, y sólo le quedó un remanente de 4 mil 491 millones para cubrir obligaciones financieras como el pago de intereses (costo financiero), cuyo monto se elevó a 38 mil 465 465 millones; la diferencia, una pérdida de casi 34 mil millones de pesos. Es lo chistoso del asunto: Pemex entrega el 99.5 por ciento de su rendimiento y le queda un 5 por ciento para sus gastos.
4. Desde los años ochenta Carlos Salinas, siguiendo la línea aplicada con las privatizaciones de las otras «empresas paraestatales», buscó privatizar Pemex y no lo logró porque cientos de movilizaciones de la población lo impidieron; los siguientes gobiernos de: Zedillo, Fox, Calderón -que continuaron aplicando el neoliberalismo privatizador- tampoco lograron vender Pemex que desde 1938 se ha considerado «patrimonio nacional de los mexicanos». Parece que el actual presidente Peña Nieto tiene más oportunidad de conseguirlo porque además de prometérselo a los empresarios en su campaña, de ofrecérselo a los inversionistas extranjeros, ha logrado firmar con los partidos políticos un pacto (PAN, PRD, Verde y de más) con el objetivo de mediatizarlos. Recuerdo a propósito aquella invitación del presidente Fox: «Vengan, inviertan, no tengan miedo, porque en México presido un gobierno de empresarios y para empresarios».
5. Pemex -como se sabe- es la mayor empresa de México y de América Latina, y el mayor contribuyente fiscal del país. Es una de las empresas más exitosas del mundo, genera por sí misma entre el 6 y 7 por ciento del Producto Interno Bruto. Es mentira que esté quebrada; si lo estuviera, ¿por qué hay tanto interés de empresarios nacionales y extranjeros en adquirirla y en participar en sus actividades productivas? Es de las pocas empresas petroleras del mundo que desarrolla toda la cadena productiva de la industria, desde la exploración, hasta la distribución y comercialización de productos finales; que durante 2010, PEMEX obtuvo un rendimiento de operación de 545 mil 521 millones de pesos, registró ventas en el país por 683 mil 853 millones de pesos y los ingresos por exportaciones se ubicaron en 592 mil 907 millones de pesos y que la producción promedio de petróleo crudo se ubicó en dos millones 576 mil barriles diarios.
6. Si los inversionistas extranjeros no han decidido invertir es porque no tienen confianza, temen perder sus capitales ante el desgobierno y por el gran desarrollo de la inseguridad en el país; sin embargo, aunque las cosas no han cambiado, el PRI ha sabido manipular la situación para dar la impresión de que todo está bien. Muchos multimillonarios mexicanos tienen inversiones en otros países, particularmente en Centroamérica y otros países donde les garantizan ganancias extraordinarias. ¿Por qué diciéndose muy «patriotas» no invierten en México? Porque los gobiernos les ofrecen mayor seguridad, exención de impuestos y por tanto mayores ganancias. Así son todos los capitalistas que de manera «natural» sólo piensan en hacer negocios: no les importa en qué país, lo importante es obtener mayores ganancias. ¿Por qué entonces los gobiernos están dispuestos a defenderlos en caso de una expropiación?
7. Por eso los analistas han hablado de los «capitales golondrinos» que llegan a los países por un tiempo y luego vuelan hacia los lugares que les ofrecen mayores ganancias. Incluso se dice que EEUU los capitales están desplazando cada vez más sus ganancias a «paraísos fiscales» como Bermuda y Suiza; se detectó que las multinacionales estadunidenses reportaron 43 por ciento de sus ganancias en el extranjero en los paraísos fiscales estudiados -Bermuda, Irlanda, Luxemburgo, los Países Bajos y Suiza- en 2008, el año más reciente de datos disponibles. Incluso, cansado de esta situación, el banco privado más antiguo de Suiza, se declaró culpable en un tribunal federal en Manhattan de los cargos de «haber ayudado a estadunidenses a evadir impuestos a través de cuentas secretas». Esto de los «golondrinos», combinados con los «paraísos fiscales», pueden usarse en Pemex.
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