Voy ha hacer una reseña conjunta de dos libros pertenecientes a la misma colección : Pensament polític postfundacional y Concebre la política d´una alatra manera. Están escritos en catalán (como todos los de la serie) y son los dos igualmente aconsejables. Libros breves pero densos, muy bien presentados, son una excelente introducción a ambos pensadores, que […]
Voy ha hacer una reseña conjunta de dos libros pertenecientes a la misma colección : Pensament polític postfundacional y Concebre la política d´una alatra manera. Están escritos en catalán (como todos los de la serie) y son los dos igualmente aconsejables. Libros breves pero densos, muy bien presentados, son una excelente introducción a ambos pensadores, que «son necesarios para comprender los movimientos ciudadanos y los conflictos que impugnan la manera tradicional de hacer y pensar la política en la actualidad». Todo desde «la voluntad de plantear la problemática de lo político más allá de la política clásica, de mostrar la falta de fundamento de las democracias liberales, representativas y de girar, en definitiva, el fundamento mítico del pensamiento político moderno.» Así reza en la presentación de la colección, cuya directora, Laura Llevadot, elabora dos sugerentes presentaciones a los libros que comento.
Edgard Straehle aborda de una manera inteligente a Claude Lefort, explicando su proyecto de renovar la filosofía política moderna, siempre desde una perspectiva que asume la incerteza y que huye de los dogmatismos. Su inquietud por la política, hay que señalarlo, impregna su vida y no solamente su obra. En esta línea insistirá en la importancia de la lectura de los textos de Maquiavelo en la orientación de Lefort. Quizás hubiera hecho falta profundizar algo más en la oposición democracia/totalitarismo, aunque Edgard Straehle señala lo esencial. Especialmente interesante me parece su reflexión final sobre la lectura política que hace Lefort de la declaración universal de los derechos humanos.
Jordi Riba nos invita a iniciarnos en un pensador tan complejo como Alain Badiou, que al igual que Lefort vincula enteramente su experiencia filosófica con su experiencia política. Filósofo absolutamente intempestivo, capaz de reclamarse continuador de Platón, crítico con cualquier forma de democracia y defensor del comunismo. Creador de conceptos, especialmente el de «acontecimiento», que le permite una concepción totalmente original de la historia a través de sus puntos imprevisibles de ruptura con la contunidad causal. O el de «consecuencia», en contraposición al de legitimización. Igualmente polémica su defensa del matertialismo dialéctico frente a lo que llama el «materialismo democrático» vigente. Badiou plantea una crítica sin concesiones del estatismo y el capitalismo, abriendo la alternativa del camino hacia el comunismo o profundizándo la deriva hacia el desastre nuclear. Paradójicamente, una nueva versión de la fórmula «Socialismo o barbarie» del grupo juvenil de Claude Lefort.
Como he dicho al inicio ambos libros me parecen muy recomendables, aunque encuentro a faltar (especialmente en el de Jordi Riba) más peso en los elementos biográficos de sus compromisos políticos concretos en relación con la elaboración de su teoría política. Me voy a permitir hacer una comparación entre Lefort y Badiou, cuestionando la afirmación que hace Jordi Riba en un momento de su escrito de que ambos pertenecen a la misma tradición crítica.
De entrada hay que señalar que pertenecen a dos generaciones diferentes, tomando como referencia la afirmación orteguiana de quince años como elemento diferencial. Lefort ( 1924) tiene 12 años más que Badiou ( 1936 ). Ambos señalan como referencia a Jean- Paul Sartre, con el que mantienen una relación ambivalente. Jean-Paul Sartre ( 1905) pertenece a otra generación anterior y fue el gran pope de la izquierda con el que Maurice Merlau-Ponty, el gran maestro de Lefort, se atrevió a disentir. El maestro de Badiou, Louis Althusser ( 1918 ) es de la generación de Lefort, aunque proceden de contextos filosóficos y políticos totalmente differentes. Lefort viene de la línea fenomenología de Sartre y de Merlau- Ponty (1908) . Louis Althusser , por el contrario, es un estructuralista que reacciona contra la tradición fenomenológica. Marx y Maquiavelo serán una influencia común de Lefort y Badiou, Políticamente Althusser se moverá en el círculo crítico que continua vincula al Partido Comunista Francés, mientras sus discípulos a partir de mayo del 68 se vincularán a grupos maoistas. Entre ellos Badiou, que militará en la Unión francesa marxista-leninista. Pero en 1960 ya había fundado el PSU, grupo heterogéneo de socialistas, cristianos y marxistas que se opusieron a la Guerra de Argelia. Por su parte Claude Lefort procede del PCI ( troskysta), partido con el que rompió en 1947 junto a su amigo Cornelius Castoriadis, con el que fundaría el interesante grupo agrupado en torno a la revista «Socialismo o barbarie».
Alain Badiou se desmarcará de cualquier trayectoria política existente y se enmarcó en el proyecto de la llamada «organización política», grupo antipartido que busca nuevas formas de militancia política. Su propuesta, la utopía comunista. Lefort no elige el camino de la utopía política, sino el del realismo, seguidor de su maestro Maquiavelo. Su defensa de la democracia radical como el marco político antitradicional donde capa cual tiene capacidad de decidir. Contrapuesto a la servidumbre voluntaria del totalitarismo, la otra opción que abre la modernidad frente al derrumbamiento de la sociedad tradicional es la de una sociedad augestionaria de ciudadanos autónomos, que Badiou llama comunismo y Lefort democracia.
Los dos libros son, en definitiva, una buena iniciación al potente pensamiento filosófico y político de ambos pensadores. Saben combinar la claridad y el rigor en un esfuerzo pedagógico muy meritorio.
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