Recomiendo:
2

Pese a la continua desestabilización de la derecha, Bolivia reflotó su economía

Fuentes: Rebelión / CLAE

El Gobierno de Luis Arce logró reflotar la economía de Bolivia en 2021 a pesar del impacto de la Covid-19, de las campañas y hechos violentos perpetrados por la ultraderecha y hasta intentos de magnicidio.

Cerró su primer año de mandato con previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sobre el cinco por ciento, cifra mayor al 4,4 por ciento proyectado inicialmente por la cartera de Economía.

Arce cumple el primer año de una administración y pese al jaqueo permanente de la oposición de derecha,  logró evitar una crisis económica mayor y ofrecer a la ciudadanía una oferta amplia de vacunas contra el Covid-19. En el área económica, en el primer semestre el Producto Interior Bruto creció en un 9,4 %, tras haber caído en cerca de 12,9 % en el mismo periodo del 2020.

Lucho Arce asumió la presidencia el 8 de noviembre de 2020 tras vencer en las urnas con el Movimiento al Socialismo (MAS) con un 55,1 % de apoyo tras el golpe cívico-militar de 2019 contra el presidente Evo Morales, el gobierno de facto de Jeanine Áñez, y un saldo de 37 muertos, 20 de ellos en las denominadas masacres de Sacaba y Senkata en la gestión de golpista.

Su imagen de economista eficiente en un contexto de bonanza en la gestión de Morales (2006-2019) ayudó al triunfo electoral del MAS, La sombra de Evo Morales sobre su gestión y su supuesta influencia es un tema recurrente en el análisis extranjero de la política boliviana, así como la posibilidad de que el exmandatario vuelva a postularse a la Presidencia en el 2025 para retomar el poder que perdió en 2019, durante su tercer mandato consecutivo y tras casi 14 años en el poder.

Cuando se ha sentido amenazado por las protestas y los intentos de desestabilización de  la derecha, Arce ha a las movilizaciones populares para que le apoyen.“¡Unidos nos tiemblan, nos tienen miedo, hermanos; por eso es impresionante el resultado de las elecciones generales (…) donde nuestros hermanos se dieron cuenta rápidamente de lo que significa estar bajo un gobierno revolucionario, progresista, democrático y estar bajo un gobierno de facto, golpista”, dijo el presidente.

Eduardo Paz Rada, académico de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) señala que este año se generó una reorganización del movimiento popular, sindical, obrero, campesino e indígena que durante todo el 2020 tuvo la posibilidad de resistir muy firmemente al gobierno de facto. Añadió que los grandes productores soyeros de Santa Cruz, que llamaron al paro, obtuvieron ganancias importantísimas durante el período del MAS pero “no aceptan haber sido desplazados del poder, donde hoy están los movimientos campesinos, indígenas, mujeres que han transformado Bolivia”.

Reflota la economía

La gestión de Arce ya registraba en poco más de medio año en el poder indicadores económicos con un comportamiento positivo, con destaque en la recuperación del sector hidrocarburífero.

En este primer año de gobierno de Arce se destinaron sumas millonarias a la inversión pública, en especial a la creación de infraestructura, que como valor agregado contempla la creación de miles de puestos de trabajo. Y se incentivó la explotación del litio, se incrementó exponencialmente sus reservas internacionales y estimuló la producción nacional de calidad para fomentar exportaciones y sustituir importaciones.

De enero a abril la actividad económica creció en el país un 5,3 por ciento, incidida por el incremento de la minería con un 34,2 por ciento; la construcción (17,9), hidrocarburos (10) y las manufacturas (9,6), entre los principales sectores. El repunte principal se verificó en el área de la construcción con un crecimiento en mayo de 32 por ciento, plasmado en el aumento de la importación de hierro y la producción de cemento.

Asimismo, crecieron en los primeros meses de este año las ventas facturadas en restaurantes, hoteles, supermercados y el flujo aéreo de pasajeros, que en igual período del 2020 estuvieron paralizadas debido a cuarentena rígida . También las inscripciones de nuevas empresas crecieron de enero a junio en un 71 por ciento y la inversión pública aumentó en un 111 por ciento comparado con igual periodo del año anterior.

Covid y asistencia

En el primer semestre de 2021 el país afrontó otros dos picos de contagio de la Covid-19, en los que el gobierno optó por mantener la dinámica de la economía, evitó restricciones y aceleró la vacunación para reactivar el crecimiento, y  generó medidas de oferta y demanda para incentivar el sector como el Bono Contra el Hambre, el crédito SíBolivia y el Régimen de Reintegro en Efectivo del Impuesto al Valor Agregado.

Casi al cierre del año el crecimiento económico se refleja en sectores como el minero (53 por ciento), transporte y almacenamiento (35,4), construcción (35,3), hidrocarburos (17,2), electricidad, gas y agua (9,9), comercio (9,7), e industria y manufactura (9,0).

Según cifras oficiales, hasta octubre el saldo comercial boliviano registró un superávit acumulado de mil 584 millones de dólares. En el mismo período de 2020, cuando se presentó un déficit de menos 159 millones de dólares, informó el Instituto Nacional de Estadística.

Las exportaciones totales ese mes registraron un incremento de 64 por ciento y alcanzaron nueve mil ocho millones, superior en más de tres mil millones a la constatada en el mismo período del año anterior.

Hasta el décimo mes de este año la inflación acumulada en el país fue de 0,54 por ciento, la más baja entre los países de América Latina, de acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior. El país experimenta la recuperación de la balanza comercial, y las importaciones hasta octubre presentaron un incremento de 31 por ciento.

Por otro lado, hasta septiembre último Bolivia registró un superávit acumulado de mil 500 millones de dólares, destacado por la cartera económica como el mejor desempeño en siete años y muestra del avance de la reactivación impulsada por Arce.

Desde el principio de su gestión en noviembre de 2020, y ante la necesidad de aumentar las reservas hidrocarburíferas, el Ejecutivo se trazó un intenso plan de exploración orientado a reactivar numerosos proyectos demorados con gran prospectividad y que ahora se encuentran en plena ejecución.

Este sector fundamental en el desarrollo del país contempla 19 proyectos exploratorios (distribuidos en siete de los nueve departamentos) orientados a descubrir cinco trillones de pies cúbicos de gas natural con una inversión aproximada de mil 550 millones de dólares para los próximos cuatro años.

Boris Acosta Reyes. Sociólogo y periodista boliviano, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.