1. El artículo publicado por la revista Proceso: «Un colegio que alimenta al poder», hablando del colegio ultraconservador, «Nuestra señora del Pilar» en España, institución del que han egresado «una enorme red de amistades, negocios y cargos públicos que separa a los «ciudadanos de verdad» de los «pecadores y fracasados», me hizo recordar que lo […]
1. El artículo publicado por la revista Proceso: «Un colegio que alimenta al poder», hablando del colegio ultraconservador, «Nuestra señora del Pilar» en España, institución del que han egresado «una enorme red de amistades, negocios y cargos públicos que separa a los «ciudadanos de verdad» de los «pecadores y fracasados», me hizo recordar que lo que sucede en España entre los «pilaristas-franquistas» y los «fracasados» sucede en México y seguramente en todo el mundo, precisamente por un monopolio efectivo de la ciencia que dominan los «sabios» que permanecen como una casta privilegiada de inmoladores consagrados y patentados, según el filósofo Nico Berti. Aunque los títulos no son garantía de conocimientos, muchos los exhiben sin vergüenza porque es el único que les da valor comercial.
2. Pareciera que mientras más títulos universitarios se tengan más distanciamiento se registra con el pueblo pobre, pero se alimenta mucho más el poder y la jerarquía. Ya lo decía el líder agrarista de la revolución mexicana de 1910-17, Emiliano Zapata, en su humilde y pobre lenguaje: en vez de ayudarnos y unirnos, las escuelas nos dividen más; los estudiados se sienten superiores a nosotros y muchos de nuestros hijos no regresan más a vernos en el campo. Estas ideas de Zapata estarían a debate en los años 20 y 30 en el Vasconcelismo, en el Cardenismo, con la presencia de las escuelas normales rurales y aún continúan, sobre todo desde que el gobierno de Ruiz Cortines (1952-58) con el cierre del POLI comenzó a clausurar los internados de hijos de campesinos pobres por considerarlos «nidos de comunistas».
3. Si en México sólo termina la escuela primaria el 50 por ciento de los que se inscriben en primer año y la secundaria también elimina a la mitad de los que ingresan, esto quiere decir que más de siete de cada 10 estudiantes no alcanza el nivel de secundaria, y los que estudian la preparatoria, la licenciatura y el posgrado, son verdaderos privilegiados, una verdadera minoría de menos del 20 por ciento que se convierte en cinco por ciento, aunque sólo hicieran sacrificios para obtener el papel o título. Ayer se publicó que la producción en México se desplomó por estar ligada o ser dependiente del nivel educativo que también ha fracasado en el país. ¿Es que la educación se ha transformado en simple escolaridad al ofrecer cursos al vapor para que México aparezca en las estadísticas con títulos sin respaldo de conocimientos?
4. La OCDE afirmó que en materia de productividad, México se encuentra hasta 60 por ciento debajo del promedio de los países que integran ese organismo internacional. De acuerdo con el estudio «México, políticas prioritarias para fomentar las habilidades y conocimientos de los mexicanos para la productividad y la innovación», presentado por la directora del gabinete de la OCDE dijo que la falta de competitividad de la fuerza laboral del país estaría determinada por el mínimo nivel de educación, que se encuentra muy por debajo del promedio del organismo; sólo 20 por ciento de la población tiene educación en nivel medio superior y superior. Entonces ahí vemos ya el inicio del desfase frente a otros países. Estos informes dan toda la razón a los profesores de la CNTE que en sus análisis demuestran los fracasos de la educación en México.
5. El artículo sobre el colegio español «Nuestra señora del Pilar» demuestra cómo en él se ha alimentado a la clase política y empresarial que viene desde los tiempos de la dictadura del Francisco Franco y se demuestra a los personajes muy destacados en política, en el empresariado, el periodismo que brincaron de la dictadura de 1939 a 1975 y se acomodaron a los gobiernos de Suárez, González, Aznar, continuando con su posición de dominio. Ello mi hizo pensar en el carácter público de la UNAM de donde egresaron grandes personajes hasta 1970, en el ITAM de carácter privado que ha producido gobernantes del neoliberalismo y en la universidades yanquis como Harvard, Yale y otras que se han convertido en instituciones dominantes para los que ingresan en alta política nacional.
6. El ITAM por ejemplo enlista a Miguel Mancera, a Francisco Gil, Gustavo Petricioli, Ernesto Cordero, Meade Kuribreña, Pedro Aspe, Plácido Arango. Alejandro Cervantes, Alonso Lujambio, Alicia Lebrija, Diódoro Carrasco, Reyes Heroles, Agustín Carstens, Santiago Levi, Luis Videharay, Luis Tellez, Salomón Chertorivski, Francisco del Río y Ernesto Oropeza, como académicos relevantes que han ocupado los más altos cargos de gobierno en los últimos 30 años, tanto al servicio del PRI como del PAN, y hasta del PRD. Muchos de ellos como los expresidentes Salinas, Zedillo y Calderón, se han dado sus vueltas por universidades yanquis y han logrado mediantes cursos intensivos, comprobantes de estudios. La realidad es que antes de implantarse el neoliberalismo de 1982, poco importaban «los posgrados».
7. Las universidades públicas en México están rechazando al 90 por ciento de los estudiantes que presentan exámenes para ingresar por falta de cupo y de presupuestos; sin embargo las escuelas y universidades privadas hacen gigantescos negocios cobrando cuotas y todos los servicios alrededor de la privacidad; éstas mismas instituciones privadas han creado alternativas para cursar estudios en menor tiempo y obtener títulos con mayor facilidad. La educación privada ha crecido enormemente en cantidad de alumnos por ser un verdadero negocio, aunque no en calidad. Si la educación pública hasta los años setenta era del 90 por ciento contra 10 de la privada, hoy está a punto de ser 50 a 50 por ciento. Con ello se demuestra que el neoliberalismo en educación sólo se ha dedicado a destruir la escuela pública y a privatizar todo.
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