En Bolivia hay que tener cuidado con lo que se dice y se hace, si no quiere que un juez le acuse de «sedición y terrorismo» para meterle entre rejas. Fue el caso de periodistas argentinos y venezolanos que visitaron el país para informar sobre las masacres. Pero la acusación también se dirige a quien […]
En Bolivia hay que tener cuidado con lo que se dice y se hace, si no quiere que un juez le acuse de «sedición y terrorismo» para meterle entre rejas. Fue el caso de periodistas argentinos y venezolanos que visitaron el país para informar sobre las masacres. Pero la acusación también se dirige a quien los medios han tomado por blanco. Es el caso del ex diputado, ex viceministro de Gobierno y actual miembro de la Asamblea Gustavo Torrico quien, a través de un contacto París-La Paz, da prácticamente por hecha su inminente detención.
En efecto, desde el golpe de estado del 10 de noviembre, los acontecimientos han tomado un cariz similar a un torbellino que se lo lleva todo a su paso. El régimen se apoya en una maquinaria de propaganda mediática, combinada a acciones judiciales de detención preventiva, contra todo aquel que haya formado parte de los gobiernos de Evo Morales. En 14 años de proceso de cambio con un amplio apoyo popular, la lista puede ser larga…Y el régimen de Añez no descansa en periodo festivo de Navidad.
Las acusaciones de «sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo» contra Evo Morales, el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana o el asambleísta de La Paz Gustavo Torrico, reposan en declaraciones sacadas de contexto. La CIDH declaró que en Bolivia «no hay garantía de independencia judicial». Por eso es necesario oír las voces que desde Bolivia nos explican cuál ha sido la evolución social y política desde el golpe.
Alex Anfruns: ¿Cómo vivió personalmente el golpe de Estado?
Gustavo Torrico: Fue un momento traumático a partir del motín policial, que retiró el reguardo a plaza Murillo dejando desprotegido el centro de poder como el Palacio y la sede de la Asamblea plurinacional que hasta el día viernes se encontraban custodiadas en el perímetro por la policía. En su interior se encontraban los movimientos sociales afines al gobierno del Presidente Morales. Ya informado de que ocurriría el motín y a fin de evitar un enfrentamiento entre dos grupos de civiles con resultados catastróficos, el Presidente instruyó el retiro de sus apoyos. Un día antes, las FFAA, que informaron del total control de la rebelión «sugirieron» la renuncia del primer mandatario.
Hubo múltiples amenazas y agresiones en contra de miembros de su partido y representantes de las instituciones. ¿Quiénes fueron los actores principales?
Cierto, se dio una cacería de dirigentes sociales y la búsqueda de líderes políticos. El caso más emblemático es el de Gerardo García, el actual vicepresidente del MAS que fue enviado a la cárcel de San Pedro bajo los delitos de moda: «sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo».
Lo paradójico de esto fue que grupos paramilitares escudados en comités de «resistencia» y con amparo y protección policial fueron los operadores principales de los vejámenes contra todo ciudadano de rasgo indígena, tildándolo de masista. Lo mismo ocurrió con las FFAA, que permitieron que estos paramilitares actuaran como punta de lanza en sus operaciones
¿Qué actividad política han tenido los asambleístas del MAS durante el último mes y medio en esta situación tan inusual?
Los Asambleístas tuvieron en su mayoría una actitud demasiada sumisa a la fuerza desplegada por los grupos paramilitares, que hasta el día de hoy se parapetan en las puertas de la Asamblea para ofenderlos física y verbalmente. Actúan bajo amparo de las fuerzas policiales, que hacen la vista gorda ante estos atropellos. Es más, permiten el ingreso de los mismos hasta el interior de los lugares.
¿Puede citar qué cambios más significativos ha llevado a cabo el gobierno de Añez?
Pese al mandato constitucional que le limita a que solo estuvieran habilitados para convocar a elecciones, se dedicaron a copar el aparato estatal como si tratara de un gobierno electo para todo un periodo. Han reanudado relaciones con el gobierno sionista de Israel, así mismo con los EEUU y el intercambio de embajadores. Han expulsado a los médicos cubanos que colaboraban en ese campo. Por otro lado han tratado de mostrar el gobierno de Evo como si hubiera sido lo peor que le pasó al país.
Ha habido un hostigamiento contra las personas que denuncian el golpe, llegando incluso a afectar el trabajo de periodistas y de la Defensoría del Pueblo. ¿Qué puede comentarnos respecto al clima de persecución política que se vive en su país?
El hablar o expresar frases como golpe de estado, usurpación de poder etc. son catalogados directamente como «sedición o terrorismo». Se borró del éter a TeleSUR y RT, así como a más de 57 radios comunitarias implantando casi una sola cadena radial y televisiva, donde los miembros del MAS tienen casi nula participación.
Se crucifica a nuestros representantes antes de llegar siquiera a los juzgados. Se violentan oficinas estatales por parte de los paramilitares con protección policial, para obligar a los funcionarios y autoridades a renunciar. Se detiene a cualquier persona que haya sido funcionario desde secretarias o personal acompañante…
Los medios han desencadenado una agresiva campaña en su contra. ¿De qué se le acusa concretamente y a qué contexto remiten los hechos o declaraciones?
El periódico El Diario colocó un titular donde dice «Torrico amenaza de muerte a los jóvenes» descontextualizando intencionalmente una intervención mía en un programa radio televisivo llamado «Polémica», donde hice una reflexión a los padres y madres de familia para que cuiden a sus hijos e hijas quienes se estaban enfrentando a la policía. Esto fue viralizado en los todos los medios sin que ninguno pidiera la contraparte o una aclaración mía. Es producto de ese manejo intencionado de la prensa, la razón por la que estoy perseguido y acusado de «sedición terrorismo y financiamiento al terrorismo»…
Por mi parte hice mi apersonamiento señalando domicilio particular y domicilio procesal ante la fiscalía el lunes 23 de diciembre, pero el fiscal no se dignó considerarlo. En lugar de eso, emitió una citación que fueron a dejar a un edificio extraño en otro barrio y por tanto no fue de mi conocimiento. Ahora el fiscal manifestó que emitió orden de aprensión en mi contra sin considerar que en mi condición de Asambleísta gozo de estado de inviolabilidad: no puedo ser detenido ni perseguido penalmente por mis declaraciones, opiniones, etc. en el tiempo de mi mandato y tampoco con posterioridad al mismo Art. 151 y 152 de la Constitución Política del Estado.
Tomando en cuenta la situación actual, ¿cómo valora la posibilidad de unas nuevas elecciones en Bolivia?
Personalmente creo que no les interesa llegar a elecciones con un MAS que está fortalecido. De modo que les quedan dos vías para seguir en este afán de usurpar el poder al pueblo e implantar nuevamente el Neoliberalismo.
La primera, tratar de quitarnos la sigla para eliminar nuestra personería jurídica, lo cual saben que tendría nefastas consecuencias. Y si no fuera el caso, al llegar y sentirse derrotados, la segunda es trata de desconocer los resultados, volviendo a su plan original que es la balcanización del Estado.
Entrevista realizada por @AlexAnfruns
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.