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Principio de acuerdo en el conflicto aeronáutico

Fuentes: Rebelión

El conflicto entre Aerolíneas Argentinas y los sindicatos llegó al Aeropuerto. Luego de más de cuatro meses de discusiones, escalas y vuelos cancelados, la aerolínea estatal logró despejar la batalla en una mesa de negociación con los sindicatos que se extendió hasta la mañana del 13 de noviembre.

Los sindicatos que forman parte de Aerolíneas Argentinas son cinco: la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas APLA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA).

En este conflicto, los sindicatos que mantuvieron sus posiciones más fuertes fueron los de los pilotos de APLA, encabezados por Pablo Biró, y el personal de apoyo a nivel de APA, encabezado por Edgardo Llano, quien contaba con la representación de un grupo importante de trabajadores que convivían a diario con los usuarios, por ejemplo, el personal que realiza la verificación adentro, los trabajadores en las escaleras o en los maleteros.

Biró, según fuentes del sector, fue quien centralizó la negociación porque los pilotos son un gremio estratégico, y Llano fue quien por momentos tuvo las posiciones más intransigentes, impulsadas en gran medida por sus propias bases militantes.

Durante la negociación nocturna del 13 de noviembre, tanto Biró como Llano recibieron mejores salarios a cambio de una serie de peticiones por parte de la empresa. Los pilotos tuvieron que renunciar a puntos importantes. Uno eran los beneficios y el otro, la productividad. En el primer caso perdieron, por ejemplo, la posibilidad de viajar en clase ejecutiva una vez al año de forma gratuita. Ahora podrá hacerlo, pero en clase económica, y sólo puedo pasar la clase ejecutiva si está disponible.

En términos de productividad, se redujeron todas las regulaciones sobre la forma de trabajar que imponía el sindicato. El ejemplo más famoso de estas prácticas son los horarios de descanso, que eran definidos por el sindicato a través de comunicados conocidos como “mandatos”. Ahora, todas estas reglas serán discutidas y negociadas con la empresa. Además de mejores salarios, los pilotos también tendrán incentivos de productividad. Es decidir que aquellos que trabajan más duro ganarán más.

En el caso de los trabajadores de APA, cedieron en las batallas que estaban dando: no permitieron el autocontrol en las máquinas y en Ezeiza habían bloqueado el sistema de autogestión de los equipos que entran a la bodega que se llama autocontrol.

Los demás sindicatos que participaron en la negociación están más expectantes ante la pelea que se darán Biró y Llano. Ricardo Cirielli, histórico de la mecánica aeronáutica, desempeña un papel más tranquilo en esta asociación. Lo mismo que Juan Pablo Brey, quien representa a los tripulantes de cabina en sus quehaceres. Finalmente, Raúl Fernández, representante de los trabajadores que tienen responsabilidades de dirección en todas las aerolíneas, también tiene un papel más secundario, porque sus trabajadores tienen menos capacidad de bloqueo que los pilotos, por ejemplo. 

Todos los actores coincidieron en una cosa: la negociación fue tensa y, si bien discurrió por las vías de una clásica lucha paritaria, se prolongó más de lo esperado. El factor desequilibrante de esta oportunidad fue la posibilidad de privatización o cierre de la empresa, amenaza que surgió durante la negociación.

El acuerdo de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas

·         Renunciar a pasajes en ejecutiva confirmada, incluyendo a jubilados, con lo cual se recupera un potencial de ventas de 8 millones de dólares al año.

·         Renunciar a asientos de descanso en ejecutiva. En todos los aviones los pilotos tenían asientos de descanso en la clase superior. En vuelos a Europa tenían 2, y a Estados Unidos tenían uno. Eso significaba un promedio de 10 asientos por día, por lo que se recupera un potencial de ventas de 5 millones de dólares al año.

·         Renunciar día libre obligatorio en cumpleaños.

·         Renunciar a que el tiempo de servicio comienza desde el momento en que suben al remis, y a partir de ahora se computa el inicio del trabajo en el aeropuerto.

·         En cuanto a los remises, se cancelan para capacitaciones, y se acordó que por el momento se seguirán utilizando hasta tanto se concrete la baja de los contratos.

El acuerdo de la Asociación Argentina de Aeronavegantes

·         Renunciar al inicio del tiempo de servicio desde que suben al remis y, ahora, al igual que los pilotos, inician su horario en el aeropuerto.

·         Paso a pool de tripulantes: hoy hay tripulaciones por tipo de avión y por zona (cabotaje o internacional). Ahora todos pasan a hacer vuelos de todos los aviones y zonas.

·         Renunciar a horarios de descanso por empresa y pasar a horas regulatorias.

·         Renunciar a zona de descanso tipo cama para vuelos de largo alcance.

·         Aceptar realizar venta a bordo de productos, que hasta ahora estaba bloqueado por los sindicatos.

·         Al igual que los pilotos, cancelan los remises para capacitaciones.

El acuerdo de la Asociación del Personal Aeronáutico 

·         Aceptar Self Bag Drop, que es la entrega de equipaje por el propio pasajero como ocurre actualmente en la mayoría de los aeropuertos del mundo.

·         Aceptar el Auto Check in en terminales, algo a lo que sistemáticamente se negaban.

·         Aceptar la prestación de servicios a terceros, un negocio que puede brindarle a Aerolíneas un ingreso de 10 millones de dólares al año.

·         Aceptar polifuncionalidad en hangares y en servicio, lo que permite mover personal entre hangares y cambiar choferes de equipos.

Los controladores aéreos en la negociación paritaria

Por Alan Carpio

El colectivo de trabajadores que prestan los servicios de navegación aérea nucleados en Atepsa arribaron a un acuerdo parcial obligando al gobierno a retroceder y atender la demanda de recomposición salarial.

Con más de 600 trabajadores y trabajadoras en asamblea aprobaron la propuesta presentada por el equipo paritario y el secretariado nacional, que consiste en un acuerdo parcial por puntos de Convenio Colectivo de Trabajo elevando la categoría reconocida a cada trabajador y mejora económica en el porcentual que reciben por reconocimiento de la complejidad de sus funciones.

Por otro lado, se informó que las negociaciones paritarias continúan con la pretensión de recuperar el porcentaje salarial de atraso con respecto a la inflación que rondaría el 14 % pendiente y reconocimiento de deuda por la paritaria vencida del año pasado.

Un avance si se tiene en cuenta que durante meses las autoridades de la Eana y de transporte desconocieron el derecho del sector a la negociación colectiva y el derecho a huelga bajo amenaza de declararlas ilegales. Se demostró que cuando las y los trabajadores están dispuestos a ir a medidas de lucha por sus reivindicaciones, el gobierno tiene que retroceder.

No obstante, el sector aeronáutico no tiene margen para distracciones: el programa regresivo del gobierno continúa. Buscan avanzar sobre conquistas del convenio, el salario y las privatizaciones. Esta política exige, hoy más que nunca, el fortalecimiento de los métodos de organización democrática para armarse en defensa de conquistas que no fueron gratuitas y que el gobierno anti obrero de Milei pretende erradicar.

Desde el cambio de gobierno, incluso en campaña, el sector aeronáutico ha sido objeto de permanentes ataques de parte de quienes sostienen el proyecto «libertario». En un inicio contra los trabajadores de GPS, la principal tercerizada de Aerolíneas Argentinas, luego pilotos y tripulantes, por último, el intento de militarización de Aeroparque por parte de las fuerzas represivas de Bullrich en el conflicto de Intercargo. Solo la más amplia unidad de los distintos sectores puede contrarrestar el plan privatizador del gobierno, plan que ya fracasó en los 90 y que hoy pretenden reintentar; las y los trabajadores aeronáuticos cuentan con experiencia de lucha a su favor, pero ningún sector saldrá airoso si se lucha por separado. Superar los límites y divisiones que plantean las distintas direcciones sindicales en la perspectiva del mayor frente único obrero es el desafío que los trabajadores deben encarar.

El Gobierno quiere que la Corte Suprema le impida al gremio de Pablo Biró realizar paros

La pelea abierta entre el gobierno de Javier Milei y los gremios aeronáuticos tuvo su capítulo judicial. Ahora el Poder Ejecutivo quiere llevar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un fallo que benefició a Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el sindicato que conduce Pablo Biró, para que sea revocado.

Se trata de una medida cautelar que frenó la aplicación de los decretos por los cuáles se le dio la categoría de servicio esencial al sistema de aeronavegación civil. Fuentes judiciales señalaron que la Secretaría de Transporte y la Procuración del Tesoro de la Nación apelaron el fallo de la Cámara del Trabajo en el que se confirmó parcialmente una medida cautelar a favor de APLA por tres meses.

El conflicto judicial se da por la judicialización de APLA de los decretos 825 y 831 por los cuáles a mediados de septiembre se dispuso que el servicio de aeronavegación sea esencial. Eso implicaba que ante una medida de fuerza los gremios deben informarla con cinco días de anticipación y que en la huelga deben prestar como mínimo el 50 % del servicio para no afectar a los pasajeros.

La decisión del Poder Ejecutivo se había dado tras el paro de 24 horas de gremios aeronáuticos en reclamo de aumentos salariales y de las fuertes críticas cruzadas entre el gobierno de Milei y Biró -luego expulsado del directorio de Aerolíneas Argentinas. APLA presentó en la Justicia del trabajo un amparo en el que solicitó la inconstitucionalidad de los dos decretos.

El juez del trabajo de primera instancia Ricardo Hierrezuelo dictó una medida cautelar que suspendió por tres meses la vigencia de los decretos. El magistrado sostuvo que “el derecho de huelga se encuentra expresamente reconocido en nuestro país a partir de la incorporación del art. 14bis de la C.N. en el año 1957″ y que fue ratificado por tratados internacionales, entre ellos el convenio de 1987 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

También sostuvo que la aeronavegación como servicio esencial estaba dentro del capítulo laboral del decreto de necesidad y urgencia 70 del gobierno nacional que fue declarado inválido por la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo en una demanda que inició la Confederación General del Trabajo (CGT).

La Cámara del Trabajo confirmó la cautelar pero sí avaló que el gremio informe con cinco días de anticipación las medidas de fuerza. “Encuentro pertinente limitar los alcances de la suspensión cautelar dispuesta estableciendo la vigencia provisional de la obligación de preavisar la adopción de las medidas de acción directa que involucren a la actividad aeronáutica civil aerocomercial”, señalaron los camaristas Alejandro Perugini y Diana Cañal en su resolución. Así mantuvieron la suspensión del resto de los decretos y la medida solo rige para los afiliados a APLA.

El Gobierno solo pidió que la Corte intervenga y revoque el fallo, sino también que cuando la Cámara envié el expediente a la Corte lo haga con efectos suspensivos. Eso significa que mientras el máximo tribunal analice el caso se suspenda el fallo de la Cámara y los decretos vuelvan a tener vigente.

Lo que la Cámara hizo fue permitirle a APLA contestar la apelación. Para eso le dio 10 días. Luego quedará en condiciones de resolver si la acepta y remite el caso a la Corte Suprema.

Otro golpe a Aerolíneas Argentinas

El gobierno nacional derogó la normativa que obligaba a los organismos del Estado a contratar el servicio de Aerolíneas Argentinas para viajes internacionales y de cabotaje de funcionarios y traslados de otra índole.

La decisión se enmarca en la serie de daños que la administración de Javier Mieli le dedica a la empresa de bandera en el marco del avieso proceso de privatización que mantiene abierto a pesar de los acuerdos alcanzados con los gremios del sector.

La obligatoriedad tenía una excepción para el caso en que las empresas aéreas no ofreciesen “vuelos directos o indirectos, por medio de conexiones inmediatas con un desvío razonable” al destino requerido.

Este no sería el caso para funcionarios nacionales de cualquier rango que decidan movilizarse hacia algún destino dentro del país, ya que ninguna empresa que no sea Aerolíneas garantiza la conectividad con todas las provincias. Algo similar podría decirse de los vuelos internacionales, ya que las rutas con las que cuenta la empresa de bandera están a la par de las empresas aéreas de primera línea internacional.

La policía de Bullrich reemplazando a Intercargo chocó un micro contra un grupo electrógeno

“Bullrich mostró cómo trabaja la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) en Aeroparque tras el conflicto con Intercargo”. El título corresponde a un video de Clarín. En la imagen se puede ver a los efectivos con los colectivos detrás, en una avanzada del Gobierno contra los gremios que terminó militarizando las pistas de aterrizaje.

Mientras se desarrollaba la puesta en escena, uno de los micros conducido por un efectivo chocó en la pista de Aeroparque ante un grupo electrógeno de Aerolíneas Argentinas. Llevaba pasajeros. Si bien no hubo heridos, el personal del aeropuerto advirtió por los peligros que puede deparar la improvisación de poner a fuerzas que no están capacitadas.

“Fue un micro de Intercargo manejado por personal de la PSA, chocó contra un grupo electrógeno Hobart de aerohandling (empresa de rampa) de Aerolíneas”, confirmaron desde el equipo de trabajadores de pista de Aeroparque. El hecho ocurrió el sábado 9 a la mañana, en la posición N° 18, justo en la curva.

“El micro es el interno 2075, dobló y le pegó con la parte de atrás al grupo electrógeno de Aerolíneas Argentinas que se usa para abastecer de energía a los aviones en tierra. El micro iba con pasajeros”, completaron.

“La impericia en la pista. Podría haber sido ese equipo como podría haber sido la escalera de un avión, el ala, o un tanque de combustible. Para todo hay cada maestrito con su librito, y estos no saben más que dar palazos. O por ahí como manejan una camioneta se piensan que pueden manejar uno de esos micros”, define un empleado de pista con años de trabajo.

Conducir esos vehículos requiere tiempo y formación. No es como cualquier otro. “Siempre los manejaba personal de Intercargo, la policía para lo único que está en los aeropuertos es para ver qué puede currar o a quién golpear, nada más”.

Los trabajadores recuerdan el antecedente similar en Provincia de Buenos Aires bajo la gestión de María Eugenia Vidal cuando, ante una medida de fuerza, propusieron reemplazar a docentes con padres: “esto es una burrada similar, pero acá hay vidas en juego. Los chicos que manejan esos micros tienen carnet especial, cursos, de todo, no se para cualquiera en la pista”.

Y agregaron: “hasta a los que estamos en el ámbito del aeropuerto solo para manejar cualquier auto por adentro en pista nos dan cursos en un montón de cuestiones y el registro a cuentagotas. Tenés que dar dos exámenes y además ir a dos charlas, como mínimo. Los vehículos operativos demandan mucha más capacitación”.

“Quién se hace cargo de esto Patricia Bullrich? –cuestionó en sus redes el abogado y técnico aeronáutico Gastón Ealo–. ¿El personal de PSA tienen el curso habilitante bajo ANAC para conducir en plataforma los micros que llevan pasajeros? Ponen en riesgo la seguridad operacional”.

Desde Aeroparque denunciaron que los policías de la PSA a bordo de los colectivos “también chocaron un papamóvil, que hace las asistencias especiales. Y van a seguir haciendo lío. Así cuidan la seguridad operacional del aeropuerto”. El papamóvil es el vehículo especial que sube las sillas de ruedas al avión con una caja hidráulica.

Mientras tanto, siguen los negocios con los privados, a costa del Estado: ahora le sacaron la prioridad de mangas a Aerolíneas, que por cuestión de cantidad de vuelos tenía más mangas asignadas respecto a las otras compañías más chicas, que por lo general van a remotas. “Se las dieron a Flybondi y Jetsmart”, denunciaron los trabajadores.

«Buscan desfinanciar a Intercargo, que es una empresa estatal superavitaria, para regalársela a Flybondi»

Por Lula Buono y Martín Massad

APU RADIO (en FM LA PATRIADA) habló con Rodrigo Borrás, Pro Secretario de Relaciones Institucionales y Política Aérea de APA, sobre el conflicto que atraviesa Aerolíneas Argentinas y el cierre de Intercargo. 

«En Intercargo hubo 15 despidos injustificados. Tenemos jornadas laborales de 12 horas, con horarios muy extraños. Los cambios de horario tienen que ser avisados con 48 horas de antelación, que no se cumplió. En Intercargo y Aerolíneas tenemos además un conflicto salarial por un desfasaje del 90%», describió el dirigente sindical. 

«Las empresas pueden tener su propio servicio de carga de valijas. Pasa que hay aerolíneas que no lo tienen por cuestiones de costo y contratan a Intercargo», agregó. «Intercargo es una empresa estatal que da ganancias. La privatizaron en los 90 y luego el propio Cavallo la reestatizó cuando se pelearon con Yabrán, que se había quedado con la empresa», afirmó. 

«Como no pueden decir que el servicio es malo o que damos pérdida, están generando un conflicto para desfinanciar a la empresa. Tenemos salarios súper atrasados, perdimos casi el 100% del salario. Tenemos trabajadores que ganan 600.000 pesos con jornadas de 12 horas», insistió Borrás.

«El gobierno quiere vender una empresa estatal superavitaria a un privado, para hacer un negocio millonario. Flybondi es una empresa que quiere comprar Intercargo. Nada menos que Flybondi, la peor empresa de aeronavegación del mundo», cerró.

Fuentes: InfoGremiales, Perfil, Tiempo Argentino, Página/12, APU, La Izquierda Diario

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.