1. A Televisa y TV Azteca se les pueden retirar las concesiones de las que gozan para transmitir sus programas en la pantalla chica. Violando cualquier ley humana o de convivencia social mantienen un enorme monopolio de la información que usan para beneficio propio, buscando hacerlo más grande cada día. Cuando han surgido voces […]
1. A Televisa y TV Azteca se les pueden retirar las concesiones de las que gozan para transmitir sus programas en la pantalla chica. Violando cualquier ley humana o de convivencia social mantienen un enorme monopolio de la información que usan para beneficio propio, buscando hacerlo más grande cada día. Cuando han surgido voces críticas que han cuestionado ese poder, han usado todos los medios para someterlas. Engañan, calumnian, tergiversan las noticias, se regocijan destruyendo a sus críticos, realizan enormes negocios, discriminan a la población pobre y usan los medios a su alcance para destruir a los sectores de izquierda. Incluso, con su poder mediático y económico, impusieron al derechista Felipe Calderón como presidente de México. La televisión mexicana es tan negativa como la venezolana, pero aquí nuestros gobiernos derechistas no solo no la reglamentan sino que se someten a ella.
2. En Venezuela al contrario, se vivió una fuerte tensión hasta la medianoche del domingo. La señal de Radio Caracas Televisión (RCTV) dejó de transmitir, luego que el gobierno del presidente Hugo Chávez decidió no renovar la concesión firmada hace 53 años. Surgió la estatal Televisora Venezolana Social (Tves), que centrará sus mensajes en la educación y la cultura de los venezolanos. En los últimos tres minutos, RCTV difundió imágenes de simpatizantes que entonaron el himno nacional venezolano y en punto de las 24 horas la pantalla se oscureció, para que instantes después entrara en su lugar la barra de colores que identifica a Tves, con la leyenda «ahora el compromiso es mayor». Al mismo tiempo, con un masivo cohetazo la nueva emisora inició sus actividades desde el teatro Teresa Carreño, donde se congregaron simpatizantes del gobierno para celebrar la primera emisión de Tves.
3. ¿Cuándo veremos eso en México? Necesitaríamos un gobierno como el de Hugo Chávez, que pudiera sentir en carne propia las agresiones del capitalismo nacional y extranjero y reaccionar contra esos medios comerciales que en lugar de orientar y educar se dedican a idiotizar al pueblo con programas de «diversión» de muy bajo nivel y campañas terribles de desinformación. Ese tipo de televisión se ve en el mundo protegida por la llamada Sociedad Interamericana de Prensa, hoy encabezadaza por un señor Marroquín que tuvo el cinismo de condenar al gobierno venezolano por haber retirado la concesión, «más allá de la legalidad o no», o del derecho del Estado a decidir sobre la renovación o no de una licencia, ya que «esto no debe servir para castigar o premiar» a unos o a otros. ¿Qué autoridad moral pueden tener esos señores que se ha dedicado a proteger a empresarios de prensa, jurados enemigos de los trabajadores?
4. Radio Caracas Televisión, dirigida por un señor Granier, desde 1998 venía agitando contra el gobierno de Chávez, al que le llamaba populista y comunista. Sin embargo, aunque su señal televisiva venía desde 1953, dedicó largos años a convivir con los gobiernos corruptos de corte capitalista que asolaron a Venezuela. Los medios de información vivieron placenteramente con esos gobiernos que les daban cobertura para hacer enormes negocios, muchos de ellos ilícitos. Lo mismito ha sucedido en México y en muchos países: los grandes medios (TV, radio y prensa impresa) en nombre de la libertad de información se han entrelazado con los grandes empresarios y políticos para ejercer el control del país. En México sólo hasta 1968 comienza a aparecer la gran importancia de la televisión y al siguiente año cuando el gobierno de Díaz Ordaz plantea tibiamente una regulación, aparece Azcárraga como el gran capitán que decide.
5. ¿Se puede olvidar acaso que RCTV utilizó su acceso a las ondas públicas para hacer persistentes llamados al derrocamiento del gobierno de Chávez y que además brindó apoyo práctico de enorme importancia durante el golpe de Estado de abril de 2002 y que al mismo tiempo avaló la derogación de la Constitución, el cierre de la Asamblea Nacional, del tribunal supremo y otras instituciones del Estado? ¿Puede negarse acaso que los medios venezolanos privados -entre los que tuvo un papel destacado Globovisión- volvieron a repetir el esquema de lo actuado en el paro patronal de 2001, el golpe de Estado de 2002, la huelga petrolera -con sabotajes incluidos- entre ese año y principios de 2003, y «ahora tuvieron el acompañamiento de los medios de un poder concentrado en escasas manos en el mundo? De nada de esto hablan los decenas de miles de canales de televisión en el mundo al servicio e la SIP y los EEUU.
6. La campaña mundial del imperialismo contra el gobierno de Chávez es más clara que el agua limpia. Los gobiernos subordinados al presidente Bush, asociándose con los medios masivos de información, la aprovechan para hacer extender calumnias contra los gobiernos, candidatos y movimientos de izquierda y centroizquierda, o si se quiere antiimperialistas, que en la última década se han manifestado contra las políticas neoliberales y las intervenciones yanquis en América del Sur. Presentan a Chávez como un gobernante intransigente, que no quiere dialogar y que no entiende razones; sin embargo los que esos grandes empresarios exigen, tal como lo hacen en México Azcárraga (dueño de Televisa) y Salinas Pliego (propietario de TV Azteca), es que los gobiernos se dobleguen, tal como ha sucedido en México desde hace 40 años y pasaba en Venezuela desde 1953.
7. Pero RCTV no pierde todo, sólo no se le renovó la concesión del canal abierto. Al parecer podrá transmitir su programación por canal de paga o por cualquier sistema de suscripción. Y si, como Granier (el director de RCTV) dice, un gran porcentaje del pueblo venezolano lo apoya no tendrá mucha dificultad para recuperar su liderazgo. En Venezuela, así como en Gran Bretaña (publican intelectuales ingleses) las estaciones de televisión deben ajustarse a las leyes y regulaciones que gobiernan lo que pueden transmitir. Imagínese, señalan, las consecuencias si se hallara que la BBC o IVT son parte de un golpe contra el gobierno. Por eso reafirman que Venezuela merece la misma consideración. ¿Se imaginan en México que los súper acaudalados Azcárraga y Salinas Pliego (así como lo ha hecho Granier) salieran a decir públicamente que Televisa y TV Azteca están abiertas a todas las voces, sin importar posiciones políticas e ideológicas?
8. El gobierno de Chávez ha demostrado una gran capacidad para que los medios de información se pongan al servicio del pueblo. Telesur, que se edita desde Venezuela para toda Iberoamerica, es un ejemplo de la forma de hacer noticieros que informan de la situación económica, política y de las luchas sociales de los diferentes países con una gran objetividad y veracidad; pero la experiencia que más pesa en Venezuela es la organización de redes de comunicación alternativa que se desenvuelven en contacto con la población. Me recuerda cuando la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), en un breve periodo de alrededor de un mes, se hizo cargo de un canal de televisión y en ese tiempo dio muestra de una gran capacidad para organizar programas con la directa participación del pueblo. En un mes se pudo conocer más de Oaxaca y del país que en un año de TV empresarial. Por eso creo que la nueva TV venezolana en unas cuantas semanas demostrará su gran servicio a la población.