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Reforma antilaboral, privatización de Pemex y sistema Fiscal, a modo empresarial de PRI y PAN

Fuentes: Rebelión

1. Según Luis Videgaray, principal asesor de Enrique Peña Nieto (quien asumirá la Presidencia en un mes), «Las reformas para permitir la inversión del sector privado en algunas áreas reservadas ahora a Pemex y al sistema fiscal mexicano deben ir juntas; el gobierno de México debe actuar más como dueño y menos como recaudador… las […]

1. Según Luis Videgaray, principal asesor de Enrique Peña Nieto (quien asumirá la Presidencia en un mes), «Las reformas para permitir la inversión del sector privado en algunas áreas reservadas ahora a Pemex y al sistema fiscal mexicano deben ir juntas; el gobierno de México debe actuar más como dueño y menos como recaudador… las ganancias al final pararán en las arcas públicas… como pago de dividendos». Este señor Videgaray -el personaje que funciona como vocero principal- se ve como la «materia gris» del futuro presidente; algo así como el papel que desempeñó Kiessinger atrás del presidente Nixon en los setenta. No se sabe si las ideas privatizadoras que está anunciando Peña Nieto sean de él, de su consejero visible Videgaray o, de plano, de Salinas de Gortari, asesor externo; campeón de la privatización y el neoliberalismo.

2. Desde que escuché por primera vez a Peña Nieto decir que «abrirá Pemex a las inversiones privadas y extranjeras», así como que es partidario de la «modernización de la economía para que México se convierta en un gran país», y además me enteré que sería un candidato vendido a Televisa, me pareció suficiente para saber -sin duda- cómo sería su gobierno: al servicio del capital empresarial, de los EEUU y absolutamente derechista. Con esa ideología -aunque se diga o se disfrace de lo contrario- no se puede ser de otro modo. Pero además pensé que la alianza con el PAN sería total, puesto que las coincidencias las aseguraban. Me recuerda claramente el gobierno de Carlos Salinas (1988-94) que reprivatizó tierras, le aumentó el poder al clero, vendió bancos y empresas paraestatales, con el apoyo absoluto del PAN y las inaudibles protestas del PRD.

3. Al PRI le importó durante un tiempo -quizá hasta los años cuarenta- los valores nacionales: la revolución mexicana, sus héroes, su himno, su bandera, la expropiación petrolera, la eléctrica, su reforma agraria y los ejidos, su política de asilo, la defensa de la nación. A partir de la imposición del comercio internacional, el neoliberalismo, la privatización y la globalización imperial, ahora le importa un carajo este tipo de valores «nacionalistas» que desde 1982 debieron ser enterrados. El «nacionalismo» que divide y enfrenta a los pueblos, no debería existir; pero no debe olvidarse que siempre fue «la defensa de lo nacional» un valor revolucionario para enfrentar el despojo y la rapiña de los EEUU y demás imperios. Hoy al PAN y al PRI les interesa más arrodillarse, ser lacayo de los EEUU que defender la poca dignidad que le queda a México.

4. Los planteamiento ideológicos reales de Peña, Videgaray, Salinas, el PRI o de cualquier gobernante, siempre anteceden a los objetivos de los programas de gobierno y, al contrario, no hay programas económicos, políticos, educativos, de salud, que carezcan de ideologías y objetivos. Por eso el mismo Videgaray ha dicho -hablando de la reforma fiscal, pero pensando en la reforma laboral hoy a discusión- que no conoce alguna reforma que se haya hecho al final de gobierno porque éstas deben hacerse al principio. Y tiene razón Videgaray al pensar: lo que debe hacer Calderón es recoger sus cosas, aprovechar el mes para tapar lo que más se pueda su corrupción y asegurarse quedar muy bien con Peña para que le cuide bien las espaldas y no ir a la cárcel a partir de las mil denuncias que se harán contra su gobierno. Demuestra el consejero que de entrada se aprobarán leyes.

5. Lo que sucede es que ni Peña, Videgaray, Calderón, ni nadie posee una ideología propia, independiente; tampoco alguna persona nace sin influencia ideológica. Hasta mi pobre amiga, que dice no interesarle la política, sin darse cuenta le trasmite a sus alumnos la ideología de la clase dominante, le descuentan sus cuotas sindicales y además se confiesa y entrega limosnas en la iglesia. Al contrario, los gobernantes son los que siempre tienen una ideología muy clara: los del PAN además de pro empresariales y pro yanquis, son clericales; y los del PRI, al no ser tan clericales, controlan a los empresarios liberales más asociados con los EEUU. Poseen algunas diferencias ideológicas, pero en política coinciden esencialmente, aunque compiten en el control de los cargos de gobierno. Se enfrentan por los cargos, pero en esencia son la misma familia.

6. Dice Videgaray: «Que el gobierno mexicano actúe más como dueño y menos como recaudador». Pero López Obrador (AMLO) es claro: «No conformes con el influyentismo que impera en PEMEX y en la Comisión Federal de Electricidad, en cuanto a la asignación de contratos que sólo favorecen a empresas privadas, nacionales y extranjeras, sin beneficios para la nación, ahora pretenden cínicamente apropiarse de la renta que se obtiene por la explotación del petróleo crudo y del gas. Para explicarlo de manera sencilla: actualmente extraer un barril de petróleo cuesta alrededor de 11 dólares y se vende en 104 dólares, lo que significa una utilidad de 93 dólares por barril. Y este, precisamente, es el negocio que ambicionan, la gran tentación; quieren privatizar, en parte o por completo, esta ganancia que pertenece a todos los mexicanos».

7. La pobreza y miseria de 80 millones de mexicanos -no debe olvidarse- no es por falta de mayor explotación y venta de petróleo, menos por falta de producción de los mexicanos, sino por la gigantesca acumulación de las riquezas en unas cuantas manos. ¿El billón de pesos anuales que obtiene el gobierno por derechos de hidrocarburo, que representa casi un 30 por ciento del presupuesto público, en qué manos quedaría? Esto demuestra una vez más que las batallas de los trabajadores tienen que continuar contra los empresarios, los medios de información y la clase política que se mueve en sus anchas en la estructura del poder. Contribuyamos a que los compañeros del Yo soy 132 consoliden su movimiento penetrando con mayor profundidad en la UNAM. Poli, UAM, Bachilleres y demás centros de educación superior. Esperemos que MORENA sea un partido social y no solo electorero.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

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