La sociedad democrática entiende el conflicto como algo superado, y, por tanto, se rechaza de múltiples maneras, desde la base de que la democracia es el mejor sistema político posible y del mismo incuestionamiento absoluto de la democracia. Esto provoca una constante condena a lo disidente, y que los disidentes sean presentados y percibidos como […]
La sociedad democrática entiende el conflicto como algo superado, y, por tanto, se rechaza de múltiples maneras, desde la base de que la democracia es el mejor sistema político posible y del mismo incuestionamiento absoluto de la democracia. Esto provoca una constante condena a lo disidente, y que los disidentes sean presentados y percibidos como seres anormales, antisociales; terroristas.
Benasayag y Del Rey abordan este tema desde una perspectiva crítica filosófica, radical, no sólo política, aunque la saben conectar continuamente: «el verdadero desafío a nuestro modo de ver es otro: qué hacer con todo lo que se rechaza y ordena en las anomalías inadmisibles».
Así, resuelven que se «se trata de buscar al ser humano tal y como es, con sus partes oscuras, capaz de construir una convivencia a pesar de y con el conflicto, de forma que se acabe con la pesadilla de eliminar todo lo que hay en él de incontrolable». No en vano, «lo incontrolable, en efecto, es una parte cautivadora de la realidad humana, y cualquier intento por negarlo o formatearlo no puede sino producir una retorno a lo reprimido en el mejor de los casos».
Lo grave, por tanto, es que la asimilación de este discurso excluye no ya todo pensamiento anticapitalista, sino toda posición disconforme cuestionadora; conflictiva. Toda forma parte de un proceso de «desvitalización», explican, más allá de la «despolitización» señalada por Marx, donde se ha producido una «desintegración de toda singularidad, de toda raíz, de todo atributo». Así, inciden en los mecanismos de sobredeterminación del enfrentamiento.
De este modo, explora este volumen, de manera bien estructurada, la evasión de los conflictos cotidianos antes de abordar la evasión de los conflictos sociales. De esta forma, presenta una sociedad de represión y autorepresión permanente. Por eso la seguridad, indican, se percibe como un fin en sí mismo.
Finalmente, el volumen incluye un extenso estudio preliminar y se completa con una entrevista a los autores.
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