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Reseña de «Radiografías de la corrupción», de Juan Madrid

Fuentes: Rebelión

La nueva novela de Juan Madrid se titula Los hombres mojados no temen a la lluvia (Alianza Editorial, 2013) y es, sin ningún tipo de dudas, el mejor libro que ha escrito este malagueño que desde niño sintió una fascinación absoluta por contar historias. No en vano, la obra se alzó hace unos meses con […]

La nueva novela de Juan Madrid se titula Los hombres mojados no temen a la lluvia (Alianza Editorial, 2013) y es, sin ningún tipo de dudas, el mejor libro que ha escrito este malagueño que desde niño sintió una fascinación absoluta por contar historias. No en vano, la obra se alzó hace unos meses con el prestigioso premio de novela Fernando Quiñones en su décimo cuarta edición. Y da gusto, por una vez, ver que una magnífica novela gana un premio con todo el merecimiento del mundo.

Juan Madrid, a sus 66 años, es uno de los más prolíficos novelistas de este país, donde escribir, y sobre todo publicar y mantener una carrera digna como escritor, sigue siendo cosa de un puñado de afortunados. El autor malagueño afincado desde hace unos años en Salobreña (Granada) es autor de una extensísima obra, entre novelas de género policiaco y novelas dirigidas al público juvenil. Así mismo, ha escrito guiones para el cine y la televisión (cómo nos gustó y cómo echamos de menos aquella grandiosa Brigada central protagonizada por Imanol Arias, en el papel de Comisario Flores, un madero de raza gitana, de cuyos guiones se encargó el malagueño); relato corto (todos sus cuentos fueron recogidos hace un par de años en un solo tomo, totalmente recomendado); e incluso se ha atrevido con el ensayo (en algún rincón perdido de mi biblioteca hay un ejemplar de su libro sobre la organización secreta La Mano Negra, que según me contó él mismo en una ocasión, fue el tema de estudio que eligió para doctorarse en Historia Contemporánea). También ha hecho sus pinitos en el mundo del cine (por el que siente una morbosa fascinación) como director. De esta manera, tras la cámara ha dirigido dos películas: Tánger, una película de género negro, en la que denunciaba la relación de la ultraderecha española con el mundo del hampa, y La carretera de la muerte, una película documental en la que cuenta el éxodo al que se vieron forzadas miles de personas en febrero de 1937, cuando la ciudad de Málaga fue tomada por las tropas fascistas, y mucha gente escapó hacia Almería, que aún resistía heróicamente en manos del ejército de la República.

Pero sin duda, las novelas que ha aupado a Juan Madrid al podio de la novela negra en lengua castellana han sido las protagonizadas por Toni Carpintero/Toni Romano. Una serie de ocho libros, hasta la fecha, que nos ha proporcionado a sus seguidores muchos y muy buenos ratos de lectura.

Los hombres mojados no temen a la lluvia no está protagonizada por Carpintero. Pero que nadie se asuste, es una novela con todos los ingredientes, las características, la fuerza a los que su autor nos tiene acostumbrados a su numeroso grupo de seguidores. El protagonista es Liberto Ruano, un abogado madrileño, mujeriego, pero impregnado de esa áurea romántica que poseen muchos de los personajes creados por el autor de Días contados. Ruano comparte un bufete de abogados con un argentino que vino a España huyendo de la criminal dictadura de Videla y que había sido perseguido por sus actividades como montonero. Ambos se ven envueltos en una trama de chantaje, lavado de dinero negro, chanchullos inmobiliarios, y relaciones mafiosas. Cómo la vida misma, oiga usted. Y es que este libro es un espejo de la España en la que estamos viviendo en los últimos años. La España de los Bárcenas y los ERES, la España de los bancos rescatados con dinero público para que sigan estafando a la gente corriente, la España que vemos a diario en los noticiarios y que ya, a estas alturas, a tantos nos produce vómitos y diarrea. Ni más ni menos que eso es lo que se puede encontrar en la nueva novela de Juan Madrid.

No quiero acabar esta breve reseña sin destacar dos aspectos novedosos que me han encantado de esta novela: el primero es la introducción en el texto de citas, tesis, pensamientos de otros autores, tal y como se hace en los ensayos, pero que, no nos engañemos, tan raro es ver en las obras de ficción. El segundo es el juego que Juan Madrid mantiene con la propia literatura, introduciendo personajes, como el escritor Juan Delforo o el escritor que vive y regenta una pensión en Salobreña, que no dejan de ser un alter-ego del propio autor, y a través de los cuales, va dejando caer, aquí y allá, sus ideas y teorías sobre temas como la función de la literatura o el compromiso social de los escritores.

Me voy a permitir el lujo de acabar este texto con un párrafo que escribí hace un tiempo a propósito de Bares nocturnos, la anterior novela de Juan Madrid:

Con su habitual estilo seco, cortante, directo como un puñetazo al estómago y tan descreído, visceral, lacónico y romántico como nos tiene acostumbrados, Juan Madrid hace una foto fija de la sociedad actual, de sus vicios, de sus tejemanejes, de sus corruptelas, de su pasión desaforada por Don Dinero, el único dios verdadero. Es difícil que alguien se aburra con este libro entre las manos. Y el año empieza de puta madre con obras como esta. Lo malo es que el listón se queda muy, muy alto.

Pues eso, que hay cosas que mejor que no cambien nunca. Por ejemplo, las novelas de Juan Madrid. Salud, maestro.

Blog del autor: http://mimargenizquierda.blogspot.com.es/

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