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Reseña del libro de Antoni Segura «Señores y vasallos del siglo XXI»

Fuentes: Revista Pueblos

La gran mayoría de los integrantes de la izquierda política que retomó fuerza tras la II Guerra Mundial y alcanzó su apogeo en la década 1965-1975 se apuntó desde el principio a un modo muy cómodo de afrontar los conflictos internacionales: quienes estaban del lado de EE.UU. eran, por definición, «los malos», y quienes se […]

La gran mayoría de los integrantes de la izquierda política que retomó fuerza tras la II Guerra Mundial y alcanzó su apogeo en la década 1965-1975 se apuntó desde el principio a un modo muy cómodo de afrontar los conflictos internacionales: quienes estaban del lado de EE.UU. eran, por definición, «los malos», y quienes se enfrentaban a EE.UU. eran, de manera casi automática, «los buenos». Tanto más si se decían partidarios del socialismo.

Esta actitud era común a todas las tendencias que se reclamaban del marxismo, incluidas las más críticas con respecto a la URSS. De hecho, uno de los reproches que con más frecuencia se dirigía a los dirigentes del Kremlin era su tendencia a contemporizar (a «coexistir pacíficamente») con Washington. Sólo las corrientes más próximas al pensamiento libertario se libraron de esa tendencia al simplismo «dualista» de los análisis.

Con la caída del Muro y el desmoronamiento del «campo socialista», se socavaron también las bases de esos planteamientos reduccionistas. Los conflictos internacionales empezaron a mostrarse en toda su complejidad, lo que desconcertó a buena parte de las izquierdas, que a menudo optaron por tomar posición según los intereses de sus propias luchas locales. Eso fue muy visible en España a raíz de las guerras de la ex Yugoslavia. La de Iraq pareció devolvernos a tiempos pasados, con EE.UU. como potencia ocupante, pero el enrevesamiento de las fuerzas de la resistencia iraquí tampoco autorizaba el análisis en blanco y negro.

Poco a poco, la gente con más inquietudes va tomando conciencia de que, en realidad, apenas sabe nada. Pero tampoco es fácil enterarse, unas veces porque apenas hay información y otras porque hay demasiada. Hay demanda creciente de trabajos que proporcionen un buen conjunto de datos seleccionados y ordenados con criterio riguroso. Esta obra de Antoni Segura es, en ese sentido, excelente. En primer lugar, proporciona un esquema racional de los conflictos que vive el mundo actual, analizando las realidades que han gestado esos «puntos calientes». En este sentido me parecen especialmente destacables su diagnóstico del desmoronamiento de la URSS y los países del Pacto de Varsovia, su análisis del conflicto árabe-israelí y las síntesis analíticas que hace de las guerras que han tenido como escenario a Iraq, Irán y Afganistán. En segundo término, aporta una descripción crítica de otras interpretaciones, señalando sus puntos débiles. En fin, no ofrece una versión unívoca y cerrada de cada conflicto. Proporciona datos para que el lector pueda pensar por sí mismo y componer su propio puzzle personal, aunque tampoco esconde por qué líneas de interpretación se inclina. Resumiendo: un libro a la vez riguroso, accesible y francamente útil.

Señores y vasallos del siglo XXI está publicado en Alianza (Madrid, 2004). Esta reseña fue publicada en el n° 13 de la edición impresa de la revista Pueblos, septiembre de 2004, p. 60.

http://www.revistapueblos.org/