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Argentina

Salto con red al edén rockero

Fuentes: IPS

Son tres hermanitos del norte de Argentina que cultivan rock metálico. Cuando decidieron publicar en Internet unos vídeos grabados en su dormitorio no se imaginaban que en sólo 15 días serían requeridos por millones de personas y que estarían abrumados por una lluvia de propuestas. «Nunca estudiaron música», admitió ante IPS Miriam Fernández, la madre […]

Son tres hermanitos del norte de Argentina que cultivan rock metálico. Cuando decidieron publicar en Internet unos vídeos grabados en su dormitorio no se imaginaban que en sólo 15 días serían requeridos por millones de personas y que estarían abrumados por una lluvia de propuestas.

«Nunca estudiaron música», admitió ante IPS Miriam Fernández, la madre de Emilio, de 15 años, de Agustín de 11, y de Martín de 10 años, quienes residen en la noroccidental provincia de Salta.

Ellos «aprendieron a tocar con una guitarra criolla que al final rompieron en pedazos porque se les caía y la usaban para pegarse cuando se peleaban», confiesa la mujer, azorada por la repercusión de los vídeos.

Ahora tienen una batería que su padre consiguió a cambio de una computadora, una guitarra eléctrica adquirida ya usada y un bajo que les prestó una amiga. Con esos instrumentos y una pasión musical sin dudas transmitida por sus padres, los niños se asomaron a Internet y causaron una conmoción.

El éxito inmediato fue posible gracias al portal YouTube, la mayor distribuidora de vídeos por la red mundial de computadoras (Internet) que fue adquirida este mes por la empresa Google en 1.600 millones de dólares.

YouTube permite a cualquier persona en el mundo difundir gratis sus videos de animación, música, deportes, política o reuniones de amigos y, además, registra la cantidad de visitas y publica los comentarios que provocan.

En sólo dos semanas, uno de los videos en los que la banda toca un tema del grupo brasileño Sepultura fue visto por más de 1,4 millones de personas y el 24 de este mes se constituyó en el más descargado entre todas las categorías.

También lograron que otro tema quedara en tercer lugar entre los más requeridos en la red, un tercero obtuvo el cuarto puesto y, sucesivamente, llegaron al octavo, el doceavo, el catorceavo y el decimosexto con distintas interpretaciones «colgadas» en Internet. Si se suman las visitas, son más de cuatro millones las personas que eligieron verlos, quizás más de una vez cada una de ellas.

«Nos llamaron de YouTube, en Estados Unidos, para que publiquemos más vídeos porque es un éxito», contó a IPS Víctor Jorge, el padre de las «pequeñas estrellas» del rock metálico.

Jorge es empleado del municipio de la capital provincial también llamada Salta, 1.600 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, y su esposa es ama de casa.

«No esperaba esto», dice a IPS Emilio Jorge, aludiendo a la repercusión de sus vídeos. «Soy autodidacta, aprendí a tocar mirando y escuchando, no sé leer una partitura», confiesa como disculpándose. Pero las imágenes parecen desmentirlo: se lo ve en un impactante solo de guitarra, golpeando con maestría la batería o cantando.

Agustín también se destaca como percusionista y Martín toca el bajo y canta temas de la banda británica Iron Maiden y de Sepultura. «A mí, antes, me gustaba el tango, después el ‘heavy metal’, después la cumbia, y ahora de nuevo el ‘heavy metal'», relata Martín a IPS, como si tuviera una larga vida junto a la música.

La madre de los niños recuerda que cuando estaba embarazada de su hijo mayor, su marido compró un órgano y pasaba el día tocando. Emilio nació en una familia apasionada por los más diversos géneros musicales.

«Tenía dos años y cuando escuchaba la (Obertura) 1812, (del ruso Piotr Ilich) Tchaikovski, se le llenaban los ojos de lágrimas», recuerda la mujer sorprendida.

A los cuatro años, el niño jugaba con un programa de Internet que simulaba una batería. Él fue el que arrastró a los hermanos a la banda. «A mi marido le gusta el rock, el tango, el folclore nacional, la música clásica. Siempre hubo música en mi casa», explica Miriam Fernández. Cada vez que puede, su padre lleva a los niños a conciertos, añade.

Ahora Andreas Kisser, guitarrista líder de Sepultura, dijo que quiere viajar a Argentina para tocar con los niños salteños, cuya banda ni siquiera tiene nombre. Jorge quiso registrar esta semana «Gauchos Salta», que es como los identificaron en Internet, pero alguien le había ganado de mano y no pudo hacerlo.

Los vídeos no son divertidos ni infantiles. Transmiten potencia musical. Las paredes descoloridas del dormitorio de los niños un fondo sombrío al escenario de la banda, que se acomoda apretada entre la cabecera de una cama y la cómoda sobre la cual se encuentra un aparato de televisión.

«Me gustan los automóviles, los nuevos, los de carrera y los antiguos», enumera Agustín cuando se le pregunta sobre sus preferencias. La música es apenas algo más en su vida. Tocan sólo un rato por día, cuando la escuela les deja tiempo.

Sus padres no salen de su asombro. Fernández contó a IPS que los videos fueron hechos con el objetivo de enviarlos al programa de televisión que hace una década y media conduce Marcelo Tinelli. Pero el número de bandas con niños que se intentaba realizar finalmente se frustró y los salteños decidieron que algo había que hacer con los vídeos. Los pusieron en YouTube.

«Difúndelo tu mismo» es el eslogan del sitio en Internet, y así lo hicieron ellos. Ya se publican 6.000 comentarios debajo de los videos de la banda de pequeños «metaleros», una acción que se permite sólo después de suscribirse al portal, que está en inglés.

También les llegan miles de correos por día en todos los idiomas y ya les pidieron autorización del capítulo europeo de la señal para abonados estadounidense MTV para difundir los videos por la televisión de Suecia.

Les hacen entrevistas, les sacan fotos, y les hacen propuestas comerciales que no pueden ni siquiera procesar. «Me vienen a ver ahora bandas de la misma Salta a ver qué puedo hacer, como si yo fuera un productor musical», dice el padre de los niños Jorge, que reparte su tiempo entre su empleo público y unas extras arreglando computadoras.

«Los quieren en la televisión de acá, pero también de Washington y de Los Ángeles. Tenemos que ir con cuidado», dice el padre.

«Ellos tienen que estudiar. Esto era un hobby y ahora no sé lo que viene. Puede ocurrir que digan ‘no quiero tocar más’ y se terminó todo», advirtió.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39154