1. En México se publican a diario cientos de denuncias por pobreza, discriminación, miseria y asesinatos, pero nadie hace caso. Hay acusaciones gruesas, muy graves, contra empresarios y gobierno por desfalcos, encubrimiento, desapariciones, triangulaciones, corrupción, que hacen pensar que «ahora sí» caerá el presidentes y sus funcionarios; nada pasa. Los medios de información como la […]
1. En México se publican a diario cientos de denuncias por pobreza, discriminación, miseria y asesinatos, pero nadie hace caso. Hay acusaciones gruesas, muy graves, contra empresarios y gobierno por desfalcos, encubrimiento, desapariciones, triangulaciones, corrupción, que hacen pensar que «ahora sí» caerá el presidentes y sus funcionarios; nada pasa. Los medios de información como la Tele suelen publicar uno o dos días, pero les llegan algunos millones del gobierno para silenciar todo. Y dado que lo que no sale en la tele no existe, todo se olvida para que en los siguientes tres días salga otro caso. Así de engañado, aplacado y tonto, traen a México desde siempre, por no decir, en las últimas cinco décadas.
2. En los sexenios de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, se ha agudizado la corrupción y los asesinatos, la miseria y el desempleo, y no sucede nada. Lo que sí ha crecido es el cinismo de parte de la clase dominante y la cobardía entre la población. Para mí, seguir denunciando es una especie de desahogo, una justificación de que vivimos, mientras no propongamos y hagamos acciones contra esos males. Es desde mi punto de vista -el no encontrar propuestas para organizarnos y expulsar esta burguesía económica y política explotadora- es la causa esencial de nuestra opresión. Denunciar ya me parece un lloriqueo si no se proponen acciones para enterrar esos males. Así me parecen otras acciones en las calles si no hay bloqueos.
3. Hace 50 años quienes hacían las grandes concentraciones en Reforma y el Zócalo era el gobierno del PRI; antes de 1968 hicimos muchas en Reforma amenazados de represión y sólo llegábamos al Hemiciclo; luego en 68 conquistamos todo, incluso el Zócalo. Pero luego el gobierno comenzó a «resbalar» las marchas, a no hacerles caso, a burlarse de ellas y hasta a tratar de prohibirlas. Es muy importante crear otras estrategias y tácticas de lucha para que tras las denuncias se encuentren las soluciones. Ya las manifestaciones no se hacen para expresar militantemente el descontento sino que parecen un paseíllo divertido y entretenido. Algún día serán tan combativas; se harán máscaras, cubrecaras y antigases contra cámaras.
4. El maldito gobierno, en vez de solucionar problemas como el saqueo de sus gobernadores, del Fobaproa, Odebrecht, sus triangulaciones, ha impuesto un estado de sitio llenando el país con nuevas armas: cámaras de vigilancia, drones, helicópteros, policías, ejército y marinos en las calles. Y el colmo, según López Obrador las leyes impiden meter a la cárcel a los presidentes, supongo que también a sus secretarios de Estado. ¿Prohibirá también cambiar esa ley el primer día de gobierno con el fin de trabajar en paz y sin tener que pagar sus jubilaciones insultantes? ¿Y a las esposas que apoyaron todos los saqueos y políticas de sus maridos? Supongo que López Obrador, se llega a la Presidencia, muchas cosas tendrá que hacer desde su primer día.
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