El conservadurismo que hoy se opone a la Reforma Eléctrica planteada por Andrés Manuel López Obrador, entre otras cosas, es el mismo conservadurismo que estuvo en contra de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Es el mismo conservadurismo que, en años más recientes, con la aprobación de la contrarreforma energética de Enrique Peña Nieto, puso en venta la soberanía de México.
Antes de aprobar la contrarreforma energética de 2013 sus promotores no le preguntaron nada a la gente, y, en vez de poner por delante la seguridad energética y los intereses de la nación, se puso por delante la privatización y entrega de recursos naturales a particulares y a extranjeros. En todos los medios tradicionales (que no son pocos) atacaron masivamente con desinformación y falsas promesas. Esa contrarreforma se aprobó de la manera más tramposa y sucia, y hubo sobornos de por medio entre las y los legisladores que apoyaron dicha reforma entreguista.
Hoy, con la Reforma Eléctrica promovida por el gobierno de la 4T, se iniciaría la transición de la reforma entreguista de Enrique Peña Nieto hacia una reforma nacionalista. Con ello se defenderán los intereses de la patria y no los intereses de unos cuantos poderosos, que por largo tiempo han manipulado la opinión pública a su antojo.
Algo inédito es que ahora sí se va a informar a la ciudadanía, habrá debate nacional y se le permitirá a todos opinar y dar a conocer sus propuestas.
Cuando por todos los medios tradicionales dicen que la Reforma Eléctrica debe “rechazarse”, lo que nos están diciendo es que debe “derechizarse”. Y es que, en realidad, los conservadores no son muy dados a velar por la seguridad energética de México, sino que quieren que continúe la política entreguista de depender energéticamente de otros países. Quieren seguir enriqueciendo a una minoría de (de por sí ya) super ricos. Desean que continúe la mentalidad colectiva de que México no es capaz de administrar sus propios bienes y por ende debe siempre ser dependiente de otros países.
No lo perdamos de vista, los conservadores y sus medios de comunicación se volverán ambientalistas. Como si alguna vez les hubiese importado el medio ambiente, como si no les conociéramos sus mañas.
El 2022 podría ser el año en que se apruebe. Que no te engañe el conservadurismo, mándalos al diablo con todo y sus medios tradicionales mentirosos. Vamos por la defensa de la Reforma Eléctrica.
El pueblo de México decide.
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