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Luz y sombra de la UNESCO e-card

Semiótica del Mundo

Fuentes: Rebelión

Algunas relaciones entre ver y pensar

Ver no es lo mismo que pensar, o sea, uno no siempre piensa lo que ve, ni ve lo que piensa. Vea usted… Esta «e-card» (tarjeta postal digital) ofrecida por la UNESCO1, gratuitamente, para celebrar el «año nuevo», es una provocación preñada con augurios simbólicos. ¿Será a propósito?

En este globo terráqueo, borroso, visto desde un espacio indefinido, controlado con un ratón y con expresiones multilingües, jerarquizadas por vaya a saber qué prioridades, sólo es visible EEUU. Todo lo demás es turbulento, inestable, incierto, amorfo. ¿Dónde lo hemos visto?

Quien diseño esta tarjeta puso en juego una combinación de factores de representación que bien podrían emblematizar al pensamiento hegemónico de los poderes imperiales. ¿O será una ironía? No vaya a ser que malinterpretemos a un autor de esos que andan inoculando humor negro a diestra y siniestra. Pero no parece el estilo de UNESCO… ¿O si? Enigma lindo.

«Bienvenido al servicio de tarjetas electrónicas de UNESCO. Encuentre salutaciones coloridas que para estas Fiestas usted puede personalizar y enviar a través de correo electrónico, a su familia, amigos y colegas2» Ofrecen esta imagen con deseos que aluden al año nuevo, al que inicia, al futuro inmediato.

Escojamos. O uno entra, con sospechas más o menos lógicas, a «decodificar» metodológicamente el mundo para entender su lugar y el del resto. O uno consume a-críticamente lo que le pongan enfrente por ignorancia, indiferencia, complicidad o indolencia. O uno se hace cínico. O uno se hace «paranoico» y anda viendo lo que no es. Agréguense todas las opciones necesarias. ¿Pude una tarjeta de año nuevo, aparentemente inocente y llena de «buena voluntad», discursar alguna parcialidad ideológica, para hacernos creer que el mundo es un solo lado? ¿No estaremos exagerando? Y de ser así, ¿Puede la UNESCO ofrecer y promover, sin una mirada medianamente autocrítica, esta clase de imágenes cuando su trabajo es promover la educación y la cultura en un mundo que es más grande que las sección colorida, la única por cierto, que muestra su tarjeta?. ¿No será una ironía? ¿Una humorada del 28 de diciembre?

Ese mundo borroso ocupa la mayor parte del campo visual. Es un mundo a escala, de esos que suelen tener fines didácticos y que algunas personas compran (no sin sentido) para sentirse dueños de él, a escala. Es parecido, no en tamaño, al que Chaplin empleó para desnudar al nazi-fascismo. No es el mismo, se nota que este es más chico si uno toma por referencia el tamaño estándar de un ratón de ordenador. (A veces las palabras producen vibraciones semánticas muy especiales…ratón, ordenador del mundo, mundo, ratón, orden, borroso, EEUU) Y sobre el campo visual de la tarjeta virtual, superpuestas, las palabras alusivas a «fiesta» y «felicidad» en 6 de los más de 60000 idiomas existentes. No podrían ni tendrían por qué ponerlos todos, se dirá acaso con razón, aunque se trate de la UNESCO. ¿Será que se refiere a la «fiesta» y la «felicidad» sólo de los que habitan la parte iluminada de la tarjeta?

Quien diseñó esta tarjeta virtual ¿habrá querido mostrar el pensamiento y la conducta de Kofi Annan, o el pensamiento y la conducta de la Casa Blanca y sus inquilinos, o el pensamiento y la conducta… de quién? Si esta tarjeta es algo es una representación… ¿De qué realidad? ¿De lo que UNESCO quiere como realidad? o… ¿No será un chiste, un mal chiste, claro? Alguien dirá, (no faltan), que es un error, que «se les pasó», que «no quisieron decir eso» y uno claro, previsiblemente, podrá creer que nadie promueve algo así inocentemente.

Veamos y pensemos. Se ve un mundo como si fuese metáfora de un gran ordenador, uno podría hacer clic al ratón y ¿Y? ¿A dónde iría? ¿Por qué se ve borroso, es un efecto para que parezca viejo? Hay algo, una cortina, un plástico, un velo… que se interpone entre el globo terráqueo y nuestra vista, ¿O es nuestra vista? ¿Nuestra, quiénes somos los que miran, desde dónde vemos? ¿No será un sueño? ¿Una pesadilla? Vemos, pues ese mundo a través de un filtro que parece haber sido arañado. ¿No será la cortina de Alfred Hitchcock en Psicosis? ¿No será ese el mensaje? ¿Dónde está el puñal?

Hay una luz que ilumina desde arriba. Una luz que ilumina sólo a EEUU. Parece un nacionalismo cromático: color verde dólar y luz ámbar divina que baja de Dios, pues. Todo lo demás, en ese planeta, es oscuro, mucho más el sur. Organización de la Naciones Unidas para la Educación y la Cultura, UNESCO. Hasta el cable del ratón tiene «luz», «energía» el resto del planeta está en la sombra. ¿Tiene eso un significado? O es que uno se lo inventa, que uno es víctima de sus prejuicios y que mira «ideologizadamente» la realidad que quiere ver. ¿Debe uno pensar en lo que ve? O es más fácil, menos lío, dejar que pase, si «al cabo uno no puede cambiar este mundo…» En ese planeta de UNESCO no brilla Cuba y su lucha ejemplar por la educación y la cultura a pesar del bloqueo yanqui. No brilla Venezuela y ni su bandera de país sin analfabetos, su programa editorial, su creación de escuelas… su revolución cultural. No brillan los pueblos originarios, no brilla África, no brilla otra cosa que EEUU. ¿Hay en eso un mensaje? Ver y pensar, pensar y ver.

Desde esa metáfora de superioridad que se logra con el relieve de luz y color sobre EEUU; desde la posición en que ese mundo es visto para hacer visible sólo el área colorida e iluminada; desde la jerarquía misma del encuadre y la definición de la lente que da nitidez sólo a la zona perteneciente al territorio de USA; desde ese discurso visual con un mundo como zona de tinieblas donde la luz sólo llega a un sector; desde esta interpretación basada en los elementos concretos de una representación digital aparentemente amigable y fraternal; desde ese análisis, uno bien puede escala razonamientos inductivos y deductivos basado siempre en lo que ve. Ver bien, ver diverso, ver de fondo y con amplitud, ver detalles y generalidades, ver las formas y ver las ideas, todo siempre críticamente y con referencia a un plan de libertad de pensamiento, de pensamiento no alienado. Visto así UNESCO y su tarjeta nos son útiles para pensar y saber en quien no se debe depositar confianza ni esperanza. Nada en ese mundo corresponde a la verdad. Todo corresponde a su verdad. A la que quieren imponernos. Y esa cultura de iluminados, ellos, y esa educación de color dólar, no la queremos, muchos.

A estas horas en el mundo entero se encienden luces nuevas. Poco a poco, la luz de las luchas populares llena de colores, múltiples y nuevos, al planeta tierra. A estas horas el sur le habla al norte con su voz de unidad para que los trabajadores de todos los puntos cardinales, de una vez por todas, se levanten y sean dueños de sus vidas y sus futuros. Para que las culturas se unan y mejoren, para que la educación no sea un negocio ni un lujo. Para que sea otra educación y otra cultura que potencien un mundo sin explotación, sin miseria, sin alienación. A estas horas con sus penurias y contradicciones, poco a poco, con sus propias leyes y tiempos, los pueblos buscan la manera de liberarse de los yugos imperialistas. A estas horas el mundo es todo lo que UNESCO no ve, o no quiere ver. ¿Si no por qué no lo representa en sus e-cards?

Parte de esa zona verde dólar, iluminada con la luz que le llega de arriba, es territorio saqueado a México, con la complicidad de algunos «gobernantes». Al sur de ahí ya se libra «Otra Campaña» donde van, con sus voces multicolores, las voces que quieren dialogar con todos. Ahí mismo, muchos campesinos, obreros y trabajadores en general se aprestan para librar una batalla electoral críticamente, sin fe ciega, con un ojo al gato y otro al garabato, muy afinado el olfato para que sobre su fuerza no se monte ningún vivo de esos que gustan de vivir de la mentira y de la burocracia. Ahí mismo en ese lado del planeta, que UNESCO no deja ver por su oscuridad, (la de ellos), Cuba levanta su voz digna y portentosa contra Condolessa y sus patrones para que no anden amenazando a la Revolución y Venezuela se hace más grande en calidad, Ecuador mira la luz en sus alternativas, Bolivia levanta un ejemplo de lucha… bueno y en África suenan los tambores con sus ritmos de estas horas y en Europa los trabajadores, los jóvenes y los movimientos sociales acicatean la marcha de los cambios más urgentes… o sea se trata de un mundo con muchos mundos, necesidades y planes comunes y luchas que caminan de la mano, con sus propias fuerzas, concientes de que les falta mucho. Eso es una Cultura de la dignidad, Cultura de la lucha.

La «Civilización de la Imagen» ha sido capaz de inventar muchos eufemismos visuales. Para que veamos sin pensar. Un negrito que sonríe y listo: África que «mejora»… unos morenitos bailando y listo: diálogo intercultural. Un cable pelado de fibra óptica y listo: comunicación digital para todos. Un globo terráqueo con un mouse y listo ordenadores para todos… De los monopolios mundiales, físicos y teóricos, en educación y cultura, de los monopolios que controlan la tecnología y las comunicaciones, de la lucha de clases, de la corrupción y el incumplimiento del gasto en educación de la mayoría de los gobiernos genuflexos… no hay tarjetas digitales. No querrán que se vean para que no tener que pensarlos. Millones de niños muertos de hambre y una cultura galopante del cinismo más desvergonzado, no inspiraron a los «genios de la imagen» que con los millones de dólares que disfrutan en tecnología para su creatividad «pensaran» un mundo distinto al de la e-card

No dejemos circular esta e-crad sin una dosis de pensamiento crítico. Por el bien de nuestra dignidad mundial, para que no se quede impune el atropello, ni en la UNESCO ni en Valencia por ejemplo, donde a estas horas de reino nazi-fascista, el Ayuntamiento ordenó silenciar, con pintura gris e intolerancia, la voz de cientos de pinceles coloridos, la voz de las guitarras y los libros, la voz del diálogo y el consenso social. Pasó y no ha de quedar impune, que el Ayuntamiento valenciano paso su mano represora contra la libertad de expresión. Y eso tiene muchos significado y ahí hemos de estar para desnudarlos. No importa cuántos foquitos pusieran en la navidad ni cuántos abrazos profirieran para el año nuevo. Con eso y todo pisotearon las voces de otros, voces libres del lado que no ilumina ninguna e-card de UNESCO.

Ver y pensar implica operaciones paralelas que se unen con puentes de razonamientos. Y es importante que tales razonamientos sean razonamientos libres. Que luchen por la libertad, que no sean funcionales a la alienación y al engaño. Razonamientos críticos que no nacen en macetas. Razonamientos críticos que se forjan en el debate colectivo y que bien podrían someter a estudio la totalidad de eso que llamamos «Cultura» para saber qué vale la pena conserva y qué hay que empezar a transformar consensuadamente cuanto antes. Ver y pensar críticamente para actuar. Ver y pensar críticamente para actuar organizados… mejor. ¿No?

1 http://portal.unesco.org/e_cards/showgallery.php?cat=522 http://portal.unesco.org/e_cards/showphoto.php?photo=181&sort=1&cat=522&page=1

2 «Welcome to the UNESCO E-Card service. Find colorful e-greetings for the Holidays that you can personalize and send by e-mail to family, friends or colleagues».

Marco1