Recomiendo:
0

Reseña

Ser diferente en Puerto Rico. El peso de la memoria, de Joseph F. Delgado

Fuentes: Rebelión

José Delgado Figueroa (Puerto Rico, 1950), también Joseph F. Delgado, es el autor de Ser diferente en Puerto Rico. El peso de la memoria (2017). José nació en Humacao, Puerto Rico, y nos cuenta cuánto cuesta la memoria de ser, por ser, nacer diferente en Puerto Rico. Delgado Figueroa (Puerto Rico, 1950) se ha labrado […]

José Delgado Figueroa (Puerto Rico, 1950), también Joseph F. Delgado, es el autor de Ser diferente en Puerto Rico. El peso de la memoria (2017). José nació en Humacao, Puerto Rico, y nos cuenta cuánto cuesta la memoria de ser, por ser, nacer diferente en Puerto Rico. Delgado Figueroa (Puerto Rico, 1950) se ha labrado su espacio como escritor fuera de su país, Puerto Rico. Su trabajo creativo es muy diverso. Su formación educativa, igual. Ha sabido combinar la literatura con el derecho, la lingüística y la inteligencia artificial. Es Doctor en Derecho de la Universidad de Pittsburgh (1993), y en lingüística de la Universidad de Minnesota (1985). Delgado Figueroa, se ha destacado como educador, novelista, cuentista, actor, locutor, traductor, intérprete y cineasta.

Su paso por la vida dura, tal cual ha sobrevivido para contárnosla, le ha permitido legarnos una escritura que, como es de esperarse en un régimen que no tolera ni valora la diferencia, es desconocida en su país natal. De Delgado Figueroa son, entre otros, Con tanta sinceridad (Cuentos, 1975-2015, 2016), Cautiverio y otros relatos burgueses (Cuentos, 2016), Dolor inconfeso en cruz de calma (Diario novelado, 2016), Las estrellas inclinan y otros cuentos (2017) y Al borde (Cuentos, 2017).

En el 2017 tuve la dicha de entrevistar a Joseph. En tal ocasión nos dijo sobre su obra:

«¡Madurar! A veces me parece que sigo escribiendo como lo hacía en décimo grado, pero no es así. Empecé a hilvanar relatos en español en la adolescencia, pero eran más bien monodiálogos diaristas. Cuando llegué a Minnesota creo que me sucedió como a otros escritores y, aunque no esté a su altura, según decía Julio Cortázar, que en la distancia se ve mejor el lugar donde uno nació. En parte creo que es un afán de fabular los orígenes culturales, producto de la nostalgia y la soledad. Mis cuentos eran todos en el Viejo San Juan, a donde me escapaba a menudo ya a los trece años para caminar las calles y visitar los monumentos, desde Juncos, donde vivía entonces.

Mi primer amor literario fue la poesía. Publicaba poemas en revistas regionales de Minnesota, en inglés; en ocasiones también me publicaron traducciones de poemas de Luis Palés Matos y Vicente Huidobro. Más tarde escribí poemas, embelecos horribles de denuncia y poco lirismo, como me señaló, y estuve de acuerdo, el crítico Hernán Vidal.

Ya en la adultez seguí la ruta de la autobiografía convertida en ficción. Al releer mi primera novela, en inglés, años después me dio vergüenza del estilo terrible y la falta de control narrativo, producto de querer decirlo todo sin darse cuenta que a veces es más efectiva la entrelínea y la alusión. El valor principal de ese trabajo fue de catarsis. Recuerdo que cuando terminé el primer capítulo rompí a llorar sin consuelo, porque era, en realidad, una historia verídica de mi vida familiar durante la infancia.

Estimo que mi madurez como escritor se manifiesta en el estilo más que en la temática. Siempre me ha interesado explorar las relaciones familiares disfuncionales y lo que ya he dicho de la inautenticidad. En novela los he tratado ambos en Salomé ríe mejor, una novela en dieciséis carcajadas y en Dolor inconfeso en cruz de calma, un diario novelado. Otro de mis temas favoritos es la hipocresía religiosa, que se presenta como secundario en El cura se nos casa y en Dolor…» (Román Samot 2017).

De la versión en inglés de Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria, Efraín Barradas ha indicado:

«No creo que tengamos en Puerto Rico un libro como este o, si lo tenemos, no lo conozco. Este es un libro importante o, mejor, este es un libro que importa. Más allá de sus fallas y sus mérito – los que tiene, sin duda – y, sobre todo, más allá de sus intenciones – que a veces son chocantes porque parecen bordear en la venganza y porque desacralizan arquetipos venerados en nuestra cultura -, este libro importa porque nos ofrece algo que otros no se han atrevido a darnos: un testimonio – crudo y doloroso – del hostigamiento del que son víctimas los niños y adolescentes a los que la sociedad imponen el desprestigio de la diferencia, la marca de deshonra del afeminamiento, el amplio sambenito en que se engloba lo que en el término vulgar que simple y sencillamente se concreta en la palabra pato.» (Barradas 2017)

Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria es un trabajo de memoria, y a su vez, una etnografía reveladora de cómo se construye lo masculino desde la vida misma de José y su punto de vista como biógrafo y etnógrafo biografiado. Si bien ya conocíamos del peso que tenía la memoria en su trabajo previo, será en Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria donde Delgado Figueroa romperá políticamente con la línea divisoria de lo personal. En Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria el personaje principal es José, no sólo sus memorias relatadas con la sinceridad que caracteriza su obra literaria previa.

Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria es un relato verídico escrito desde adentro del entorno en que se desarrolla la vida del etnógrafo biografiado. Al igual que Barradas, desconozco si se ha escrito un trabajo de campo similar, el del estudio de las masculinidades desde el punto de vista de quienes la hemos padecido en Puerto Rico. La deconstrucción de lo masculino, en ese sentido, se da, en Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria, como relato propio, como hoja de vida, biografía.

Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria no ha tenido respuesta. El silencio de los muertos ha sonado más que la lengua de los vivos que quedan retratados como perversos acosadores en las memorias de José, todavía de adulto. No es para menos, calladitos se escuchan mejor.

José nos presenta su vida en Puerto Rico con imágenes propias, cual álbum de familia. Nos muestra así en imágenes no narradas aquellas imágenes de las que nos habla, y delata. Hacer memoria de nuestras vidas, en tal sentido, es un acto de delatar, es un acto de valentía. Y así, desde adentro, Delgado Figueroa delata al relatar Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria. Su título, muy bien escogido, Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria se corresponde con el contenido de la etnografía que de lo masculino nos lega José.

El momento escogido para darnos su mirada al pasado, a su pasado, se da en una coyuntura en la que queda claro que lo personal es político, público. En ese sentido tenemos una gran deuda con Delgado Figueroa, en cuanto pionero pero también por su escritura/ lectura sincera a su vida, nuestra como colectivo afecto y afectado por su deconstrucción de la familia ideal, de la sociedad ideal, de un patriarcado que se derrumba si comenzamos a contarlo con la sinceridad con la que nos la cuenta en sus memorias.

El uso de la experiencia personal, de su propia vida, es la fuente de la que se vale José para hacer etnografía, trabajo de campo en el Puerto Rico en que se desarrolla desde niño. Como indicara antes, José se vale de imágenes propias que sustentan su contenido, y que no son claramente invento de un autor que escribe inundado de imágenes que contrastadas con la realidad de lo masculino dentro de una sociedad patriarcal y perversamente acosadora, resultan ciertas.

Las fuentes del autor, en todo sentido, son fuentes primarias. Ya le había traído por su peso a sus relatos previos, y en sus memorias de su memoria no se echan ni se pueden echar de menos por su carácter testifical de lo vivido para contarlo, narrarlo, delatarlo, y sustentarlo con su propio imaginario de imágenes propias, no inventadas. Estructura José su etnografía de vida en veintiséis capítulos. Su estructura hace coherente su narrativa, y la narrativa de su vida -tal como estructurada- se ve fortalecida por la fuerza de sus palabras, la fuerza de su sinceridad.

En Ser diferente en Puerto Rico: El peso de la memoria, las imágenes de las que acompaña su testimonio José, sirven de instrumento de análisis cualitativo alterno al testifical, y le hacen un trabajo etnográfico digno de emular por quienes vivan la diferencia, o hayamos vivido el peso de la memoria como la ha vivido él por ser diferente en Puerto Rico. José narra con peso de la prueba, explica sin complicarse. Ya lo vivido, vivido.

Delgado Figueroa nos brinda un relato biográfico sincero, una etnografía honrada de una vida que nació marcada para que su memoria tuviera peso en su vida. Su mayor contribución al conocimiento social es el punto de vista de la construcción de lo masculino que se cuece en el Puerto Rico que le tocó lo suficiente como para que tuviera peso más allá de su vida. Su mayor novedad es la sinceridad con la que nos da su punto de vista sobre una vida acosada, asediada por su diferencia, su orientación sexual. Su punto de vista, a quienes hemos vivido el peso de esa diferencia en ese mismo Puerto Rico que vivió José, se nos hacía necesaria su memoria de lo vivido narrada tal cual vivida la vida misma.

José no es neutral, es sincero. Su enfoque queer desde lo personal a lo político es al peso del discrimen basado en la orientación sexual y el acoso moral en el Puerto Rico vivido. Delgado Figueroa, con tal enfoque queer, enfatiza y pone el dedo en la llaga al relacionar en su vida la pesada carga que tuvo en su desarrollo personal el discrimen por orientación sexual y su acoso moral por parte de sus pares o contemporáneos dentro de Puerto Rico, y a largo plazo, fuera.

José canta las claras en sus memorias. Su memoria es clara como libre es de decir la verdad con una sinceridad digna de emular. No veo relato de venganza en sus memorias, más bien deseo de contarnos lo que tantas veces nos hemos callado, tragado la lengua. Delgado Figueroa cuenta de una vida que conoce con conceptos adecuados para deconstruir la masculinidad del país que vivió, y que conoce bien de conformidad a su relato e imaginario de lo colectivo como vida personalmente vivida.

Las memorias de José abren la puerta a nuevas etnografías narradas por sus propios protagonistas con un enfoque queer que descoloque el acoso moral basado en la orientación sexual. Relato de lo personal que a su vez es político, y que como hace Delgado Figueroa, se tiene que hacer público de la misma manera que se hace en público con público.


Referencias

Efraín Barradas, «Etnografía del hostigamiento: Sobre las memorias de Joseph F. Delgado», en 80 grados, Puerto Rico: 11 de diciembre de 2017 (http://www.80grados.net/etnografia-del-hostigamiento-sobre-las-memorias-de-joseph-f-delgado/, accedido: 20 de enero de 2019).

Wilkins Román Samot, «Entrevista a José Delgado Figueroa (2017)», en 4 Entrevistas de Trabajo 1, 1-7 (Puerto Rico: Instituto de Antropología 2017). ISSN: 2576-6074

__»Me duele Puerto Rico como si fuera un tumor», en Rebelión, España: 1 de junio de 2017 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227304, accedido: 8 de junio de 2019).

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.