1. «Morena» es un partido, no un movimiento social; todos los partidos electorales tienen que buscar alianzas para poder ganar fuerza en las legislaturas y los gobiernos. Navarrete, el presidente del PRD le ha ofrecido una alianza a Morena de López Obrador para luchar juntos contra el acuerdo de la Suprema Corte respecto a las […]
1. «Morena» es un partido, no un movimiento social; todos los partidos electorales tienen que buscar alianzas para poder ganar fuerza en las legislaturas y los gobiernos. Navarrete, el presidente del PRD le ha ofrecido una alianza a Morena de López Obrador para luchar juntos contra el acuerdo de la Suprema Corte respecto a las firmas contra la privatización del petróleo. AMLO tiene la obligación de aceptar la unidad con el PRD y demás partidos para luchar por un objetivo común. Así se inician las alianzas con la socialdemocracia, el centro, la derecha, con el partido fascista (si existiera) o con quien sea. El objetivo es ganar.
2. Morena no es un partido de clase, de los trabajadores; sino un partido (el más honesto y honrado, hasta hoy) que busca el voto donde sea y de quien sea. Piensa convertirse en por lo menos la tercera fuerza en votos y obtener alrededor de 100 legisladores, aunque desea superar con creces esa cifra. Para ello tiene la obligación de hacer alianzas con partidos y con grupos, tal como hacen los demás partidos. Saben todos los partidos, por experiencia histórica, que los candidatos deben ser personalidades que controlen cientos de electores y que tengan contactos con dinero para moverse en campaña. ¿Tendrá que hacerlo Morena?
3. Aliarse desde la cúpula dirigente con partidos no es buscar la unidad con el movimiento social, menos con el pueblo. El PRI, PAN, PRD y los demás partidos sólo son las cúpulas dirigentes, amigos y familiares. Otra cosa hubiese sido aliarse con el movimiento social masivo, de las calles, de los electricistas, mineros, profesores de la CNTE, trabajadores de Mexicana, campesinos de Atenco o, por otro lado, con las luchas en defensa de los estudiantes desaparecidos de Guerrero o en Tlatlaya defendiendo a los 22 campesinos asesinados por el gobierno. Sin embargo parece que Morena debe «protegerse» para no caer en «provocaciones».
4. La clase dominante (gobierno, empresarios, medios de información) podrá aliarse estrechamente en inversionistas foráneos, tomar cursos en escuelas militares, tener asesores de otros países y ejércitos extranjeros, pero los trabajadores, campesinos y estudiantes «deben impedir » que otros intervengan en su movimiento. ¿Se olvida que ninguna lucha debe estar aislada y que todos los trabajadores del mundo tenemos la obligación de apoyar y dar solidaridad a todas las luchas sociales? Así como la burguesía no tiene fronteras para reprimir y asesinar, tampoco nosotros debemos aislarnos del apoyo de todos a nuestras luchas.
5. El PRI y el PAN tienen «doctorados» en el oficio electoral. Como partidos de derecha reciben para sus campañas mucho dinero de los poderosos empresarios y banqueros a cambio de que los candidatos se comprometan con sus programas de inversiones y de negocios. El PRD determinó hace unos años echar por la borda el programa de izquierda y aliarse con el PRI y el gobierno para «presionar» desde adentro del aparato; es ya un partido (con convicción) -junto al PRI y el PAN- al servicio del poder capitalista. Le ha parecido -como el viejo Lombardo Toledano- que cualquier oposición radical es una provocación. ¿Con él se aliará Morena?
6. «Morena» (o el lópezobradorismo) se cuidó de manera exagerada para obtener el registro como partido. Por lo menos se ha señalado que no movilizó a su gente para protestar contra el fraude electoral de 2012; no movilizó en su momento contra la aprobación legislativa de la reforma energética y las otra leyes aprobadas; tampoco hizo nada contra los asesinatos de 22 campesinos en el Estado de México y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero. Hoy se presenta a Morena como un gran triunfo sabiendo que se han dejado en el camino «trozos de dignidad» y de lucha. Pero es necesario entender que así son los partidos.
7. Deseo apasionadamente que Morena no se convierta en otro PRD. ¿Recuerdan que éste partido, cuando se fundó en 1989 dijo que sería diferente a los demás partidos? ¿Saben que todos los partidos políticos en México y en el mundo, cuando nacen proclaman principios honestos pero cuando crecen se transforman en más de lo mismo? Y el problema no está en que sus dirigentes traicionan, sino en el mismo partido cuya misión única es la búsqueda -a como dé lugar- del poder en la sociedad capitalista. Y el problema inicial son los dineros (subsidios millonarios) que empieza a recibir del Estado, los derechos a la televisión, los cargos y mil y un compromisos.
8. El PRD comenzó bien y terminó arrastrándose tras el gobierno. Morena creo que ha comenzado cometiendo errores de participación pero puede terminar bien si deja de pensar exclusivamente en lo electoral y se compromete en serio a apoyar los movimientos. El pasado domingo pudo haber reunido a unas cien mil personas en su mitin en el Zócalo. Lo que sigue es darle otro contenido, más acciones y más movilización a esos cien mil seguidores. Tienen que intervenir masivamente apoyando las luchas de los estudiantes del Poli, en las concentraciones de la CNTE, en las batallas de profesores y estudiantes de Guerrero apoyando a las Normales y en otras luchas de trabajadores. ¡Que se sacudan el miedo al poder!
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