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Sistema de «usos y costumbres» contra la manipulación electoral de gobierno y partidos

Fuentes: Rebelión

1. La burguesía anunció con «bombo y platillos» -aunque para mi es terrible porque reconfirma el dominio de una sistema capitalista de explotación y miseria- que: » El 6 de marzo arrancaron las campañas electorales para elegir nueve gobernadores en Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Colima, Campeche, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro; […]

1. La burguesía anunció con «bombo y platillos» -aunque para mi es terrible porque reconfirma el dominio de una sistema capitalista de explotación y miseria- que: » El 6 de marzo arrancaron las campañas electorales para elegir nueve gobernadores en Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Colima, Campeche, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro; 500 diputados federales (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional); también se elegirán en 17 estados 641 diputaciones locales (387 de mayoría relativa y 254 de representación proporcional), así como 993 alcaldías (de los 2,441 municipios que hay en el país); más 20 juntas municipales (en Campeche) y las 16 jefaturas delegaciones del Distrito Federal». ¿Qué podremos hacer contra ese enorme despilfarro, fraude, engaño a la inmensa mayoría de la población? ¿Tendremos la fuerza para obligar al Estado a recocer que el pueblo puede darse su gobierno?

2. En Oaxaca -un estado del sur de la República mexicana con alrededor de cuatro millones de habitantes- 418 municipios se rigen por el sistema electoral de gobierno de «usos y costumbres» (que tienen un origen de siglos), que se realizan a través de asambleas, «sin la intervención de partidos políticos»; sólo 152 municipios usan el régimen moderno capitalista de instituciones electorales de gobierno y de partidos políticos». En Chiapas, a partir del levantamiento zapatista del EZLN en 1994, se fue creando la idea de organizar municipios de «Buen Gobierno» o «Caracoles» con formas autogestionarias y vigilancia y se instalaron en 2003 cinco municipios en el estado donde «el pueblo manda y el gobierno obedece». Por la existencia de estos municipios puse atención en la demanda de los guerrerenses en lucha: «No queremos elecciones en junio, queremos municipios de «usos y costumbres».

3. Para el gobierno capitalista sólo son gotas de lluvia dentro del total dominio del sistema electoral que lo controla todo con los miles de millones de pesos que se reparten en cada campaña política y elección entre partidos, políticos y medios de información. La realidad es que un estado de la República o dos, son absolutamente controlables, no perjudican; al contrario «demuestran a nivel internacional la apertura, el pluralismo y la democracia en México». La bronca real contra el sistema de democracia burguesa y sus instituciones será cuando los ciudadanos de todo el país (los trabajadores) estén en las calles arrinconando al gobierno, a su ejército y policías y obligándolo a «mandar obedeciendo al pueblo». Pero si en Oaxaca 152 municipios eligen diputados, senadores, gobernadores, los 418 municipios de usos y costumbres no tienen presencia política nacional, sólo son una simple muestra.

4. Con esos municipios «independientes» y con mil más el capitalismo sigue exprimiendo las energías y sangre de nuestro pueblo, negándoles alimentación, vivienda, salud, educación y el capitalismo sigue «vivito y coleando». La bronca es cómo levantar a todo el pueblo o a la mayoría contra el gobierno, los empresarios explotadores, contra la manipulación de los medios de información y de la iglesia. ¿Saben cuántas personas ven la novela de las nueve, de las diez o de las 15 horas y de paso ven las noticias televisivas en México, o los que ven el fútbol? Unas 50 millones; ¿saben cuántas personas leen o ven mis artículos y de mis amigos en Internet? No son más de cinco, ni nuestros amigos. La realidad es que el capitalismo nos tiene apergollados con la explotación y la ignorancia; pero esencialmente con los medios de información.

5. He vivido plenamente, desde 1958, cuatro elecciones presidenciales en la época del «nacionalismo revolucionario» y seis en este período del neoliberalismo privatizador; así como también 10 elecciones intermedias. Lo más importante de ellas ha sido: a) los miles de millones de pesos que se dilapidan; b) el triunfo de los partidos y candidatos que derrochan más dinero; c) la descarada corrupción en la compra de votos y d) el servilismo de los electos hacia el presidencialismo. Jamás he votado, pero nunca he dejado de ser activista contra los gobiernos. He visto desde 1958 hasta 2012 que después de cada elección todo regresa como estaba; cambian nombres de quienes ocupan los cargos. Todos los gobiernos han sido pésimos porque imponen programas a favor de los ricos mientras el 80 por ciento de la gente sigue en la pobreza.

6. Por ello cuando los luchadores sociales de Guerrero que no quieren elecciones burguesas, han planteado que desean para ellos el sistema de «usos y costumbres» (como están los 418 municipios de Oaxaca) me parece muy importante, pero aún muy limitado y hasta un distractor porque no toca el criminal sistema capitalista que seguirá imponiendo diputados, senadores, gobernadores, presidentes, manteniendo un ejército, policías, tribunales y jueces al servicio del capital; que continuará reprimiendo y asesinando a la verdadera oposición social. Tengo la convicción que la tarea de los luchadores sociales es pensar y construir alternativas contra esa brutal opresión de las clases dominantes que nos permitan avanzar contra el capitalismo, ideología y práctica. Por ello las Juntas de Buen Gobierno del zapatismo y este sistema de usos y costumbres deben analizarse bien.

7. Después de que en los años sesenta sonó la campanada de la liberación mundial con los jóvenes, los estudiantes, las mujeres, la pintura, la música, la revolución cubana, las guerrillas, las luchas en las calles, han pasado 50 años y el capitalismo se ha renovado para someternos más. ¿Por qué creció mucho más la fuerza de la burguesía explotadora y todos los impugnadores del sistema nos debilitamos? ¿Hoy la clase dominante es mucho más poderosa que antes por haber desarrollado mejor sus ideas de dominación y, por el contrario, los de abajo nos debilitamos por haberse estancado o desviado nuestras propuestas de lucha? Quizá tengamos que regresar a los viejos pensadores y hacer a un lado esta dinámica del inmediatismo y el pragmatismo que parece que avanzamos pero en realidad vamos para atrás.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.