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Software libre recibe gran apoyo en FSM e inquieta a gigantes informáticos

Fuentes: AFP/Punto de noticias

El proyecto de adaptar las computadoras del mundo a un sistema de software libre de derechos de autor -que inquieta vivamente a gigantes informáticos como Microsoft- es un éxito en el Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, en Brasil, país convertido en un referente en este campo. Los participantes en un taller del FSM […]

El proyecto de adaptar las computadoras del mundo a un sistema de software libre de derechos de autor -que inquieta vivamente a gigantes informáticos como Microsoft- es un éxito en el Foro Social Mundial (FSM) de Porto Alegre, en Brasil, país convertido en un referente en este campo.

Los participantes en un taller del FSM estimaron que la cuestión del software (programas de computación) libre -que puede ser modificado por sus usuarios a diferencia de los sistemas tradicionales- tiene repercusiones positivas para el mundo de la informática.

Para Marcelo Branco, del grupo brasileño «Softwarelibre», los programas informáticos libres de derecho que funcionan en Linux o Freedows (sistema desarrollado en Brasil) son menos costosos y, por lo tanto, son una herramienta de democratización del acceso a internet en países pobres como Brasil, «donde sólo el 2% de la población posee una computadora».

En los últimos años, Brasil instaló telecentros que funcionan con software libre, sobre todo en barrios conflictivos, de los cuales 120 en la metrópolis de Sao Paulo, que son utilizados por unas 250.000 personas.

George Greve, presidente de la Fundación Freesoft Europe, calificó estos centros -donde se organizan cursos de iniciación informática al igual que de creación de empresas- como un «proyecto genial en materia de software libre».

Brasil tiene otro proyecto aún más ambicioso: cambiar de Windows a Linux en el 80% de los puestos de trabajo públicos en los próximos años, para ahorrar en el pago de derechos y estimular a la industria informática local.

Según Greve, «Brasil comprendió perfectamente la cuestión de la dependencia» respecto a las firmas que producen programas de computación propietarios.

Sin embargo, software libre no significa que los programas sean gratuitos: «se pueden vender pero el precio es limitado porque cualquiera puede diseñarlos aunque pueda llevar mucho tiempo».

De acuerdo a Greve, el proyecto software libre tuvo un «gran éxito en los últimos 20 años, pero también libra grandes batallas».

Greve juzgó difícil cuantificar el éxito del software libre en el mundo «pero el 60% de los sitios de internet ya trabajan con software libre como Apache».

Para él, el rol motor de Brasil será muy importante para su expansión en América Latina. «Hubo un primer congreso en Argentina el año pasado. Venezuela también genera noticias al respecto», añadió.

Ya hay señales de que esto inquieta a Microsoft: la firma estadounidense lanzó a mediados de 2004 demandas contra el responsable del proyecto gubernamental de software libre, Sergio Amadeu, por declaraciones que comparan las prácticas de Microsoft a los de los traficantes de droga por su facultad de habituar a sus clientes a consumir más y más estupefacientes.

«La cuestión es saber si el software, tecnología de base de nuestra sociedad de protocolos de comunicación, debe ser la propiedad de un monopolio o un modelo compartido», indicó Abreu en su taller.