Sony está en el punto de mira de la comunidad de desarrolladores de software libre después de conocerse la información que señala que la compañía habría utilizado sin permiso un diseño de un icono de KDE en la web de venta de sus portátiles Vaio. Nueva polémica en torno a una presunta infracción de los […]
Sony está en el punto de mira de la comunidad de desarrolladores de software libre después de conocerse la información que señala que la compañía habría utilizado sin permiso un diseño de un icono de KDE en la web de venta de sus portátiles Vaio.
Nueva polémica en torno a una presunta infracción de los derechos de propiedad intelectual por parte de un gigante tecnológico. En lo que podría ser un nuevo ejemplo de la expresión consejos vendo que para mí no tengo, Sony ha sido esta vez la compañía señalada por emplear sin permiso un contenido y acoplarlo a una de sus fuentes de negocio.
El encargado de realizar la acusación ha sido Jonathan Riddell, conocido desarrollador dentro del equipo KDE. El informático ha asegurado en el blog de la comunidad que la firma japonesa utiliza sin permiso un diseño «exactamente igual» a uno creado por KDE, concretamente de Oxygen. Riddell especifica que el icono formado por una llave inglesa y un destornillador aparece tanto en la web Choose your Vaio donde se venden los portátiles de Sony así como en el modo Asistente del firmware UEFI.
El desarrollador plantea en su entrada de un modo irónico si KDE y los diseñadores de iconos deberían «empezar un nuevo modelo de negocio en el que se demande a compañías por estos motivos». No en vano, recuerda que el gigante nipón no solo ha utilizado el icono en su web con fines claramente comerciales sino que además restringe su utilización por parte de terceros según se puede leer en sus términos de uso, algo también criticado por Riddell.
Asimismo, el informático recordó el escándalo acontecido años atrás que protagonizó Sony al incluir un rootkit en sus CD con que se instalaba de forma automática y sin consentimiento en los ordenadores de los usuarios. Se trataba de una práctica de dudosa ética y legalidad que la compañía había puesto en marcha como medida antipiratería, pero que despertó innumerables críticas hacia la empresa asiática, cuya postura al respecto llegó a calificarse como arrogante.
Veremos si en esta ocasión Sony acaba por pedir disculpas, admitir su error y retirar un diseño creado con un espíritu muy alejado del que tienen multinacionales de este tipo. Si bien se trata de un hecho aislado, no deja de ser significativo y evidencia cómo las grandes compañías cometen torpezas inexplicables a pesar de su gran experiencia.