1. El maravilloso movimiento estudiantil mexicano «#YoSoy132» recibió en México a la líder estudiantil chilena Camila Vallejo con un gran discurso testimonial en el que se expresa su apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil chileno, asimismo recordaron que los une la solidaridad de los pueblos de América Latina. Advirtieron los mexicanos que «están cansados de […]
1. El maravilloso movimiento estudiantil mexicano «#YoSoy132» recibió en México a la líder estudiantil chilena Camila Vallejo con un gran discurso testimonial en el que se expresa su apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil chileno, asimismo recordaron que los une la solidaridad de los pueblos de América Latina. Advirtieron los mexicanos que «están cansados de ser víctimas de un modelo político, económico y social que sólo espera que estemos callados». A lo que la visitante Camila -joven de 24 años- respondió que la movilización de miles de estudiantes chilenos a partir de mayo de 2011 cambió a su país, pero destacó que este proceso no fue de generación espontánea. «Reivindicamos nuestra historia. Somos herederos de muchas otras generaciones que lucharon por una democracia plena». Es decir, tanto chilenos como mexicanos somos herederos de las duras luchas campesinas, obreras, populares, que nos antecedieron.
2. El sistema opresor quiere que los trabajadores no protesten, que no salgan a la calle, que guarden silencio -que estén calladitos «porque se ven bonitos»- a pesar de su miseria y hambre. Pero los estudiantes de «Soy 132» piensan distinto: tienen la convicción de que el pueblo mexicano ha sido durante muchas décadas víctima de engaños y manipulaciones de los medios de información (Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula) de los políticos del PRI y de los que han tenido enorme poder. Por eso la líder estudiantil chilena señaló: «No perseguimos fantasmas del pasado, sino a un sistema que está más vivo que nunca». Debemos mantener una capacidad autocrítica dentro de los movimientos sociales para no caer en un «narcisismo social», pero también destacó la necesidad de abandonar viejos esquemas en los que «se exige a los de siempre cambios que sabemos nunca van a hacer». Nuestras falsas esperanzas.
3. Le pareció importante a la joven Camila el trabajo por las «redes sociales, pero advirtió que la construcción de un movimiento social con capacidad de transformación «sólo se construye persona a persona». ¿Qué puedo entender? Que sólo un porcentaje muy pequeño de la población -quizá la que puede influir más- tiene oportunidad de estar en las redes de Internet, Faceboock, Twiter, etcétera; pero el 80 por ciento de la población -aunque invadida totalmente por la manipuladora TV- sólo puede ser convencida «persona a persona». Esto es: el movimiento estudiantil debe ser apoyado por nosotros, por el pueblo, pero debe acudir a las concentraciones de los engañados y manipulados por la TV (plazas, mercados, colonias y barrios) si desea que el pueblo adquiera una conciencia crítica. Las escuelas y universidades están bien como motor de arranque, como chispa que puede encender la pradera.
4. Pero por otro lado la joven líder Camila Vallejo nos ha dicho que los estudiantes chilenos luchan masivamente, es decir, muy fuerte y de manera decidida, contra la privatización de la educación a la que sólo tiene acceso una minoría de estudiantes de clases altas y medias y, al mismo tiempo, a favor de una educación pública, gratuita y laica que esté al servicio del pueblo. Esa justa batalla -aunque no de manera consecuente- es la que durante muchos años han dado en México los estudiantes de la UNAM, del POLI, de la UAM, del Colegio de Bachilleres que han sufrido desde 1982 enormes recortes al presupuesto público. Sin embargo, aunque el movimiento estudiantil lleva doce años inmovilizado, los maestros de la Coordinadora (la CNTE) se han encargado de levantar esa bandera con la mayor dignidad exigiendo al gobierno que deje de dañar la educación pública autorizando más presupuesto.
5. Sería un error plantear el cierre de colegios o universidades privadas por el hecho de ser para hijos de privilegiados; no debe olvidarse que originalmente esos centros educativos de carácter privado surgieron para ayudar al Estado en caso de que no tuviera los recursos para proporcionar el 100 por ciento de la educación. Pero lo que sí tenemos que pelear es para que el Estado no permita que se abran más colegios particulares (sobre todo cuando son enormes negocios) y destine el presupuesto necesario para que la educación pública admita a todos los solicitantes (cero rechazados) y brinde una buena educación. Como bien decía el Dr. Mora hace casi 200 años: «El Estado no puede ceder a privados la educación (ideológica) del pueblo». Así que la lucha de los estudiantes chilenos, franceses, italianos y mexicanos contra las mentiras y la manipulación -contra la mala educación- es una batalla esencial.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.